Son evidentes las corruptelas, el ocultamiento de registros y el ensuciar a todos los partidos, con una crisis que detonó en el PRI: todo ello en medio de graves violaciones laborales

Dora Rodriguez Soriano, ITE, Fracaso, Caricatura, Tlaxcala En Linea

El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) se desmorona. Y con él la elección del cinco de junio se halla en inminente riesgo. No habría peor ciego que aquél necio en dejar de contemplar la etapa de desestabilización ocasionada por consejeros irresponsables, voraces y farsantes.

Irresponsables porque a un mes de los comicios carecen de los listados de candidatos de todos los partidos, sin embargo ya anunciaron que van a gastar 17 millones de pesos (mdp) en boletas electorales.

¿Con qué criterio los consejeros decidieron invertir dicho recurso -por cierto a una empresa que fue invitada por el ITE, no pasó por un proceso de licitación- si a estas alturas ignoran los nombres de los candidatos a alcaldes?

Lo que se pensaba que había iniciado con el caos priísta de la venta de candidaturas y la venganza de los candidatos esquilmados por el líder estatal de ese partido, José Luis Ramírez Conde (cuando la fuerte llamada de Manlio Fabio Beltrones), se extendió a todos los partidos.

Nos da la impresión que los consejeros, se reunieron un día, decidieron repartirse el presupuesto y lo desaparecieron. Pensaron primero en ellos. No advirtieron que necesitaban empleados para sacar la elección. Hoy, no tienen más alternativa que esclavizar a decenas de hombres y mujeres que deben conformarse con pagos miserables en graves condiciones laborales.

El cuerpo les duele de tanto estar en San Manuel. No comen, ni si quiera tienen agua suficiente. Les dan un garrafón al día. Los obligan a checar su hora de entrada, lo hacen otra vez cuando deberían salir pero no pueden dejar el ITE. Es cuando comienza la jornada que culminará hasta que los consejeros terminen de sesionar. Esto puede prolongarse hasta las dos o tres de la madrugada.

Hay de aquél que al día siguiente llegue tarde. En eso de los ajustes, el ITE sigue desmoronándose, además de la salida de Lorena Temoltzin del área de comunicación social, también se presentó la renuncia del director de Organización Electoral, Capacitación y Educación Cívica, Miguel Ángel Castillo Tapia.

El asunto no es menor considerando que estamos a poco más de un mes para la elección y dicha área es pieza clave.

A los consejeros y su presidenta les quedó muy grande el puesto, al resquebrajarse su estructura se hace evidente su falta de liderazgo y habilidad directiva, claro, en perjuicio de los electores.

Este fin de semana, los consejeros personalmente se dedicaron a promover la nueva redistritación. No tienen recurso para hacer una campaña seria, como se los exige la Ley. ¿Cómo si ese dinero ya se lo repartieron, y ya se lo gastaron?

Los responsables

La acusan de ser una activista de Mariano González y del PRI en el ITE. Es la consejera a cuya responsabilidad se encuentra el registro de los candidatos: Deniss Hernández Blas, sin duda el elemento con más méritos para enfrentar un juicio político que permita a los diputados, primero sacarla del ITE y luego fincarle las responsabilidades legales por las que tiene que responder.

Mientras Hernández Blas, presiona a sus colaboradores para alcanzar el error cero en el registro de candidatos pues de lo contrario la elección se viene abajo, las condiciones en que esos empleados lo hacen son muy lamentables. A penas conscientes debido a las prolongadas jornadas, sin comer, sin beber agua porque no hay, bajo un escrutinio cruel pues las quejas se consideran traiciones.

La diferencia en cargas de trabajo

Los consejeros se conducen como todos unos ejecutivos, y dan entrevistas y hablan del avance democrático gracias a instituciones como el ITE, la realidad laboral en San Manuel no es menos conmovedora.

A los consejeros les gusta la buena comida, el buen vino, los autos nuevos. A sus empleados recién los hicieron firmar el contrato correspondiente al mes de marzo de este año. Junto a ese contrato se encuentra la correspondiente carta de renuncia. Una inconformidad expresada causa en automático el despido.

Lo que tienen enfrente

Una elección muy reñida, con abanderados que tienen alto nivel de competencia. No se había visto un escenario con encuestas tan cerradas. No se había visto la capacidad de agresión entre ellos, las descalificaciones personales, relacionadas con sus respectivos patrimonios, pese a la cercanía de las familias entre la candidata del PRD y el del PRI.

Se requiere un árbitro robusto, enérgico y de reacciones oportunas. Lo que se tiene es un contexto donde cada cual parece defender un compromiso adquirido a cambio del puesto y por el que además han recibido recursos extralegales.

Esta crisis que enfrenta el ITE nos lleva a pensar en que no tarda en colapsar, pues solo haría falta el abanderamiento de algún vivales que les tenga bien medidas las vulnerabilidades a los consejeros para paralizar el desempeño del instituto. Razones laborales las hay de sobra. Otras, que denotan actos de corrupción, ocultamiento e inacción, despojan al ITE de la certeza, imparcialidad y credibilidad con las cuales tendría que estar actuando en este momento.

Falta liderzgo

Pese al grado académico esgrimido como su carta de presentación, la doctora Dora Rodríguez Soriano, consejera presidenta del IET, da muestras de miedo y agotamiento en contra de un sistema que se propasó con un instituto donde cada quien responde a sus intereses, olvidándose que el árbitro en sí, demanda un estado de compromiso y concentración absolutos.

Rodríguez Soriano se desligó del orticismo pues pese a haber egresado de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) y colaborado con dicho grupo, en cuanto pudo ingresó al sector salud nacional. Y ahí hizo carrera.

Más tarde ocuparía un cargo en la Secretaría de Salud, en Tlaxcala. Y aquí fue donde hubo intentos por fincarle responsabilidades debido al manejo de recursos que tuvo a su cargo. En los tribunales nos enteramos que de ello salió airosa. Sin embargo la impresionaron, la intimidaron y acotaron su autoridad.

La investigaron y decidieron actuar donde suponían era más débil. No prosperaron.

Otros, como Deniss Hernández Blas, se asumieron dueños del ITE.

Hoy esta consejera lo tiene al borde del colapso.