Conforme se acerca la fecha en que podría realizarse el segundo informe de gobierno del mandatario Marco Antonio Mena Rodríguez, los rumores de cambios de funcionarios de primer nivel se han multiplicado, bajo el argumento de que serán los relevos definitivos para buscar la consolidación de la actual administración.
El proceso de evaluación de los funcionarios estatales ha terminado y al parecer ya existe una lista de aquellos que podrían dejar sus cargos a finales de diciembre, para permitir la incorporación de nuevos colaboradores que tendrán la difícil tarea de concretar los proyectos y obras que se tienen previstas y que el objetivo es terminarlas antes del mes de agosto del 2021.
La ampliación y modernización de la carretera Tlaxcala Apizaco no puede tener errores, ni atrasos y mucho menos cuestionamientos de corrupción o favoritismo, de ahí que su proceso de licitación está siendo sumamente cuidado para garantizar un fallo contundente que permita cumplir los tiempos y el programa de obra establecido.
Lo mismo sucederá con la construcción del nuevo Hospital General de Tlaxcala que se tiene prevista llevar a cabo en el municipio de San Pablo Apetatitlán. Para nadie es desconocido que la obra se ha retrasado por la limitada capacidad de Francisco Javier Romero Ahuactzi, titular de la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi).
Ambas obras son prioritarias para el gobierno menista y por esa razón se habla que podría llegar un nuevo funcionario a la Secoduvi, pues el actual responsable de esa dependencia no ha podido con el paquete.
Aunque en la ola de rumores también se incluye un cambio en la Oficialía Mayor de Gobierno donde despacha el fracasado operador priista Luis Miguel Álvarez Landa, quien desde hace más de un año no ha podido concretar la compra de patrullas y equipo para la policía estatal, la realidad es que su salida de la actual administración es poco probable porque se dice que sabe todos los secretos de las compras oficiales no sólo del gobierno de Mena Rodríguez, sino de Mariano González Zarur.
Un cambio que se especula que está más que cantado es el de la Secretaría de Salud de Tlaxcala, donde el hidalguense Alberto Jonguitud Falcón tiene sus días contados, debido a que suele nadar de muertito en cada crisis que enfrenta ese sector. Siempre deja que los problemas crezcan y los evade para que sean otros los que resuelvan, situación que al parecer ya no será tolerada por más tiempo.
Los rumores incluyen a por lo menos la mitad de funcionarios del gabinete de Marco Mena, de ahí que lo prudente será esperar unos días para conocer cuántos cambios se concretan. Lo que es una hecho es que si habrá relevos y que éstos se estarán conociendo antes de que finalice el presente año.
Se dice que algunos ex diputados locales que fueron compañeros de legislatura del actual mandatario podrían ser incorporados a la administración estatal luego de ser convocados y notificados de esa intención por parte de Eladia Torres Muñoz, quien se desempeña como secretaria particular del gobernador, pero con la salvedad que ninguno ocupará una posición de primer nivel sino direcciones o jefaturas de departamento.
Ojalá que los cambios impliquen un mayor dinamismo y otro estilo de trabajo, porque sería desalentador ver que se cambió de funcionarios para que todo siga igual.
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