Al Partido Movimiento de Regeneración Nacional mejor conocido como Morena le bastaron dos procesos electorales en Tlaxcala para consolidar su hegemonía, pues a casi siete meses de los pasados comicios presidenciales y locales se mantiene en las preferencias muy por encima del PRI y el PAN, partidos que apenas si rebasan los dos dígitos en simpatías.
De acuerdo con los resultados de una encuesta estatal que se realizó hace unos días para conocer los niveles de aprobación de las autoridades federales, estatales y municipales, así como las tendencias electorales que prevalecen en Tlaxcala y otros temas relacionados a la seguridad, el empleo y la salud, se comprobó que la administración del presidente de México Andrés Manuel López Obrador goza de un respaldo de siete de cada 10 tlaxcaltecas, mientras que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez apenas si es avalado por tres de cada 10 personas que vive en la entidad.
Los resultados completos del mencionado ejercicio demoscópico no se han dado a conocer, pero se sabe que en cuestión de preferencias electorales Morena se ubica a la cabeza con el 35 por ciento de las simpatías, seguido por el PAN que apenas si llega al 15 por ciento del respaldo ciudadano, mientras que el PRI obtuvo el 11 por ciento de las menciones.
El PRD alcanzó casi el 7 por ciento de las simpatías y el resto de los partidos nacionales o locales (PT, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, el Partido Verde, el PS y el PAC) sus niveles rondan del 1.5 por ciento al 2.7 por ciento de preferencias, lo que prácticamente los margina de alguna posibilidad de ser competitivos rumbo a las elecciones del 2021.
Las tendencias reflejadas en ese estudio son una fotografía del momento, por lo que sería un error interpretar que Morena tiene ganadas las elecciones locales e intermedias del 2021, cuando los tlaxcaltecas acudirán a las urnas para elegir gobernador, legisladores, alcaldes, presidentes de comunidad y diputados federales.
El PAN que a partir de los próximos días será dirigido por José Gilberto Temotlzin Martínez, quien por cierto ayer recibió de manos de Marko Cortés y Héctor Larios presidente nacional y secretario general, respectivamente, su constancia de mayoría que lo acredita como ganador del proceso interno, tiene el difícil reto de hacer crecer al partido en Tlaxcala y lograr que aumente su competitividad electoral.
Si los panistas pretenden convertirse en una opción real de gobierno para las futuras elecciones locales tendrán que innovar en sus estrategias, buscar nuevos cuadros que sean competitivos y superar la división interna que lo sigue debilitando, lo cual parece una tarea difícil porque los rencores contra el grupo que ganó la dirigencia estatal están más vigentes que nunca.
Mientras el PRI se mantenga inmóvil y pasmado como hasta ahora no tendrá muchas posibilidades de retener el gobierno del estado, porque se encuentra desarticulado y con una estructura descuidada y resentida que podría empezar a trabajar por otro proyecto político como ya sucedió en otros procesos electorales cuando el ex partidazo perdió la gubernatura.
En estos momentos el trabajo de la actual administración estatal no está siendo un factor que jale al PRI. Tampoco se percibe un liderazgo priista que por sí sólo sea competitivo, de ahí que ese partido debe salir de su letargo y ponerse a operar políticamente antes de que sea demasiado tarde.
Del PRD hay muy poco que decir, debido a que vive en proceso de extinción que nadie puede detener, tan ese así que incluso el camaleónico diputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, ya reconoce que él comparte más ideales con Morena que con el partido del sol azteca que le permitió llegar al Congreso de Estado.
Una más de “El Cubitas”
Una prueba de que el alcohol en exceso daña las neuronas, se puede ver en el actual secretario de Desarrollo Económico, Jorge Luis Vázquez Rodríguez, quien en aparente estado de sobriedad dijo que Florentino Domínguez Ordoñez es el secretario del Trabajo en la entidad en un evento que se realizó en Calpulalpan en el marco de una feria del empleo.
Hasta ahora la Secretaría del Trabajo en Tlaxcala no existe y es obvio que el ex alcalde de Apizaco sacó al lambiscón que todos llevamos dentro para quedar bien con Florentino Domínguez, una vez que llegó tarde a la inauguración de un evento oficial, por culpa, según él, de los trabajos de ampliación de la carretera Tlaxcala Apizaco.
Si a Jorge Luis Vázquez ya le dio por inventar secretarías, no dude que pronto genere el cuento que puede ser el sucesor de Marco Mena. Salud.
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