Al no existir después de las elecciones federales y locales del 1 de julio de este año otro proceso electoral, las candidaturas de algunos políticos tlaxcaltecas tienen un marcado aroma de sucesión con miras al 2021, año en que el actual gobernador priísta Marco Antonio Mena Rodríguez dejará el cargo.
Más de cinco políticos y políticas tlaxcaltecas que participarán en los próximos comicios tienen programado buscar la gubernatura del estado, de ahí que antes de pensar en ese objetivo primero deberán ganar los cargos que buscan para poder seguir con sus sueños.
La aún senadora Lorena Cuéllar Cisneros sabe que para buscar una vez más la gubernatura de Tlaxcala debe ganar de forma contundente los comicios del 1 de julio, pues es un hecho que su nominación ya no genera el mismo temor de antes y su fortaleza electoral que tanto presume podría ponerse en duda si obtiene un triunfo con una mínima diferencia.
En el 2016 perdió la gubernatura ante Marco Mena y el marianismo, por lo que la senadora no debe confiarse ni minimizar a sus rivales como Guadalupe Sánchez Santiago, la ex priista de alcurnia que hoy pertenece a la casta bonita del PAN.
La hija del ex gobernador Emilio Sánchez Piedras intentará ganar la diputación del tercer distrito apoyada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, ya que si lo hace podrá disputar al interior de su nuevo partido la candidatura para suceder al actual mandatario, aunque eso implique romper con Adriana Dávila Fernández, la panista que le abrió las puertas en el blanquiazul.
Otra panista con aires de grandeza y que sueña con llegar al Senado y desde ahí construir su candidatura para la gubernatura es la codiciosa Minerva Hernández Ramos, la ex perredista que sin ningún recato presume su sangre azul.
En el PRI Anabel Alvarado Varela y Mariano González Aguirre aspiran a ocupar la silla que hoy ocupa Marco Mena. La primera quiere codearse con lo mejor de la clase política del país en el Senado y seguir reforzando su amistad con el gobernador, mientras que el segundo pretende llegar a la Cámara de Diputados y desde ahí tejer los respaldos que requiere para seguir con su carrera.
Alberto Amaro Corona intentará el próximo fin de semana amarrar su candidatura al Senado y ocupar la primera posición de esa fórmula de la coalición electoral integrada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
El perredista hará hasta lo imposible por llegar a la Cámara Alta y en su momento convertirse en aspirante a la gubernatura de Tlaxcala.
Todos tiene puestos los ojos en el 2021, pero antes tendrán que demostrar su fuerza en las elecciones del primer domingo de julio de este año.
Ajustes en las candidaturas
No lo cuente en voz alta pero Rubén Terán Águila está teniendo problemas para ser ratificado como candidato a la diputación federal por el segundo distrito de la alianza conformada por Morena, el PES y el PT, pues resulta que el último partido quieren registrar a un militante suyo en esa posición y se opone a que ese lugar sea para un ex perredista.
El costo para Morena de llevar como aliados al PES y al PT está saliendo muy caro. Resulta que el Partido Encuentro Social logró quedarse con la candidatura a diputado local por el distrito VII de Tlaxcala con José Luis Garrido, dejando en el camino al lorenista Ricardo Amaro que será suplente.
La coalición electoral entre el PAN, PRD y PAC para los comicios locales también vive momentos de crisis, debido a que el partido de la familia Ortiz está inconforme con la distribución de las candidaturas a diputados que le fueron asignadas.
El PAC designaría a tres candidatos a diputados locales, sin embargo esas posiciones serían para mujeres, lo cual no le gustó a ese partido porque las cartas fuertes que tiene para contender son varones.
El viernes hubo un amago de ruptura y será en estos días cuando se superen las diferencias o se confirme la disolución de esa coalición electoral.
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