Aunque muchos tienen confianza que la alianza del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano cuajará y dará buenos resultados electorales, también hay quienes piensan que los resentimientos de políticos, sus candidatos y los conflictos internos de esos partidos dinamitarán sus posibilidades de lograr posiciones en los comicios del primero domingo de julio.

frente anayista

Si hay una característica que tiene la clase política en Tlaxcala es que sabe simular muy bien, por lo que panistas, perredistas y militantes de MC no tuvieron ningún problema para asistir el pasado sábado a una reunión y mostrar su apoyo al virtual candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés.

Los políticos dejaron sus resentimientos, odios y diferencias no porque estuvieran invadidos por los sentimientos de las fiestas de fin de año y del día de reyes, sino porque así les convenía a sus intereses.

Muchos se prestan al juego de la supuesta democracia que esos partidos pretenden vender a los electores, cuando se sabe que Ricardo Anaya se autoimpuso como candidato y que las nominaciones para el Senado y las diputaciones federales para Tlaxcala serán producto de un acuerdo cupular y no de procesos internos democráticos.

Adriana Dávila Fernández, dueña del PAN en Tlaxcala estuvo seria y sentada en primera fila. Fue una de las pocas panistas que a nivel nacional se opuso a la coalición electoral con el PRD y Movimiento Ciudadano, sin embargo optó por mantenerse institucional y acudir al evento, lo que hace pensar que sigue viva la posibilidad de aparecer en un buen lugar en la lista de candidatos a diputados plurinominales por la cuarta circunscripción.

La panista si bien asistió al encuentro donde Anaya fue apapachado eso no quiere decir que moverá un dedo por la mencionada coalición, sobre todo cuando se habla que el PRD encabezará la fórmula por el Senado con Alberto Amaro Corona, quien en los pasados comicios por la gubernatura fue fiel aliado de la ex perredista Lorena Cuéllar Cisneros.

Dávila Fernández no olvida ni perdona la guerra sucia que enfrentó por parte del PRD. Tampoco moverá la estructura electoral que tiene para que políticos convenencieros como Minerva Hernández Ramos lleguen al Senado –sería la compañera de Amaro Corona-, pues sabe que si la ex perredista y hoy panista gana los comicios tratará de buscar la gubernatura de Tlaxcala en el 2021, situación que le incomoda porque odia la competencia interna.

Al interior del PRD existe malestar por la imposición que la dirigencia de ese partido pretende hacer a favor de Alberto Amaro, quien por más que hizo y gastó no logró crecer en las encuestas. Si en el sol azteca respetan las reglas para elegir a sus candidatos, entonces la nominación para el Senado estaría entre Santiago Sesin Maldonado y Gelacio Montiel Fuentes.

Habrá que ver si esos dos perredistas aceptan la imposición de Alberto Amaro y terminan negociando uno la dirigencia estatal del PRD y el otro la diputación plurinominal para el Congreso del estado.

La tendencia electoral que tiene la coalición conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano es alentadora en este momento porque se ubica en el segundo lugar de las preferencias a nivel estatal, pero esa realidad podría cambiar una vez que el PRI designe a sus candidatos al Senado y a las diputaciones federales y locales.

En una semanas más veremos qué tanta fuerza electoral tiene ese frente, porque lo que se vio el sábado no asustó a nadie, mucho menos con esos discursos que ubican a los gobiernos del PRI como los peores, cuando algunos de los políticos presentes en el evento anayista han sido aliados de mandatarios priistas.

Refugio Rivas, líder de Movimiento Ciudadano, fue testaferro del gober precioso de Puebla Mario Marín Torres. Juan Manuel Cambrón Soria, dirigente del PRD operó en el 2010 la campaña negra que el hacendado Mariano González Zarur tenía contra Adriana Dávila, el PAN y el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz.

De los virtuales candidatos del frente para las senadurías y las diputaciones federales pronto hablaremos, porque aunque se sientan los políticos a vencer en los comicios de julio, en realidad ninguno ha mostrado un crecimiento y una fortaleza que haga pensar que puede ganar.