Para que no haya testigos, el gobernador prepara su maleta, pijama, pato de hule y cepillo en forma de pluto y, claro el pasaporte para que lo integren en la reunión evaluatoria organizada por Calderón.

Dice el gobernador Ortiz que, el Presidente lo invitó a viajar con él por Alemania, en una gira de trabajo que comienza el dos de mayo. Y también afirma que irá nada más con su maleta, o sea, sin molestas compañías que lo vayan a incomodar frente a Calderón.

1.- La decisión del mandatario, de llevar nada más la Samsonite donde guarda pijama, patito de hule y cepillo de dientes con forma de pluto, ah, y un par de chones extra grandes, equivale a señalar que su secretario de Desarrollo Económico, Jesús Luévano, o no es de su confianza –para invitarlo a codearse con el presidente Felipe Calderón – o de plano sus habilidades no embonan en esta occidua etapa de su gobierno.

2.- Viajar sólo es un claro mensaje a sus colaboradores. Ninguno le merece ya su confianza. Ve por sí mismo y ha dejado atrás la delegación de funciones, el compartir hoteles, restaurantes y hasta amigos, como alguna vez lo hizo con Daniel Herrera Murga (sí, el mismo que obligó a Margarito Pérez Carro, a traer su zapato caminando como perro, luego que lo arrojó lejos del bar del Melía madrileño donde se ponía chachalaco).

3.- Es un reflejo del protagonismo, obsoleto a estas alturas, que le ha impedido actualizar su disco duro, y en consecuencia, lo muestra entregando él mismo apoyos a los viejitos, becerros a los productores y a lo mejor hasta juguetitos a los chamacos, hoy en su día.

4.- La soledad de Ortiz es  la única alternativa de compañía con la que cuenta. La que le lleva a delicados cuadros depresivos. La que va de la mano de sus costumbres obsesivas, al grado de regalarle singulares lapsos sicóticos. La que reserva para sí momentos auto flagelantes que le traen el recuerdo de los que le quisieron y por causas del maldito poder hoy lo malquieren.

Del cúmulo de temas que a partir del dos de mayo será posible hablar en corto con el presidente de los uniformes militares extra talla, hay uno que sobresale: el centro de distribución de PEMEX.

Según el gobernador, Calderón ya dio su visto bueno al proyecto y, ahora falta la cuestión técnica, lo que corresponde a los ejecutores de la paraestatal, quienes ya cuentan con las 500 hectáreas en la zona de Atlangatepec-Hueyotlipan, para que ahí se asiente el coloso donde harán de generarse alrededor de cinco mil puestos de trabajo.

Pero el viaje a Alemania tiene también la intención de promover al estado; de atraer inversiones a las cuales se les programe en un clúster, mismo que atiborrará en la Samsonite aquella en cuyo interior también ha de procurar traerse la promesa de inclusión en el gobierno federal.

Esta gira, más que oportunidad para promover los atractivos tlaxcaltecas, tiene forma de acción evaluatoria respecto a la campaña de Adriana Dávila Fernández, la candidata panista-panalista (y orticista a fuerzas). Y condicionó el viajar sin compañía para que luego no se filtren cosas como aquello de que el Cisen espía a Ortiz y colaboradores, cosa rete falsa (sí porque además también espían a Mariano y a Rosalía, y a Minerva).

A una semana que inicien de manera formal las campañas de proselitismo, ya comienza a sentirse el vacío que, en este caso genera el viaje orticista por el viejo continente,  en un contexto nada cómodo, al grado que será preferible dejar en casa a la bola de chismosos personajes cercanos y no tan cercanos.

Fíjate, de las indiscreciones de esos tipos, ahí tienes la llamada de José Guadalupe, confirmando que ya se encontraba listo el material denostativo contra Minerva.

De esas mismas indiscreciones, todos los detalles del bodorrio del milenio y, hasta el número preciso de autobuses comprados por el siniestro Víctor Cánovas, a quien no acogieron con cariño en el consejo de administración de ATAH, por mamón y prepotente.

Por mensos, se quedan en casa. Boquiflojos, chismosos y torpes.

Justos pagan por pecadores, porque por ejemplo, Chucho Luévano bien que sabe de un lugar en Hamburgo donde te sirven tal clase de cerveza de chocolate que, Dios guarde la hora. Ni modo, se tendrá que quedar a hacer planes con su compadre el candidato del Verde a diputado y ex tesorero de Apizaco, el contador Cervantes. Ora, en un arranque los dos son capaces de rentar un F-5 y le caen a Ortiz con paracaídas. Así se las gastan.

Otra de golfos

En el PRI, premiaron la (in)eficiencia de Linda Marina Munive, la presidenta del peor fracaso electoral en 2006 con una plurinominal. No cabe duda de que en política, entra más infame se es, mejor destino tienes.

Ya sabes, las demás pluris tricolores, para Lorena, Ubaldo, para la mujer fatal del Verde y, para el cenecista-orticista (im)Perfecto Xochipostequi.

Y así quieren ganar.