En los próximos días la discusión mediática seguramente girará en torno a la aprobación o no de las cuentas públicas por parte de los legisladores locales y al fallo que deberá emitir el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación respecto a la asignación de las diputaciones plurinominales. Ambos temas generarán polémica y dejarán a muchos inconformes.
Tal y como lo prometieron los actuales diputados locales, éstos iniciaron la aprobación en paquete de las cuentas públicas correspondientes del 2017, dejando más dudas y sospechas que certeza y claridad sobre ese rápido proceso de fiscalización que llevaron a cabo el jueves pasado.
Entre las 30 cuentas públicas que fueron “analizadas” se ubica la del gobernador, la del Poder Judicial y la del Congreso del Estado, mismas que sin mayor discusión fueron avaladas y no merecieron ninguna observación ni mayor análisis por parte de los legisladores.
Pero no crea que todos los dictámenes presentados en aquella sesión fueron aceptados, ya que los diputados optaron por reprobar las cuentas públicas del Instituto Tlaxcalteca de la Infraestructura Física Educativa (Itife) y de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. En ambos casos se encontraron observaciones millonarias y un probable daño patrimonial.
En el Itife se documentaron presuntas irregularidades por el orden de los 70 millones de pesos, mientras que en la mencionada Universidad la cantidad fue de alrededor de 176 millones de pesos.
Aunque en febrero del 2017 el mandatario Marco Antonio Mena Rodríguez designó a Anahí Gutiérrez Hernández como directora general del Instituto Tlaxcalteca de la Infraestructura Física Educativa, la realidad es que esa dependencia siguió bajo el control de los marianistas que durante el año pasado habrían utilizado su poder e influencia para beneficiar a sus empresas y a sus negocios sin someterse a la influencia y mando de los menistas.
Otro funcionario herencia del gobierno de Mariano González Zarur que hoy enfrenta problemas en su cuenta pública es Narciso Xicohtencatl Rojas, rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala.
Aunque tales casos se podrían tratar de una casualidad, habrá que ver si en futuras “revisiones” otros marianistas no salen raspados en la fiscalización y son sometidos a procesos sancionatorios.
A los diputados locales que en diez días dejarán sus cargos les urge aprobar las cuentas públicas del 2017 y en su rapidez seguramente cometerán algunos errores que serán severamente cuestionados. Sólo es cuestión de tiempo para que surja el primer escándalo, porque es evidente que hay alcaldes y funcionarios de dependencias estatales que han cometido excesos y abusos que hoy pretenden ser perdonados siempre y cuando no tengan el sello de marianistas.
Todos contra Morena
Antes del 30 de agosto de este año el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberá resolver las inconformidades que existen sobre la asignación de diputaciones plurinominales para el Congreso del Estado, las cuales buscan que al partido de Andrés Manuel López Obrador le quiten las dos posiciones que recibió porque según los argumentos de los quejosos Morena se encuentra sobrerrepresentado.
En la actualidad Morena tiene 11 diputados locales, nueve de mayoría y dos de representación proporcional que sumados a los cuatro del PT y a otros dos del PES suman 17 diputados, número que le garantiza el control del Poder Legislativo de Tlaxcala.
Los inconformes con la actual conformación de la futura legislatura pretenden que Morena pierda las dos diputaciones plurinominales que le asignó el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones y que luego confirmó el Tribunal Electoral de Tlaxcala para que éstas sean reasignadas a otras fuerzas políticas que dicen no estar debidamente representadas.
El caso ya está en manos del TEPJF y será cuestión de días para comprobar si Morena y sus aliados logran mantener el control del Congreso del Estado.
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