El presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado, Héctor Maldonado Bonilla, puede jactarse de ser el funcionario que más animadversión ha acumulado en tan solo cuatro meses de haber asumido el cargo, lo que tarde o temprano le va a generar problemas que afectarán su posición y complicarán su periodo como representante del Poder Judicial en Tlaxcala.

TSJE 20

Algo le aprendió el magistrado Héctor Maldonado a su patrón el ex gobernador y hacendado Mariano González Zarur que sus compañeros de pleno del TSJE y del Consejo de la Judicatura le aprueban todo lo que quiere y nadie muestra la mínima resistencia a sus decisiones, de ahí que ese abogado pirruris no ha tenido problemas para dar chamba a sus subordinados que al igual que él viven en Puebla y que han llegado a Tlaxcala a cobrar y desplazar a los licenciados oriundos de estas tierras.

Ahora habrá que ver cuánto tiempo le dura el gusto al marianista, porque lo que no ha calculado es el tamaño del malestar que han generado sus decisiones y que en su momento el sector de la abogacía tlaxcalteca le cobrará la afrenta de despreciarlo y marginarlo de las posiciones de poder al interior del Tribunal Superior de Justicia en el Estado.

Como se recordará el primer movimiento que llevó a cabo el magistrado presidente del TSJE fue el de su incondicional Georgette Pointelin González, la michoacana que asumió el control de la poderosa Secretaría Ejecutiva, para después designar a Noé Cuecuecha Rugerio, Ana Cecilia Quiroz Chauviere y Alejandro Terova Tepatzi, como Contralor, subdirectora de Recursos Humanos y Materiales y jefe del Departamento de Informática, respectivamente.

También tuvo el detalle de aceptar la recomendación marianista y abrir un espacio a María Angélica Temoltzin Durante, quien desde hace unas semanas despacha como directora del Centro Estatal de Justicia Alternativa del Estado.

Y para seguir con los cambios en el Poder Judicial, el abogado de la UDLA no tuvo empacho en designar a la poblana Rosalba Velázquez Peñarrieta como directora del Instituto de Especialización Judicial, quien goza de un mala reputación no sólo por su cuestionado desempeño como consejera electoral en el vecino estado, sino por su trayectoria y escándalos en los que se ha visto involucrada.

La abogada conocida como la Tina Turner poblana es cercana al ex gober precioso de Puebla, Mario Marín Torres, con lo cual ya nos podemos imaginar que mañas tiene.

Héctor Maldonado le sigue jugando al Chanoc y siente que en su isla de poder nadie le hará ver su suerte, de ahí que presume sus movimientos y conquistas sin ningún pudor. Por lo pronto ya incorporó a la nómina a más acompañantes de viaje, pues por lo que se ve al presidente del TSJE no le gusta ir y venir a Puebla solo.

Magistrados blandengues

Los que dan pena ajena son los tres magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala encabezados por Luis Manuel Muñoz Cuahutle, que ante el desacato en que han incurrido los diputados locales para permitir la llegada de los suplentes, pues se han visto más como aliados de los legisladores que como responsables de hacer valer la ley.

Han pasado días y los diputados suplentes que solicitaron ser incorporados al Congreso del Estado no han podido asumir sus responsabilidades porque al parecer no existe nadie con la autoridad suficiente de ordenar a los legisladores en funciones que asistan a la sesión extraordinaria para que se pueda llevar a cabo el acto legal correspondiente.

Los diputados encabezados por el prángana político Juan Carlos Sánchez García se han burlado de los fallos del Tribunal Electoral de Tlaxcala y del emitido por la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues simplemente han mandado al cagadero la orden de tomar protesta a los legisladores suplentes que pretenden ocupar las posiciones que dejaron los propietarios que desde hace varios días andan en campaña para buscar la reelección u otro cargo a nivel federal.

Y lo que es peor, es que los magistrados han permitido esas burlas, al grado que ayer los magistrados del TET aprobaron una amonestación para los diputados incumplidos, medida que resulta ridícula y que demuestra que están en contubernio con los legisladores en campaña para impedir la llegada de los suplentes. O no.