La relajación que muestran algunos funcionarios estatales es envidiable, al grado que hacen pensar que sus dependencias no enfrentan problemas y que tienen en marcha acciones y programas que mejorarán en los próximos meses los indicadores de Tlaxcala en diferentes rubros y sectores.
Cuando en Tlaxcala se encuentra a cuatro funcionarios estatales de primer nivel en un restaurante del centro histórico cerca de las once de la mañana platicando y degustando deliciosos alimentos, de inmediato se hace presente la envidia.
Cualquier mortal quisiera tener un trabajo tan relajado y nice que te permita ganar bien con un mínimo esfuerzo.
Supongo que el secretario de Turismo, Roberto Núñez Baleón, está más que satisfecho con su gris trabajo, así como el responsable de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Noé Rodríguez Roldán, el aspirante a intelectual metido a burócrata del sector educativo Manuel Camacho Higareda y la encargada del Instituto Tlaxcalteca de Personas con Discapacidad, María del Carmen Mazarraza.
Aprovechando la ausencia del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez que acudió a la Ciudad de México para participar en un encuentro con el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, los exquisitos funcionarios se veían contentos como si fueran los servidores públicos modelos que encabezan dependencias eficientes.
Núñez Baleón quizá aún disfruta el golpe de suerte que representó para Tlaxcala la promoción del cachorro de león blanco Xonotli que se exhibe en el zoológico del Altiplano.
Gracias a ese cachorro que nos ahorró miles de pesos en promoción turística nacional e internacional, el número de visitantes a la entidad se incrementó en los últimos días, pero sería una falacia pensar que la llegada de turistas se sostendrá por ese animal que tarde o temprano dejará de ser novedad.
El secretario de Turismo desde que llegó al gobierno de Marco Mena como una cuota del Partido Socialista ha sabido nadar de a muertito al aprovechar la inercia que dejó la pasada administración en ese sector. Si alguien sabe de algún nuevo programa y acción que se haya puesto en marcha ese funcionario que la comparta, porque en materia turística le seguimos apostando a las ocurrencias.
A Noé Rodríguez se le puede hacer múltiples señalamientos. Es un funcionario reactivo que sólo interviene cuando es necesario y los problemas golpean la puerta de su dependencia. Tardó más un mes para resolver la escasez de placas para automóviles y a más de un año de asumir las riendas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sigue con su desgastado rollo de que pronto presentará una iniciativa de ley movilidad para el estado.
El titular de la Secretaría de Educación Pública, Manuel Camacho Higareda, decidió llevarse a desayunar a 22 menores participantes de la Olimpiada del Conocimiento Infantil. Ahí aprovechó la ocasión para entregar los reconocimientos enviados por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, como resultado de su destacada participación.
El cuasi poeta tiene tiempo para apapachar a estudiantes, pero no para atender los conflictos existentes en su sector como es el caso del malestar que existe en un plantel del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológico del Estado, el cual se ha prolongado por varios días sin que ninguna autoridad resuelva la problemática planteada.
De María del Carmen Mazarraza que se puede decir, cuando es obvio que su presencia en el gabinete es producto de una cuota del marianismo.
La realidad que ven y viven los funcionarios es muy diferente a la que observan los ciudadanos, quienes aprovecharán las próximas elecciones para castigar la parálisis del gobierno. Al tiempo.
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