Más allá de que sea cuestionable la incorporación de algunos diputados y diputadas, la creación de la Comisión Especial para la Austeridad, Racionalidad, Transparencia y Disciplina en el manejo del Presupuesto Público del Estado de Tlaxcala para 2019 abre la posibilidad de que Morena y sus aliados el PT y el PES imponga su sello y logren lo que hasta ahora parece imposible, reajustar el gasto y obtener ahorros para destinarlos a obra pública y a programas sociales.

Los legisladores locales de Morena, el PT y el PES no supieron aprovechar por tres meses su mayoría y por esa razón su trabajo ha sido gris e intrascendente, al grado que su bono democrático y respaldo ciudadano ya casi lo pierden porque su comportamiento ha decepcionado a los tlaxcaltecas que comprobaron que los nuevos diputados impulsados por Andrés Manuel López Obrador replican los excesos y abusos de los priistas, panistas y perredistas.

Pero nunca es tarde para corregir el rumbo y pareciera que ayer los diputados dieron los primeros pasos para demostrar que la actual legislatura será diferente y que buscará una mejor distribución de los recursos públicos, y sobre todo una efectiva racionalidad que evite los lujos, los excesos y los gastos superfluos que benefician a los funcionarios y no a miles de habitantes del estado.

Se espera que la Comisión Especial para la Austeridad, Racionalidad, Transparencia y Disciplina en el manejo del Presupuesto Público del Estado de Tlaxcala para 2019 revise y ajuste las partidas del Congreso del Estado que deberá demostrar con hechos que los recursos aportados por los ciudadanos y las ciudadanas se ejercerán con responsabilidad y sin caer en abusos.

Antes de pensar en ajustes en el gasto estatal tendrán que definir con claridad cuáles serán los ingresos de los diputados locales y las partidas para gestión o ayudas sociales, con el propósito de transparentar esos recursos y evitar la sospecha de que van a parar a la bolsa de los representantes populares.

Si la mencionada comisión tiene la finalidad de revisar y ajustar los excesos con que opera la Secretaría de Educación Pública bajo la responsabilidad de Manuel Camacho Higareda es bienvenida. Si intervendrá para evitar los subejercicios en la Secretaría de Planeación y Finanzas a cargo de Alejandra Nande Islas también se debe celebrar su creación.

Nadie en su sano juicio se opondría a que esa comisión revisara y comprobara si el presupuesto de obras que dispone la Secretaría de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda bajo el mando del ineficiente Francisco Romero Ahuactzi se ejerce en tiempo y forma y con los criterios de contratar a las empresas que ofrecen la mejor calidad y precio.

El proyecto de presupuesto para el próximo año requiere una real revisión que limite o desaparezca los gastos que implican los apoyos económicos, vehículos y de seguridad que reciben los ex gobernadores. También se debe verificar y suprimir las partidas destinadas para fiestas y regalos que reciben ciertos sindicatos que son ampliamente consentidos por el gobierno de estado como el Sindicato 7 de Mayo y el SNTE.

Si los diputados locales hacen lo que parece imposible al revisar y llevar a cabo una serie de cambios en el presupuesto del siguiente año, sin duda recibirán el respaldo ciudadano si se comprueba con hechos que lograron ahorros y que hicieron efectiva la austeridad en la administración estatal.

Si en el 2019 se gasta más en programas sociales y en obra pública, los legisladores lopezobradoristas habrán hecho su tarea y su circunstancia cambiará, pero lo anterior no será nada fácil porque habrá que ver si el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez acepta los ajustes en su proyecto de presupuesto o termina vetándolos, situación que abriría la puerta a un conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo que no está descartado.

Ayer, la operación de Arnulfo Arévalo Lara, enlace del Ejecutivo con los diputados locales no funcionó y su principal aliado el priista morenista, Víctor Manuel Baéz López, presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, optó por asumir su papel de opositor y dejar para otra ocasión su sumisión al PRI y al gobernador, pues permitió que la Comisión Especial para la Austeridad, Racionalidad, Transparencia y Disciplina en el manejo del Presupuesto Público del Estado de Tlaxcala para 2019 avanzara sin ningún contratiempo.

Ahora hay que ver si la mentada comisión cumple su papel o sólo hace el ridículo.