Trayendo a Salinas se proyectó como ni él llegó a imaginarlo; hoy los 31 gobernadores lo ven como el anti manual de la politica
Una soberbia improductiva se aferró a las manos de las dos políticas en posiblidad de construir la alianza capaz de generar alternancia. Y como ninguna cedió, helas cada una por su lado repitiéndose hasta la saciedad que siempre la razón les asistió.
Una de ellas, la de las manipulaciones a su diligencia estatal y consecuente hartazgo a sus mandos superiores -encabezados por Ricardo Anaya- legará la duda sobre la insana relación con el señor manchis, de la cual ya hay herederos, «el poder es el poder», según lo gritó Ángelo Gutiérrez, a las puertas del hogar otrora suyo, pero borrado de su importantísima agenda personal.
Y en este momento la disputa se traslada a un sólo partido, al PRI, donde un desquiciado Mariano no quita el dedo del renglón respecto a su proyección transexenal.
Sus ojos enceguecidos por esa ira suya tan clavada en la ignorancia no alcanzan a contemplar los desafíos tan altos contra los cuales no da tregua.
Pasó por su oxidado arco de triunfo que en su partido es ley el palomeo del Presidente para cada abanderado en los estados.
Y por si fuera poco no cesa en sus embestidas contra los dos, presidenciables por cierto, a los cuales esta necedad hacendada seguramenre los habrá llevado a urdir mecanismos complejos como infalibles para superar a la versión corregida y aumentada del gobernador que ha perdido tanto el piso como de vista, las consecuencias de sus actos.
Mariano no se ha dado tregua a si mismo, para dimensionar el limbo en el que ya flota, y aún sin arreglar sus faltas originales está echado para adelante. Ayer mismo ordenó al jeton Javier Michel -un personero suyo que cobra en el despacho y se ostenta como delegado del CEN- anunciar con bombo y platillo la gran alianza con el Verde, el PT, y el barril sin fondo comandado por Rosalía Peredo Aguilar.
No es malo su plan. Bueno, ya contó hasta con el innombrable ex presidente Carlos Salinas de Gortari para enviar mensajes a su superioridad respecto a quien tiene en realidad el mando (hay quienes dicen que el de Agualeguas vino a pitorrearse de los dos marianos).
Oigan, ¡qué poderoso es Mariano!. Da instrucciones al presidente Peña Nieto, pasa por encima del secretario Osorio Chong, de Gobernación, y hasta se da el lujo de desafiar al líder Nacional de su partido, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
¿Capacidades metaconstitucionales, cándida ignorancia de ranchero-tahur, o un miedo de este tamañote a que sus tropelías sean descubiertas y procesadas?
Creo que las tres.
González Zarur es un híbrido que ocupará un lugar muy especial en la historia moderna del país. No como un tirano porque se queda corto; tampoco como el gean estratega porque lo suyo es la embestida a ciegas, pero mirenlo, ¿a ver, quién se había atrevido a traer a Salinas para doblar al CEN y a la SEGOB?
Los 31 gobernadores restantes lo ven como ejemplo, sí, de lo que nunca harán, ni en sus peores pesadillas.
¿Tantas necedades serán para negociar su futuro político, eso estará pensando?
Díganme, ¿qué posición sería ideal a Mariano en el Gobierno Federal?
¿Tiene el nivel de Videgaray, de Nuño, Osorio o Manlio?
La neta, no.
¿Está bueno para subsecretario o embajador?
Tampoco.
¿A qué aspiraria entonces?
¿A no ser huésped de Puente Grande?
¿Habrá advertido que su notoriedad lo tiene en las lupas del SAT y de la Auditoría Superior de la Federación?
A eso le llamo ser un político temerario.