En casos como San Pablo del Monte o Apizaco, los alcaldes electos se trajeron la charola llena, con 13 y 10 millones de pesos cada uno, el resto… entre azul y buenas noches
En el arranque de los nuevos gobiernos municipales es tradición la visita de los alcaldes electos con sus amigos integrantes de la Cámara de Diputados. Les pasan la charola y, casi siempre obtienen de ellos un importante y generoso empujón para comenzar con alguna obra.
Es interesante ver el comportamiento de los legisladores. Unos dan, otros se escabullen, se hacen ojo de hormiga o desconocen de lleno a sus paisanos, que recorren piso por piso los edificios del Palacio de San Lázaro, y a casi siempre encuentran apoyo en otros, no en los representantes de Tlaxcala, por ejemplo los tres priístas.
Es decir, aquí la amistad y los compromisos están de pormedio. Los poderosos inquilinos de la Cámara Baja, no sueltan prenda si no están más que convencidos que ello les redundará en beneficios posteriores… amarres para las campañas venideras, manga ancha para palomear constructoras, en fin aun sin comenzar las nuevas administraciones ya se han tejido nuevas telarañas. Ya tienen en la mira a los alcaldes con los mejores potenciales.
Y también a aquellos a quienes habrán de colocar piedras en el camino, difuminar tarjetas negativas a los demás diputados, en fin, ha comenzado la subasta, que a veces a quienes fueron electos para los municipios más pequeñitos, salen con el carrito de las compras atascado de apoyos.
Por ejemplo, Julio Cesar Hernández, de Apizaco no dejaba de sonreir con los diez millones, aportados para la causa por Juanito Corral. Al nuevo alcalde de San Pablo del Monte le fue mejor. Se trajo 13 millones. Ambos munícipes fueron los más rayados con los recursos.
Digamos que hay otro nivel. Los que pudieron hacerse con un promedio de cuatro a cinco millones de pesos.
En ese sitio están Papalotla, Texoloc, Tetla, Tlaxco, Calpulalpan, Chiautempan, Cuapiaxtla, Huamantla, Ixtenco.
De ahí hacia abajo, los apoyos de los diputados federales, digamos que son bastante parcos o con una línea superior de no dar ni máiz a los y las pedinches presidentes municipales electos.
Con dos millones o menos se encuentran los municipios de Xicohtencatl, Atlangatepec, Altzayanca, Contla, Tequezquitla, Españita, Tlaltelulco, Mazatecochco, Nanacamilpa, Tetlahnocan, Santa Cruz, Xiloxoxtla, y la lista es larga. Por lo menos se trajeron un millón para arrancar sus largas administraciones, de cuatro años y ocho meses.
Y claro, este ejercicio de salir del territorio estatal para rascarle por donde puedan tiene que acompañarse de una presencia más que permanente en sus respectivas plazas porque, por ejemplo en Tlaxcala, la voracidad de los que ya se van los tiene prometiendo los grandes descuentos a quienes paguen por adelantado el agua potable o el predial.
Es decir, están cobrando lo que ya no les corresponde, pero con estos vacíos de la ley, esta es la casa del jabonero… el que no cae, ya saben, resbala.
Ya se pusieron las pilas
Tuvo que llegar el Ejército y los elementos de la Gendarmería para que a las policías estatal y municipales se les activara la vocación de verdaderos vigilantes.
Y eso quedó demostrado ayer frente a Ciudad Judicial, donde cuatro hampones a bordo de una camioneta Tahoe –según reportes oficiales- ya eran monitoreados por federales y estatales, en una labor de inteligencia que rindió frutos.
Esos sujetos robaron cerca de Ciudad Judicial un tráiler con caja seca. Subieron al conductor a su camioneta y pensaron que su crimen estaba perpetrado. No contaban con que los someterían. Y ya saben ustedes, opusieron tal resistencia que nos queda claro su profundo conocimiento en el manejo de las armas y la sangre fría, propios de quien es un profesional.
Esto originó el cierre de la rúa México Veracruz, entre Sanctorum y el libramiento de Apizaco a Huamantla. Como de película. Hubo ráfagas de armas exclusivas del Ejército, pero en manos de los maleantes. Al final los atraparon. Uno de ellos resultó herido y lo mandaron al hospital general de SESA.
Este tipo de reacción debió ocurrir cada día del sexenio de Mariano González.
Pero solo hasta que falta poco menos de dos meses para que se vaya pudo activarse esta etapa de eficiencia.
Con razón somos los campeones de robo en carretera, según la Cámara del Autotransporte de Carga (Canacar). Nada más que las víctimas ya están conscientes que pierden su tiempo si acuden a la autoridad tlaxcalteca. Por eso no hay registro y resulta que somos una de las cinco entidades más seguras del país.
La violencia a lo largo del territorio tlaxcalteca es una constante. No pueden dejarnos ni el ejército ni la Gendarmería. Aquí, estamos casi seguros por las insistentes voces que así lo denuncian, elementos de la policía estatal, pueden ser o miembros o encabezar a las peligrosas bandas de atracadores.
Mariano ha rehuido a abordar este tema. Como es un iracundo y ofensivo con reacciones muy bien conocidas por todos, entonces estamos ante o un cómplice de este saqueo a los particulares o, en el peor de los casos ante el capo mayor.
Esa es su conducta. Por eso no podemos quedar a su merced. Porque no se tentaría el alma para quitar cualquier obstáculo que perjudique su voracidad.
Cambrón estorba
Los alcaldes perredistas electos hacían su lucha en San Lázaro. Para algunos, era una odisea porque no acostumbraban salir de su plaza.
Entonces alzó la mano el líder estatal del PRD, Manuel Cambrón Soria. Denme chance de ser su gestor y les va a ir bien.
Tuvo la confianza de los munícipes, a nombre de ellos anduvo pasando la charola pero, al final de cuentas no consiguió ni para un pan.
De no haber sido por aquellos con buenos resortes, la nueva ola de alcaldes y alcaldesas perredistas solo se hubieran quedado mirando.
Ah cómo despreciaron al estorboso Cambrón… bueno para la gestión… ¡sí cómo no!
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