Lo que acontece en Tlaxcala es un claro mensaje a once estados más, donde al Peje no le temblaron las rodillas para renunciar a viejas amistades que sacaban provecho de él.

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Andrés Manuel López Obrador, descubrió conspiraciones semejantes en su contra en doce entidades federativas. Sus propios colaboradores fueron corrompidos por gobernadores angustiados ante su crecimiento de popularidad.

El propio presidente Enrique Peña Nieto, mostró en julio pasado su inquietud ante la facilidad con la cual el tabasqueño destruye en días con su populismo, lo que al gobierno de la República le ha tomado años, apunta Proceso en el reportaje titulado, AMLO el enemigo a vencer.

Y Tlaxcala, donde López Obrador arrastró en 2012 los suficientes votos para llevar al Senado a Lorena Cuéllar Cisneros y a Martha Palafox Gutiérrez, las cosas se desenvuelven en esos parámetros de traiciones y reacciones de resistencia, como lo advierte el consejero nacional de Morena, Homero Meneses, en un video donde detalla la estrategia para doblar a AMLO en su necedad por sostener a la ex priísta Martha Palafox, como Promotora de la Soberanía Nacional (PSN) y por consecuencia como virtual candidata de Morena a gobernadora de esta entidad.

Parece que todo iba sobre ruedas para el viejo grupo sanchezpiedrista apoderado de Morena en Tlaxcala y actuando con una doble moral.

El activismo de Izquierda vende, y deja pingües ganancias, sobre todo porque se convierte en una cobertura difícil de penetrar para descubrir que con la bandera  opositora pueden tejerse grandes negocios, sorprendiendo a políticos ingenuos, impresionados por el crecimiento de López Obrador.

Analizando el contenido de la exposición hecha por Homero Meneses, queda claro que estos colaboradores del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, juegan su última carta, conscientes que su comportamiento les costará la expulsión del partido.

Tal vez en todo pensaron, menos en el sospechosismo de Andrés Manuel, para quien este tipo de puñaladas traperas son las tortillas con las que a diario desayuna.

Lo que ocurre en Tlaxcala es sin duda un mensaje para los restantes estados donde a López Obrador no dudará en renunciar a viejas amistades a quienes por ejemplo aquí llamó, “caciques” y les advirtió que a partir de entonces se habían convertido en sus adversarios.

Un caso especial lo representa el líder de Morena en Tlaxcala, Joel Flores Bonilla, cuyo mitin alterno a la llegada del Peje a Tlaxcala, y también su definición por Maricarmen Ramírez, antes que hubiese humo blanco en el partido, le valió conceptos de peso del tabasqueño: “ese muchacho ya tiene candidato”, dijo durante aquella gira, donde no pudo ser menos elocuente la reacción del grupo afín al ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

Uno más que subió al ring es el diputado Edilberto Algredo, quien raramente apareció punteando encuestas para ser ungido RSN, no le hace que tiempo atrás rechazó la invitación cara a cara, formulada por Martí Batres, para dejar al PRD e incorporarse a Morena.

El PAN se define

Que la senadora Adriana Dávila Fernández, haya sido incluida en la comisión permanente de Acción Nacional, donde el nuevo líder nacional Ricardo Anaya, hizo una limpia de maderistas, parece ser el principio del fracaso en el intento de aliar a PAN y PRD en Tlaxcala, llevando a la otra senadora, Lorena Cuéllar Cisneros a la cabeza.

Dávila ha llevado su idea de no alianza con la vieja guardia de políticos hasta donde se lo ha permitido un conjunto de estudios demoscópicos mediante los cuales da golpes certeros, disminuye aquellas prolongadas intervenciones verbales, de escaso contenido, y de paso plantea a su homóloga la ex priísta Cuéllar Cisneros que, de ninguna manera le permitiría encabezar aquella alianza, hoy en plena disipación.

A Cuéllar Cisneros, le quedan varios caminos. Seguramente habrá entablado comunicación con el orticismo, buscando su apuntalamiento para impedir que florezcan los ataques del gobernador Mariano, puntual encargado de poner piedras en su camino, para asegurarse de dejarla fuera de la competencia.

La misma división al interior del PRD tlaxcalteca señala lo agreste para Lorena, quien sin embargo no deja de ser la primera en tiempo, en definir sus aspiraciones, lo que le valió numerosas adhesiones.

La confianza del PRI

El presidente estatal del tricolor, Marco Antonio Mena Rodríguez, dio el primer paso a la defensa del palomeo, si es que no hay imposición de Peña Nieto en el destino de Tlaxcala 2016.

Aseguró que será en enero o febrero del próximo año cuando, respetuoso el partido de los tiempos legales se halle en condiciones de nominar a quien luche por suceder a Mariano González en la gubernatura de Tlaxcala.

Lo que dice Marco Mena debe empatar con las instrucciones del CEN en manos de Manlio Fabio Beltrones, quien en su visita a Tlaxcala, trajo una cara, con profundos gestos de perversidad, y no necesariamente vino a realizar el destape de quien hoy quiere ganar tiempo, seguro que de febrero al día de las elecciones, a su partido y a su popularidad les será suficiente para acaparar el voto de los tlaxcaltecas.