Los cambios de mandos medios en las dependencias estatales estarían por darse una vez que ya se comprobó que algunos servidores públicos no supieron aprovechar la oportunidad para sumarse al nuevo equipo de trabajo. Después de la presentación del Plan Estatal de Desarrollo se podrían conocer algunos movimientos.

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Una de las áreas del gobierno donde existía un marcado control del ex gobernador Mariano González Zarur era la Procuraduría General de Justicia en el Estado, dependencia que en breve podría ser sometida a una reestructuración que sin duda implicará el cambio del personal.

El actual procurador, Tito Cervantes Zepeda, no se desesperó y empezó a trabajar con un personal que no respondía a los intereses de la dependencia, sino a los de la ex titular de la PGJE, Alicia Fagroso Sánchez, quien era informada puntualmente de los casos de alto impacto y de cada una de las averiguaciones que se abrían.

Por lo anterior y otras razones de peso el ex subprocurador Víctor Pérez Dorantes fue despedido, camino que en breve estarían por seguir algunos comandantes miembros de «La Hermandad» que comanda el tenebroso César Maza, con obscuros antecedentes cuando trabajó para el general del Ejécito Mexicano Jesús Héctor Gutiérrez Rebollo.

Hace unos días, Tito Cervantes no soportó más la arrogancia y prepotencia del comandante encargado de los delitos de desaparición de personas y de trata, Víctor Alberto Caña, por lo que fue suspendido junto con una agente del Ministerio Público.

Se comprobó que ambos funcionarios les daba por gritar a las víctimas o familiares que acudían a verlos a sus oficinas para para preguntar sobre el estado que guardaban sus casos en la dependencia.

Tito Cervantes y el encargado de la subprocuraduría Antonio Aquiahuatl Sánchez están interesados en mostrar un rostro diferente en la PGJE, por lo que hoy atienden presonalmente a víctimas que exigen justicia y les informan del avance de las investigaciones.

El diagnóstico del personal de la Procuraduría General de Justicia en el Estado está muy claro y el cambio de funcionarios llegará muy pronto. Podría ser la primera dependencia del gobierno estatal que sufra un reajuste importante en la plantilla laboral.

En el nuevo esquema y forma de trabajo de la PGJE, es probable que no tengan espacio Nohemi Nophal, subjefa del departamento de Investigación Región Sur con sede en Tlaxcala, ya que a parte de seguir siendo los ojos y oídos de la ex procuradora Alicia Fragoso, es una funcionaria que rara vez está en su oficina. Al personal que se muestra servil lo protege y a los que se dedican a trabajar lo molesta y lo maltrata.

Ella y el ex subprocurador Víctor Perez fueron los que coordinaron la detención de los policías estatales acusados de secuestro expres, mismos que fueron torturados y que al final salieron libres porque nunca pudieron acreditarles el delito por el que fueron detenidos.

Me queda claro que ese tipo de funcionarios son los responsables de la mala imagen que carga hoy en día la PGJE.