Sólo un suicida seguiría con la amañada licitación que el gobierno de Tlaxcala lleva a cabo para adquirir nuevas patrullas, pues conforme avanza el proceso surgen más anomalías y elementos que se establecieron para beneficiar a un proveedor poblano que estaría en condiciones de ser el único en cumplir con los requisitos solicitados y quedarse con el lucrativo negocio.
Si en materia electoral y política el ex marianista Luis Álvarez Landa ya demostró que es un inepto, pronto quedará comprobado que es un funcionario estatal ligado a prácticas corruptas y que su regreso al gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez como Oficial Mayor de Gobierno fue un error mayúsculo, porque su ineficiencia y ambición provocará que esta administración empiece a ser vinculada a la putrefacción que terminó con la hegemonía del PRI.
Confiado en que nadie descubriría sus dados cargados para beneficiar al Grupo Comercial Vakart, Álvarez Landa cometió varios errores que le deberían costar la chamba y que evidencian el turbio arreglo que existe para la compra de 200 patrullas y que a continuación expondremos.
De entrada, las especificaciones solicitadas por el comprador van dirigidas a una marca específica, que en esta caso es Ford, con lo cual se incumple el artículo 26 fracción IV de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Tlaxcala que ordena establecer en las bases del concurso requisitos que garanticen la libre participación.
Otra inconsistencia es que en las bases se exige que los bienes usados en el equipamiento de la patrullas cuenten con “Patentes”, situación que está prohibido incluir en una licitación pública como la actual.
Lo anterior legalmente si se puede llevar a cabo, pero con otro procedimiento que se describe en la mencionada ley y que consiste a través de una invitación a cuando menos tres interesados o por medio de una adjudicación directa cuando lo que se requiere sólo lo puede realizar un proveedor determinado por ser titular de las patentes o tener uso exclusivo de cierta tecnología o equipo.
Un absurdo más en la licitación y que obviamente se pidió para perfilar al Grupo Comercial Vakart –lo cual podría traducirse en un daño patrimonial para el gobierno de Tlaxcala-, es el hecho de solicitar una carta garantía del fabricante del equipo y no del fabricante del vehículo, lo que dejaría a las nuevas patrullas sin respaldo de la armadora Ford en caso de sufrir fallas mecánicas o en sus partes eléctricas.
Lo que se pretende es que el proveedor poblano sea el que compre a una agencia de la marca Ford ubicada en Puebla los vehículos para que éste instale los aditamentos para patrullas y luego re facturar las unidades al gobierno de Tlaxcala, situación que invalidaría la garantía del fabricante del auto porque las unidades fueron sometidas a una conversión que altera el automóvil.
Y ya que hablamos del fabricante, resulta que la empresa Rivera S.A de C.V cuyo domicilio fiscal se ubica en el estado de Puebla viola las disposiciones internas de las distribuidoras Ford al invadir el territorio de Tlaxcala y competir deslealmente a la empresa Autos de Tlaxcala que tiene bajo su control la venta de esa marca en la entidad.
Además, la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Tlaxcala ordena que se debe dar preferencia a proveedores locales y en este caso Grupo Comercial Vakart y la empresa Rivera S.A de C.V en complicidad con funcionarios estatales buscan quedarse con el jugoso negocio a toda costa y beneficiar a empresas poblanas.
Lo que es peor es que ya quedó evidenciada la vinculación de tres concursantes que se inscribieron en la licitación a fin de garantizar la venta de las patrullas, pues Ford Rivera será la proveedora de los vehículos, Jomtel Telecomunicaciones es el distribuidor autorizado en México del equipo de patrullas solicitado en el concurso y Grupo Comercial Vakart es el proveedor e instalador de todos los aditamentos en las unidades automotoras.
Esa situación está más que comprobada y no sólo incumple el artículo 36 fracción VI de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Tlaxcala, sino que es posible que exista una imposición de sobreprecios que dañaría las finanzas del gobierno, pero que dejará abultados dividendos para los involucrados en ese sucio negocio.
La participación de las mencionadas empresas busca cumplir con el requisito que exige la ley de tener tres propuestas susceptibles de ser analizadas, porque en caso contrario la licitación debe ser declarada desierta.
Como podrá ver todo está armado para tratar de concretar la compra irregular de 200 patrullas Ecosport y Ford Pick Up 4 x 2 y 4 x 4.
Es más si se da una vuelta por la ciudad de Puebla y se traslada hacia Harás del Bosque podrá ubicar el lugar donde se encuentran armadas las patrullas que serán vendidas en Tlaxcala, de ahí que el concurso es una vulgar farsa.
Lo anterior es asqueroso o usted que opina.
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