La actual legislatura decidió trabajar fast track para aprobar reformas legales en materia electoral sin respetar el procedimiento que se debe seguir. Me da la impresión que la sumisión tan burda que mostraron los diputados al Poder Ejecutivo daña su credibilidad  y sus aspiraciones para buscar la reelección.

 diputados PRI

 La separación de poderes es un mito y ayer los diputados demostraron que son capaces de violentar el procedimiento legislativo con tal de quedar bien con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.

 Los legisladores del PRI, junto con sus aliados y uno que otro diputado despistado pero que le gusta estar del lado del poder, decidieron mandar a la basura el trabajo que por más de 90 días realizó la Comisión de Asuntos Electorales a cargo del perredista Adrián Xochitemo Pedraza para dar paso a la propuesta que envió el Poder Ejecutivo.

 Pese a que todas las fracciones representadas en el Congreso del estado avalaron un dictamen de reforma electoral para ser discutido y aprobado por el pleno, al final el PRI bajo el mando del diputado Mariano González Aguirre se emperro y sin cumplir con el trámite sometió a votación la iniciativa del mandatario estatal que fue aprobada sin ninguna complicación.

 Con esas disposiciones avaladas se establece que los legisladores podrán ser reelectos por cuatro periodos y que los comicios locales del próximo año iniciarán el 1 de enero, entre otras regulaciones que se hicieron sobre la reelección.

 Lo malo de esa reforma es que los diputados la avalaron sin respetar el procedimiento legislativo, de ahí que dichos cambios pueden ser impugnados.

Otro aspecto negativo es que los diputados locales aprobaron una reforma para su beneficio, por lo que corren el riesgo de ser impugnados cuando alguno de ellos intente su reelección.

   El asunto de la reelección no es tan fácil y más cuando los ciudadanos tienen una pésima imagen de los legisladores.

 Nadie se tomó la molestia de preguntar a los tlaxcaltecas si están o no de acuerdo con la reelección, de ahí que si bien muchos diputados sueñan con mantenerse en su cargo, la realidad es que la mayoría tendrá problemas porque su desempeño hasta este momento es intrascendente.

 Quién puede confiar en diputados que aprueban las cuentas públicas del ex gobernador y de las dependencia estatales sin encontrar una sola observación pese a los quebrantos millonarios documentados por la Auditoría Superior de la Federación, que legislan al vapor y con el tiempo encima sin respetar el procedimiento legal, que incurren en omisión al no haber aprobado el sistema estatal anticorrupción y que se prestan a la negociación para salvar a ex alcaldes con señalamientos de malos manejos.

 No dudo que la tremenda sumisión que demostraron ayer los diputados locales sea recompensada con la liberación de los 25 millones de pesos que el Poder Ejecutivo no ha entregado al Congreso del estado desde hace unos meses.