Bajaron sin consultarlo a Marco Mena; subieron a Ricardo García Portilla y hasta levantaron la mano Guadalupe Sánchez Santiago, Alejandro Aguilar y Adolfo Escobar
Los viajes ilustran, o también sirven para deliberadas ausencias, como parece que es la de Mariano en las Europas. Más o menos a la voz de: ahora que no estoy, hagan y deshagan… así la raza no se da cuenta que entre más mando, menos me obedecen.
El hacendado gobernador no tiene la culpa que hasta su mismo retoño pague por su lado carísimos sueldos a sus asesores, sin el conocimiento de papi. Y si el muchacho lo hace, cómo no lo van a hacer esos subordinados en cuyas manos se encuentra la toma de graves decisiones para el estado.
Esos, desde el oficial mayor hasta el secretario de educación, pasando por el de finanzas, el contralor y el de gobierno, los que hoy festejan la ausencia de ese quien le llaman amo cuando les conviene o, “el ausente” en casos como el presente.
- A su delfín, Marco Antonio Mena Rodríguez, lo bajaron del caballo precisamente aprovechando su viaje del otro lado del charco. ¿Lo consultaron?, eso no se sabe, como en cambio sí, que subieron a Ricardo García Portilla. Dicen que a los tres diputados, pero ni Anabell ni Rosalinda, tienen la jerarquía del calpulalpense. Ahora, que sea un candidato ganador, eso sí quién sabe.
- En su ausencia varios alzaron la mano y se autoproclamaron firmes aspirantes a sucederlo: para comenzar, su prima la ex diputada Guadalupe Sánchez Santiago, quien se había conducido con discreción, limitándose a inauguración de obras en diversos municipios, a cuyas finanzas ayudó con gestión; llegó Flores Leal a su equipo de asesores y los comentarios de inmediato subieron.
- Le sigue el alcalde de Huamantla, Alejandro Aguilar López, quien precisamente en ausencia del señor manchis, aprovechó para declararse listo a encabezar la candidatura, por el partido que sea.
- El más reciente, pues es Adolfo Escobar Jardínez, también muy listo para subir al tren de los aspirantes. si su administración es buena o no, ya lo dirá el tiempo y la fiscalización, pero en este momento no ha desaprovechado la oportunidad para levantar la mano.
Bueno, en estos momentos, de ebullición y pasión, y sobre todo de ese vacío dejado por el señor manchis, son posibles varias lecturas: la manchipresencia mengua, su poder comienza a ser relativo, los grupos comienzan a arrimarse con personajes como Marianito y agravan los chismes palaciegos.
Es el ambiente dejado por el gobernador tras abandonar el país para dedicar su tiempo a uno más de esas jornadas de turismo justificado por programas de fomento a la endeble economía local.
Justo ahora que la crisis de Volkswagen tiene en vilo a varias de las empresas automotrices más importantes del país, VW, Audi, Porsche, al señor manchis le da por gastar la papeliza en un paseo más, en lugar de concentrarse a pensar en posibles soluciones al problemón que puede incluso afectar los proyectos de Audi y sus proveedores, tan cerca de Tlaxcala que habían ya detonado el crecimiento.
Así que los pasajes de avión obedecen a dos hipótesis, que deveras tenemos un gobernador distraído y con asesores de plano chafas, o que lo hizo adrede, para dejar libre el camino a quienes ya se aprovechan para construir los nuevos caminos tendientes a seguir pegados a la ubre.
Aquél pacto de 2010
Si era complicado para la senadora Adriana Dávila amarrar su candidatura al gobierno de Tlaxcala, hoy, con los daños colaterales del marianismo y las alianzas hechas con él, y aquél pacto signado en 2010 con Minerva Hernández Ramos, para conseguir su declinación, por cierto tan improductiva, las cosas se le siguen poniendo color de hormiga.
Testigos de aquél acuerdo fueron los expresidentes del PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesúsu Ortega, quienes avalaron con su presencia que en el próximo proceso electoral, Minerva sería beneficiada con el sacrificio de aquella ocasión.
Bueno, fue un escándalo que complicó las cosas para el PAN y a final de cuentas la elección se perdió.
Mas el pacto quedó vigente. Y hoy ha llegado la fecha de activarlo.
Tal vez por eso crece la idea de una candidatura independiente.
Hoy, Minerva Hernández Ramos, tiene un pie puesto en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, y desconocer un acuerdo de esa magnitud a quien menos conviene es a Adriana.
Ni modo.
Así es la política cuando a falta de liderazgo se intenta hacer sumatorias aparatosas que solo en la teoría dan resultado, sus costos son demasiado altos. Y tienen que solventarse.
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