Le han resultado faltos de sustancia los litigios que pretendían tirarlo, lo mismo por errores de sus denunciantes que por los servicios de quienes seguramente serán recompensados
El priísta Marco Mena ha comenzado a formar parte de una clase política despreocupada por el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a la petición del Partido del Trabajo (PT), de echar abajo una elección plagada de irregularidades.
Debemos ser fríos. Si la solicitud de nulidad promovida por el PRD y su ex candidata a la gubernatura de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, han tenido palo tras palo, saltando de instancias locales al INE, y de ahí al TEPJF, el litigio petista digamos que carece de un sobrado apuntalamiento, como debería si es que quieren enfrentar y vencer a los sinvergüenzas saqueadores de recursos, hoy operadores de un PRI que solo mediante argucias intenta reponerse al estrepitoso hundimiento, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto (y su gran amigo Luis Videgaray).
El asunto es que Mena Rodríguez estuvo ayer en el estado de Hidalgo, atestiguando la protesta de Omar Fayad, el nuevo gobernador de aquella entidad.
Se le puede ver a lado de su intenso amigo (por no llamarlo de otra forma) Mariano González Zarur. De Tony Galy, el gobernador morenovallista, también a lado del grandulón vecino de aquí junto, Rafita Moreno Valle Rosas. Se le vio posando para la foto con Carolina Monroy y otros distinguidos priístas, en fin, los intentos de Lorena solo han quedado en eso. Su movimiento se disipa.
Mi pregunta es si, consciente del paquete que le espera, ¿cuánto tiempo va a demorar Marco Mena separar los intereses de la que todo indica que será su administración, de la de Mariano?
En este momento, los dos hijos del mandatario tienen ya una relación con Mena. Uno, el diputado Mariano González Aguirre, como el recomendado del cártel para darle atención personal en un Congreso de poco más de veinte meses, al cual los activos diputados actuales le han comido la gran parte del banquete llamado cuentas públicas.
Junior tendría una porra encabezada por el variopinto –y simpático (o yea)- Enrique Padilla, obscuro personaje de las catacumbas de la conveniencia a quien liderazgo y trabajo se le resisten.
Los demás integrantes de la nueva Asamblea formarán dos bandos. Digamos los que aun con membrete opositor se encuentren más que dispuestos a cotizarse caros para atiborrar sus cuentas bancarias. Y aquellos que pese a un efímero paso por Allende 31, se asuman en contrapesos de una complejidad interesante.
Ese grupo lo encabeza el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, para quien lo importante en este turno al bate, es devolver la dignidad a un Congreso montado en un pragmatismo humillante pero productivo para cada uno de los pobres que salen ricos… de los buenos para nada en el mundo productivo, pero avispas para hacer fortuna en la circunstancia que la vida les ha dado.
La otra, pues es Mariana González Foullón, delegada de Sedesol, donde se manejan recursos en serio, y donde se encuentra una plataforma hecha a la medida para contender por un escaño en el Senado de la República.
Nombres de posibles…
Lo más seguro es que la mayoría de los nombres que ya empiezan a sonar obedezcan a una labor de autorpomoción, quien quita y los palomean, y vuelven a estar incluidos en la nómina.
Por ejemplo, corre el rumor (uy que fello) que Hugo René Temoltzin, podría repetir como contralor, o bien remover de su lugar a su querida amiga Alicia Fragoso Sánchez, la procuradora fría, impasible… e ineficiente.
Oigan esto: que el mismísimo Noé Rodríguez Roldán, ya se perfila para ocupar una chamba en el nuevo gobierno (¿pues no que muy opositor… que encabezaba a un creciente plural grupo capaz de hacer estruendo?) mírenlo, con una chamba se conforma.
Dicen que al hijo de Néstor Flores, el eterno vocero y escudero de Mariano, lo pasarían de director del Instituto Tlaxcalteca de los Jóvenes (ITJ) a la secretaría particular, y que al actual delegado del Infonavit, Fernando León Nava (sí el que, dicen, cargó con doctores y equipo del Hospital Infantil de Tlaxcala para su sanatorio en Apizaco) jura por esta que ya le prometieron ser el nuevo secretario de salud.
En un papel un poco más serio tendríamos a Victorino Vergara, el ex director del Cecyte.
A José Luis González, haciéndose cargo del Instituto de Atención a los Migrantes (ITPM) y a Ricardo Lepe en la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa). Bueno, eso es lo que andan diciendo. Veremos a cuántos de estos sujetos se les hace el milagrito.
Y chale con lo mismo
El que ya ni la friega es Mariano cada que se suelta el bozal en micrófonos como el de la emisora de Apizaco.
Se la pasa culpando a los que llama, “gobiernos de alternancia” –el de su primo ASA y el de Héctor Ortiz- de ser los responsables de 12 años de atraso, mismos que gracias a su afortunado arribo han podido librarse.
Sí chucha…
Para empezar, el propio gobierno de Mariano obedece a la alternancia. Nada más que él lo quiere disfrazar de una especie de PRI labrado en una piedra eterna para Tlaxcala.
Nada más falso. Porque si en junio los resultados le fueron favorables no fue en función de un gran gobierno y un liderazgo indiscutible, sino que desde antes de asumir el mando, el hacendado ya diseñaba la estrategia para afianzarse en el poder una vez que su turno hubiese concluido.
Es decir, el mérito de Mariano fue lo que llamaremos ingeniería electoral, una forma de incidir de menos a más en todas las disciplinas, hasta conseguir manipulaciones masivas, como lo pudo hacer el día de la elección.
Consta de dos momentos. El dedicado a surtirse a sí mismo de las mejores condiciones para hacer negocios y enriquecerse a lo bruto. Y el otro, mediante el cual ha repartido en calidad de limosnas, miles y miles de ayudas con jiribilla, ha amenazado a empleados con quitarles la chamba y ha permitido este desgobierno que hoy padecemos.
Si tan bueno hubiera sido como se describe en sus alocuciones radiales, Mariano no tendría este vacío de poder, manifiesto en la más aguda inseguridad, en un crecimiento negativo del estado, vamos hasta en el plagio de programas atribuibles a administraciones pasadas, como el famoso Foro Automotriz.
La falta de creatividad e inventiva de los marianistas –fomentado por el mismo megalómano- dotó a esta administración de miles de autómatas obedeciendo la voluntad de su tlatoani, entre ignorante y perverso, pero muy eficiente para hacer los grandes negocios con el dinero de los tlaxcaltecas (negocios siempre a su favor).
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