Nadie se explica aún porque los cambios en algunas instituciones educativas se han prolongado, sobre todo cuando hay claras evidencias de que son manejadas de manera irregular por funcionarios que fueron designados por el ex gobernador Mariano González Zarur.

cobat siguito

Ahora que el secretario de Educación Pública de Tlaxcala, Manuel Camacho Higareda, anda muy interesado en su responsabilidad dizque para mejorar la calidad de ese sector, debería darse una vuelta por el Colegio de Bachilleres que controla David Flores Leal porque el desorden que prevalece es mayúsculo.

Primero debería revisar la nómina de ese subsistema educativo de Tlaxcala para que compruebe que personas allegadas a Flores Leal cobran salarios como subdirectores de planteles, cuando en realidad su única labor es estar cerca del director general del Cobat.

Otra anomalía que encontrará Manuel Camacho, es el pago de bonos discrecionales que se hacen en el Cobat y que sólo son para los amigos de David Flores, porque hasta le fecha nadie sabe que criterios se utilizan para asignar esas jugosas gratificaciones.

Pero si el secretario de Educación Pública piensa que las anomalías financieras y administrativas del Cobat le van a llegar a través de un reporte, está equivocado porque resulta que el Contralor Interno, José Luis Pablo Meléndez Cruz, lejos de hacer las observaciones correpondientes se encarga de pasar los tips a Flores Leal para que éste realice las supuestas correcciones y así evitar alguna responsabilidad.

A cambio de esos servicios, a Meléndez Cruz -quien además presume ser amigo incondicional del ex contralador marianista Hugo René Temoltzin Carreto- se le permite tener largas ausencias en su centro de trabajo, sin que María Maricela Escobar Sánchez, actual contralora del Ejecutivo se de por enterada.

Por lo que respecta a la situación académica del Cobat, Camacho Higareda debería preguntar porque el personal de esa dirección y subdirección no hacen nada ni se preocupan por la calidad educativa de los planteles de ese subsistema.

El director Académico, Víctor Serrano, protegido del ex titular de la SEP, Tomás Munive, simplemente se dedica a cobrar y simular que trabaja. La subdirectora María de la Luz Patricia Ramos Cortés lleva ya casi diez meses de incapacidad, gozando todo ese tiempo del vehículo oficial y de la gasolina que recibe por parte de la institución educativa.

Sino acude al trabajo porque está enferma, entonces para qué necesita una unidad oficial que consume gasolina que sale del Cobat.

En la subdirección Académica se tienen contabilizados 28 trabajadores, entre ellos 15 jefes de materia, que prácticamente cobran por no hacer nada, ya que desde hace 10 meses se encuentran relajados y sin presiones de ningún tipo.

También valdría la pena que Manuel Camacho pusiera mayor atención al conflicto intergremial que se vive en el sindicato de trabajadores administrativos, pues la terquedad de David Flores de imponer a Juan Netzahuatl Saldaña como líder podría detonar en protestas de los empleados.

Hasta donde se sabe, Juan Netzahuatl no goza del respaldo de los trabajadores administrativos del Cobat, pues ellos se quejan de que nunca ha realizado una labor como bibliotecario -esa es su plaza- ya que siempre llega a checar y se salea atender asuntos ajenos a la institución.

Además, su cercanía con el poder le ha permitido meter a trabajar a su esposa Faviola Maldonado Grande, a su hijo Jonathán Netzahuatl Maldonado y a su hermana Elizabeth Netzahuatl Hernández, quienes reciben elevados salarios que no corresponden ni a su perfil ni a la supuesta actividad que realizan.

El conflicto por la dirigencia del mencionado sindicato se podría recrudecer si el recurso legal que presentó la actual líder del gremio Hortensia Briones Torres prospera, pues prolongaría por un año más su periodo.

Ojalá Manuel Camacho vaya de los dichos a los hechos y demuestre que quiere transformar y modernizar la educación pública en Tlaxcala, porque sino es capaz de corregir las anomalías antes mencionadas difícilmente podrá entregar buenas cuentas.