Nadie sabe si sólo se empatará la elección de diputados con los comicios del 2018 o también se incluirá la de alcaldes.
Martín Ruiz
Las prisas y los arreglos monetarios no son recomendables cuando se quiere hacer una reforma electoral seria y responsable, porque ese marco legal debe generar certeza y estabilidad para dar gobernabilidad a las futuras autoridades.
Es una lástima que los legisladores locales sean incapaces y que brillen a nivel nacional por su negligencia.
Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación evidenciaron el pésimo trabajo que se realiza en el Congreso del estado, pues por culpa de los legisladores fue declarado inválida la reforma electoral para Tlaxcala, lo cual resulta grave cuando estamos a unos días de que inicie formalmente ese proceso.
La razón fue sencilla pero de gran peso. La Corte determinó que los diputados fueron incapaces de cumplir con la reforma electoral del 2014 que se aprobó a nivel nacional y que obligaba a todos los estados del país a empatar por lo menos una elección local con los comicios federales del 2018.
A los legisladores tlaxcaltecas se les hizo fácil y no cumplieron con esa disposición, de ahí que decidieron por sus pistolas empatar la elección de gobernador, alcaldes, presidentes de comunidad y diputados con los comicios federales del 2021, situación que no fue aceptada por los ministros que sesionaron en la mañana de ayer.
La Corte obligará al Congreso del estado a llevar a cabo una nueva reforma para determinar si empatan la elección de diputados o de alcaldes con los comicios de 2018, ya que la de gobernador si fue acepta y los ministros avalaron que el próximo mandatario de Tlaxcala permanezca en el cargo cuatro años y ocho meses – enero de 2017 a agosto de 2021-.
Ahora no se sabe si los soberbios legisladores optarán por empatar la elección de diputados o ediles o sólo la primera, pues no hay que olvidar que muchos de ellos quieren brincar del Poder Legislativo hacia a algunos ayuntamientos.
Si se aplica los criterios que ya aprobaron, los presidentes municipales durarán en sus puestos cuatro años y ocho meses, lo que no sucedería con los diputados que prácticamente tendrían una permanencia de un año ocho meses, lo cual a muchos que buscaban esa posición ya no les va a gustar porque igual y no recuperan la inversión que harán para llegar al edificio de la calle Allende.
O para hacer más complicada la vida política en la entidad, los diputados podrían aprobar una reforma que establezca que tendremos un gobernador para cuatro años ocho meses, diputados para un año ocho meses y presidentes municipales para tres años.
Pero no descarte que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le siga dándole sus zapes a los diputados tlaxcaltecas, ya que aún puede declarar inválidas las reformas aprobadas en varias leyes reglamentarias en materia electoral.
El bodrio electoral que hicieron los actuales legisladores está plagado de inconsistencias y contradicciones. Por citar un ejemplo, mientras la ley federal establece como plazo fatal para establecer las alianzas el 1 de diciembre, en Tlaxcala la ley permite que las coaliciones se definan hasta el 2 de enero, cuando los partidos ya están llevando a cabo sus procesos internos para elegir candidatos.
Dicen que Mariano González Zarur ya sabía del probable revés que sufriría la reforma electoral, toda vez que el domingo pasado sostuvo una reunión privada con el ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El hacendado tuvo al menos un día para valorar el impacto y determinar cuál será la mejor decisión que deberán aprobar los diputados, de ahí que si bien el panista Ángelo Gutiérrez adelantó que el jueves el Congreso del estado aprobará nuevos cambios a la norma electoral y que sólo se empatará la elección de legisladores con los comicios del 2018, hay que esperar para ver que le ordena Mariano González.
Vacunas obsoletas contra la Influenza
Alguien debería investigar y aclarar si la Secretaría de Salud y el gobierno del estado tienen responsabilidad sobre el presunto mal manejo de las vacunas contra la Influenza AH1N1, las cuales habrían perdido su efectividad tras una falla en su almacenamiento en un lugar frío.
La denuncia dada a conocer por el propio personal de la Secretaría de Salud refiere que la red de refrigeración en la jurisdicción número tres fallo, por lo que las vacunas contra ese padecimiento se echaron a perder.
Por esa razón, la dependencia a cargo de Alejandro Guarneros Chumacero determinó suspender la aplicación de esas dosis específicamente en municipios como Calpulalpan, Xaloztoc, Tetla, Tlaxco y otros.
Se sabe que la vacuna contra la Influenza AH1N1 debe ser elaborada, transportada y almacenada hasta su aplicación a una temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados para que no pierda su capacidad inmunizante.
El precio de una dosis en el mercado ronda los 390 pesos según la página electrónica Prevenstar, por lo que los daños causados al erario podrían ser millonarios. Ojalá alguien investigue el caso para que esa negligencia pueda ser sancionada, pues hay que recordar que hace unos meses también se dio a conocer que un lote de medicinas caducó porque éstas no fueron distribuidas a las unidades médicas.
Se habla que en la jurisdicción tres son 64 unidades médicas. Se calcula que el número de vacunas inutilizadas serían alrededor de 6 mil 400, que en pesos equivaldría a 2 millones 496 mil pesos tomando como referencia el costo en la página Prevestar, que es de 390 pesos cada dosis.
Habrá alguien que aclare el caso, porque con la salud de los tlaxcaltecas no se puede estar jugando.
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