Antes de que finalice el año el PAN en Tlaxcala tendrá una nueva dirigencia estatal, de la cual dependerá el futuro y el nivel de competitividad que tendrá ese partido rumbo a los comicios locales del 2021, donde podría consolidarse como la única oposición en el estado y a nivel federal porque el resto de los institutos políticos pareciera que están destinados a desaparecer del mapa político.
El actual proceso interno que vive el Partido Acción Nacional en Tlaxcala empieza a decantarse hacia la planilla encabezada por el ex diputado local Ángelo Gutiérrez Hernández, quien logró sumar a su proyecto a los grupos panistas de mayor influencia como el de la diputada federal Adriana Dávila Fernández y el del ex alcalde capitalino Adolfo Escobar Jardínez.
Ángelo Gutiérrez ha evitado entre la militancia tlaxcalteca las descalificaciones y la confrontación, porque sabe que esos dos ingredientes lejos de sumarle simpatías le generan rechazo, de ahí que a unos días de iniciado el proceso ya tenga más de 1400 votos asegurados que saldrán en su mayoría de la estructura que ha creado e impulsado Adriana Dávila, con la cual ha logrado controlar el partido en los últimos años.
Habrá que decir que no todos los votos que están comprometidos para la planilla de Gutiérrez Hernández son de la diputada federal, sino también se suman los aportados por el grupo del ex diputado local que en los últimos años se dedicó a crear una red de militantes que hoy en día le ha permitido tener canicas para poder jugar por el poder en el PAN.
Por lo que respecta a la planilla integrada por José Gilberto Temoltzin Martínez y el ex alcalde Miguel Ángel Polvo Rea, su proyecto basado en el rencor y en la venganza ha perdido el rumbo al igual que las posibilidades que tenían para asumir el control del partido que en breve dejará el gris dirigente Carlos Carreón Mejía.
Entre la militancia panista existen desencanto y una enorme desconfianza hacia esa planilla porque es alentada y apoyada por la reina del oportunismo político la senadora Minerva Hernández Ramos, quien no deja de tener un corazón perredista y una enorme ambición priista.
Hace unos días Temoltzin Martínez y Polvo Rea comprobaron que uno de sus principales promotores como es el ex gobernador poblano y hoy coordinador de los senadores del PAN, Rafael Moreno Valle, no los ubica como una fórmula ganadora, pues en un supuesto acto de apoyo a sus aspiraciones les recomendó negociar con las otras planillas y buscar la unidad, con lo cual dejó entrever que sus oportunidades de ganar la contienda del próximo 16 de diciembre son escasas por no decir nulas.
Moreno Valle sabe lo que dijo y sólo José Gilberto Temoltzin Martínez y Miguel Ángel Polvo no entendieron su mensaje. Una derrota para ese grupo será dolorosa y sin dudas afectará la carrera de ciertos panistas como Julio César Hernández Mejía, actual presidente municipal de Apizaco, porque seguramente será excluido de las próximas candidaturas que estarán en juego rumbo a las elecciones del 2021.
La planilla de Asael Corona Ramírez sólo goza de una mediana presencia mediática, porque está claro que los panistas tlaxcalteca no quieren como líder a un militante tibio y neutro que convertiría al PAN en una oposición blandengue y sin fuerza para fijar posiciones críticas no sólo hacia el gobierno del estado que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez, sino para la futura administración federal que presidirá el morenista Andrés Manuel López Obrador.
Corona Ramírez es un títere de Carlos Carreón, quien desde su posición como diputado federal y líder del PAN aprovechó la estructura del Comité Directivo Estatal y de algunos comités municipales del partido para armar una planilla que incluyó ciertos liderazgos, pero que al final no obtuvo el respaldo de la militancia que está pensando en otra opción más aguerrida.
En unos días más veremos si las tendencias se mantienen o si se registra un cambio, aunque pareciera que la elección interna del PAN ya está resuelta y sólo falta que llegue el día de las votaciones.
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