De arriba abajo, metieron la mano en el proceso Lorenzo Córdova, Mariano, Ángel Espinoza… los consejeros deben separarse y no estorbar las investigaciones del MP
Algo muy pesado originó el raro comportamiento de los consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).Los escándalos se han sucedido uno tras otro y, al tiempo que la escasa moral de esos integrantes del órgano-árbitro los muestra claramente alterados, también asoma el resentimiento suyo, porque sin siquiera advertirlo vendieron su dignidad.
¿Qué es ese concepto tan pesado sobre la conciencia de los consejeros?
Dicen que la amenaza sería hecha por el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, en contra de cuatro consejeros locales, uno de los cuales, Aldo Morales dejó de existir hace unas semanas. El resto lo incluirían Denis Hernández Blas (comisión de quejas, denuncias y gobierno interno),Norberto Sánchez Briones (comisión de gobierno interno) y Yareli Álvarez Meza (comisión de vigilancia de registro de electores).
En términos reales ese amago sería más bien un cohecho. Incumplir las condiciones equivaldría a quedar fueradel instituto y sin el respaldo legal de los árbitros federal y local, devaluados ambos en viles miembros del crimen organizado. Tomemos en cuenta el tiempo que dura el encargo de los consejeros, entre tres y siete años. O sea, desentenderse de los pactos mafiosos sería eso, quedar fuera de la mafia, vulnerable a los múltiples enemigos.
Es necesario decir que los consejeros han perdido la noción del tiempo. Su desempeño dejó de regirse bajo principios de certeza, imparcialidad y legalidad. Se convirtieron en los ejecutores de una interminable lista de delitos electorales, que han vuelto a poner el tema de la elección de gobernador sobre la mesa y la posibilidad muy real que dicho proceso sea anulado.
Pero, ¿quién es el capataz del hacendado local y el catrín del INE, encargado de mantener corta la soga a cada consejero reclutado por esa mafia?
Los propios consejeros y otros integrantes del ITE aseguran que es Ángel Espinoza Ponce, el representante del PRI ante el instituto, y prácticamente dueño de la franquicia de la cual habría obtenido ganancias exponenciales, nos dicen, y además colocado en su mano el destino de consejeros como Elizabeth Piedras Martinez, actual consejera presidenta que descubrió ante el Pleno el latrocinio protagonizado por la anterior consejera presidenta del entonces llamado Instituto Electoral de Tlaxcala (IET), Eunice Orta Guillén, como todos ustedes saben, esposa del señor Ángel Espinoza Ponce.
Si en el IET, este hizo de su cónyuge una marioneta, en el ITE ideó una nueva forma de manipulación: como representante del PRI. Entonces concentraría los recursos económicos del gobierno estatal y la perversa conducción del Instituto Nacional Electoral (INE), muy interesado vía Lorenzo Córdova, en activar con consejeros a modo el laboratorio electoral en el estado por cuyas dimensiones tan estrechas, nadie notaría el trabajo por consigna para quedar bien con Presidencia y con el PRI.
Sentido de pertenencia
Muchos escucharon de la consejera presidenta del ITE, Elizabeth Piedras Martinez: “está enojado porque no le dimos nada”. Se refería al petista Jesús Portillo Herrera, a quien arbitrariamente desplazaron de su lugar como candidato a una diputación plurinominal, aplicando criterios de paridad de género.
Elizabeth saldría en defensa del consejero Raymundo García Amador, presidente de la comisión de prerrogativas, quien planteó a Jesús Portillo –este lo grabó- diversas exigencias para no sacarlo de la lista de diputados pluris.
La voz de dicho consejero quedaría grabada pidiendo 10 por ciento de las prerrogativas de su partido al petista durante los tres años siguientes. Eso Portillo no lo aceptó. Entonces el consejero suavizó sus pretensiones: “150 mil pesos, una comida para todos los consejeros, y un recurso para el personal de oficialía de partes”.
No estorbar
El consejero Raymundo García Amador, tiene la obligación de renunciar al cargo para no estorbar en las investigaciones a cargo del Ministerio Público, pues sobre él pesará una denuncia por extorsión.
El INE tendría la obligación de correr a los tres consejeros mencionados líneas arriba y a los otros dos, uno sorprendido haciendo una vulgar extorsión y la otra, defendiéndolo.
Cuando hemos hablado del destino que corrieron los consejeros electorales de Chiapas, no imaginábamos que, su tremenda falta consistió en aplicar irregularmente criterios de paridad de género.
En realidad, el INE los toma como ejemplo para amenazar a consejeros como los de Tlaxcala: “¿ves cómo los mandamos al diablo, a ti te puede pasar lo mismo”. Ese es el mensaje.
Con el respeto debido a una persona desaparecida, hubo testigos que pudieron ver al extinto consejero Aldo Morales, ya sin fuerza en sus manos a consecuencia, nos confiaron, de la extrema presión ejercida por sus altos mandos.
Cochinero
No hay en la historia moderna de Tlaxcala un ejemplo tan dramático de corrupción como el vivido en el actual proceso electoral.
El ITE se la pasó violando el Estado de Derecho. Pagó con vales a sus empleados, permitiría la inclusión de boletas falsas, dejó caer el Programa de Resultados Preliminares, hoy está en la mira con la distribución de diputaciones plurinominales, extorsionó a candidatos y partidos, se encuentra inmerso en la incapacidad para definir regidores.
La lista es larga.
Y la elección se puede anular.
Tantos actos de corrupción dotan a los partidos políticos de herramientas para impugnar los resultados, producto de un proceso plagado de trampas, tráfico de recursos, engaños, y toda falta atribuible a un puñado de delincuentes doblegados por dos capos, Mariano en el ámbito local, y Lorenzo Córdova en el nacional.
Así serán buenos para organizar elecciones.
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