Ahora que ASA le avanzó a la reingeniería del PRD, su eterna compañera, Maricarmen lo acompaña en sus planes de apoderarse de la dirigencia amarilla.

Aquello de que tras un gran hombre hay una gran mujer no aplica con el senador Alfonso Sánchez Anaya, pues pese al importante papel que le toca desempeñar en su partido, la mujer tras él, Maricarmen, parece reafirmar el papel de poder tras el trono que detentó durante años en el gobierno de Tlaxcala.

Y hoy, los dos le tiran a la dirigencia nacional de su partido. Les ha tocado preparar con empeño la mesa a la que han de sentar a viejos y nuevos perredistas, a fundadores y recién llegados, pero sobre todo, presentar a ellos la reingeniería en la que metieron al partido.

Me consta que el pragmatismo al que se ha visto forzado el ex gobernador de Tlaxcala, tiene que ver con la preocupación de que su partido tenga un papel digno en las once entidades donde hay en puerta elecciones.

Pero en estos propósitos refundatorios, me pregunto qué sería de Alfonso sin Maricarmen y de esta sin Alfonso. Conforman una alianza idílica con avances incuestionables y, también con agrios momentos compartidos.

Tan no se doblan que, primero cambiaron de objetivo, para reconocer que poco tenían que hacer en Tlaxcala, mientras Héctor Ortiz detente el poder omnímodo que tiene. Ya les costó la dolorosa derrota en el primer distrito, cuando las apuestas estaban cargadas a favor de Maricarmen.

Luego de aquella aceptación vino un período reflexivo. Y acabaron por poner los ojos en el partido. No dudo que terminen encabezándolo. Treinta y ocho años de priísta, seis de gobernador perredista y lo que va de la legislatura, de senador de ese partido –con el paso de Maricarmen, también por el Senado- hacen de esta pareja una dinámica empresa que no se detiene a lamer sus heridas.

¿Otra vez dejará Aurora la delegación del ISSSTE?

Pues parece que sí.

Y también parece que será para incorporarse al equipo de campaña de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato del PAN al gobierno de Veracruz.

Dicen que cuenta con tanto apoyo del presidente Felipe Calderón que, es capaz de ganar al negro Fidel Herrera Beltrán y sus planes transexenales.

Lo cierto es que el PAN está dispuesto a todo con tal de dar la pelea en próximas elecciones, consciente de que para 2012, el reto de vencer al PRI-Peña es demasiado alto.

Por lo pronto acopian personajes con probado panismo y lealtad a Calderón a toda prueba. Parece que Aurora es uno de esos factores y por eso la van a jalar a la campaña.

¿Apoyo a Calderón?

Así, con todas sus letras, la diputada federal Perla López Loyo, diría en corto a su compañera de legislatura, Beatriz Paredes Rangel, que la intención de su jefe Héctor Ortiz Ortiz, es jugársela con el presidente Calderón y no con la que mucho tiempo fue su jefa y formadora.

Por eso, en la elección de julio se ve que priístas y panistas de Tlaxcala se van a dar con todo. Dejarán de lado aquella alianza perversa prianista que les estuvo produciendo buenos dividendos, pero hoy por hoy, Beatriz tiene puesta la mira en coaligarse con el PRD.

Ya veremos quién encabezará esa alianza, si Minerva, con un trecho cuidado con esmero, o Lorena, que ya anda a punto de dejar la alcaldía.