El grupo de la senadora Adriana Dávila, inicia una gira por todo el estado para reencontrarse con militantes, y convocarlos a rechazar la alianza con el PRD
Queremos escucharte, puede ser el nombre de una adelantada campaña del adiós. Surge de improviso como reacción de miedo a la figura de la senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros, y su probable afianzamiento al frente de una eventual alianza PAN-PRD, urdida por sus respectivos dirigentes nacionales.
Un día la senadora panista Adriana Dávila Fernández, diseñó una gira por los sesenta municipios, ordenaría pasar la charola con los alcaldes a su empleado Carlos Carreón, y vislumbró un exitoso reencuentro con la sociedad, harta de los excesos cometidos por los políticos, bueno al menos ese es el discurso justificatorio del líder estatal del PAN.
Reconocer deshonestidad y falta de compromiso de los políticos, es un arma de doble filo usada por el dirigente híbrido albiazul; no advirtió que ese tipo de actitudes reprobables recién opacó el desempeño del Congreso del Estado, y cargó a la conciencia colectiva un espontáneo desprecio por diputados panistas que, en alianza con el gobernador priísta Mariano González Zarur, tomaron por asalto al Legislativo, acabando con el equilibrio de fuerzas.
Se hicieron con las principales comisiones legislativas y aprobaron sin oposición alguna reformas del ejecutivo redactadas en las rodillas. Lo hacen también con las cuentas públicas de dependencias y ayuntamientos, no sin antes pasar la charola, como parte de un inconcebible acto de complicidad defraudatoria usando a las instituciones.
Queremos escucharte, es un llamado al aislamiento recorriendo los sesenta municipios bajo la consigna: no a la alianza con el PRD pese a las posibilidades que ofrece para arrebatar el poder al PRI.
Se notó la ausencia de Adolfo Escobar Jardínez y de Alejandro Aguilar López, los alcaldes de Tlaxcala y Humantla, al margen ambos de la iniciativa adrianista que de entrada rechaza alianza alguna con su contraparte amarilla.
Escobar por ejemplo, antepone la coalición a la iniciativa suya de subir al carro de la sucesión.
Aguilar López, ha sido más extenso en su abanico de posibilidades para contar con un respaldo partidista.
Pero ninguno habla de aislamiento.
Aquí cabría la reflexión del ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, cuando aborda el tema de la sucesión y de la manera en que algún proyecto podría prosperar… sólo sumando los pequeños fragmentos resultantes de los encontronazos al interior de los partidos podría caber la posibilidad de restañar alguna posibilidad factible de captar votos, sugirió en declaraciones a los medios.
La división
Es notoria, tanto en el PAN como en el PRD. La crisis albiazul toca fondo con la campaña: Queremos escucharte. Dávila Fernández no tiene la representación absoluta de los panistas. Su aislamiento involucra a un número limitado de actores políticos de su partido.
El resto, o son fieles a sus principios y reprueban la parcialidad del dirigente actual, o simpatizan con liderazgos distintos; Aurora Aguilar, Adolfo Escobar, Alejandro Aguilar..
En el PRD las cosas no son mejores. La división es alentada por grupos o tribus opuestas a la senadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Es evidente la mano del gobernador Mariano González Zarur, tras grupos como el de Ubaldo Lander Corona o Gelacio Montiel Fuentes, ambos con prerrogativas comprobables para asumirse en activistas en contra de la candidatura para Cuéllar Cisneros.
La división en el PRI
Conforme se acerca el fin del régimen marianista, la militancia priísta demanda ser liberado del yugo con el cual González Zarur, la ha manejado según su conveniencia.
El nombre del diputado Marco Antonio Mena Rodríguez, se desinfló y quedó de manifiesto su baja popularidad ante una militancia, insisto, determinada a liberarse de la opresión del hacendado.
Surge entonces la figura del diputado federal Ricardo García Portilla, quien en la elección pasada se estrenó ganando un proceso en las urnas, del cual por cierto es necesario señalar que fue posible gracias a la intervención de operadores enviados por el CEN y directamente por Presidencia.
El engaño consistió en manipular información que sugería los votos en cascada, gracias a la rotunda obra de Mariano, cuando en realidad fue la suma de liderazgos convocados por los enviados de Peña y del PRI nacional. En otra circunstancia, el partido habría quedado a la deriva.
Con una convocatoria sobresaliente, una vez más aparece el calpulalpense Noé Rodríguez Roldán, y comienza a acaparar militantes sueltos, y otros hastiados de la influencia de Mariano. Lo mezcla en un llamado grupo plural y es hoy, el priísta incómodo al ejecutivo local, reacio a alinearse con la línea que pretendía sacar un candidato improvisado e impopular, como resultó Mena Rodríguez.
Morena se afianza
La virtual candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Martha Palafox Gutiérrez, ha quedado fuera de las disputas de estos grupos con los cuales Mariano se lio en un interminable conflicto para conseguir la división.
Acompañada del presidente nacional del movimiento, Andrés Manuel López Obrador, la senadora Palafox, recorre con una solvencia evidente los sesenta municipios, y no lo hace sola.
Incluso incluye al aún dirigente estatal de Morena, Joel Flores, y se muestra tolerante con sus detractores, comenzando por el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya y por el consejero de Morena, Homero Meneses.
Su supremacía al interior de Morena es incuestionable y contando con el respaldo de AMLO, es el primer proyecto definido que, ya acapara los reflectores en medios nacionales, que dan a Tlaxcala altas posibilidades de ser una de las gubernaturas ganadas por gente de López Obrador.
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