Cuántos funcionarios de la administración estatal tendrán la capacidad de asumir el compromiso y ejecutar las acciones del Plan Estatal de Desarrollo, porque si hicieramos un balance de los primeros seis meses muchos saldrían reprobados ante los pésimos resultados que han entregado hasta el momento.

MM PED 2

Casi seis meses tuvieron que pasar para que los tlaxcaltecas pudieramos confirmar que la realidad del estado no es tan alentadora como se pensaba, pues el diagnóstico del Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021 refleja que las condiciones de vida de los habitantes no son las mejores.

Las cifras en diferentes rubros no son tan positivas, pues en términos reales demuestran que Tlaxcala enfrenta grandes retos y oportunidades. Por el tamaño de su economía y su contribución al Producto Interno Bruto del país, nuestro estado se ubica en el último lugar a nivel nacional.

En la actualidad, 74 por ciento de la población económicamente activa del estado vive con 5 mil 607 pesos mensuales o menos, cantidad que difícilmente alcanza para cubrir las necesidades básicas de una familia.

Es evidente que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez evitó entrar al detalle de las cifras y optó por enviar una serie de mensajes durante la presentación del mencionado plan, pero también aprovechó ese foro para detallar algunas acciones concretas que se pondrán en marcha y que sin duda terminarán con la parálisis que se percibía en su administración.

Anunció la remodelación de la Central Camionera y la ampliación del estadio Tlahuicole, así como también confirmó la puesta en marcha el Instituto de Profesionalización del Magisterio, del Consejo de Desarrollo de Capital Humano de Tlaxcala y del Consorcio de Investigación Científica del Conacyt.

En materia de seguridad reveló que el número de policías aumentará en 50 por ciento, así como también el número de patrullas y tecnología para enfrentar la ola delictiva que se registra en Tlaxcala.

Aunque Mena Rodríguez anunció una reestructuración en la Secretaría de Salud y en la Procuraduría General de Justicia en el Estado, lo cierto es que el reajuste de personal abarcará otras áreas del gobierno del estado.

El Plan Estatal de Desarrollo sin duda es un buen documento que de aplicarse puede contribuir al desarrollo de la entidad, por lo que ahora sólo falta ver que los recursos económicos fluyan y aterricen y que los funcionarios responsables de las acciones se pongan a trabajar, porque algunos han demostrado en estos meses que lo suyo es la simulación.

Las prioridadesdel gobierno del estado no cambiaron y será la salud, el empleo y la educación los ejes principales que soportarán el desempeño de esta administración.

El mensaje más claro que quizá envió Marco Mena es que en su gobierno el único protagonista será él y que sus colaboradores y aliados deberán dejar las grillas y los reflectores para tratar de asumir roles que no les correponden.

Los primeros lugares del evento fueron ocupados por ciudadanos y los funcionarios tanto estatales como federales, así como diputados locales y alcaldes fueron ubicados en la segunda y hasta la sexta fila, lo que demuestra que hoy el poder se ejerce de una forma diferente en Tlaxcala. O no Mariana.