Es imprescindible contar con proyectos y equipos definidos que den certidumbre a una ciudadanía ávida de un verdadero cambio.
El tiempo apremia, apenas unos meses tienen los aspirantes a suceder a Mariano González Zarur, para posicionarse como productos vendibles. Los aguardan sonoros retos en sus partidos y en el tejido fino para aliar institutos y grupos, liderazgos e ideas.
Se les ve muy discretos, temerosos de sacar la cabeza… ser los objetivos de los no pocos críticos y adversarios, dispuestos a emprenderla a palos para destrozarlos.
Ninguno ha presentado un proyecto en forma. Un equipo con nombre y apellido que defina sus pasos y acabe con especulaciones. Tampoco el género ha sido condición. Hoy, dos hombres se suman a esa lista que llegó a suponerse casi exclusiva para las dinámicas políticas tlaxcaltecas
Asomémonos un poco a su desempeño… hagámoslo bajo principios aleatorios:
1- Noé Rodríguez Roldán. Levantó la mano e inquietó a su partido, el cual se halla entre dos fuerzas opuestas, la ejercida por el grupo marianista, encargada de desmantelarlo y luego usarlo electoralmente en la más absoluta opacidad. A Noé lo ha querido tirar hasta el cansancio el hoy diputado electo, Ricardo García Portilla. Sus planes destructivos fraguaron, pero en forma temporal, porque con el paso de los meses, el de la cabeza blanca y picaporte con Peña Nieto, se ha repuesto y, cual aparición fantasmal, genera incertidumbre entre los no pocos con la conciencia bien sucia, tras lo que algunos califican como un terrible saqueo.
2- Martha Palafox Gutiérrez. Sustituyó al ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, en los planes de Andrés Manuel López Obrador, para Tlaxcala. Dicen que prepara un interesante documento para formalizar sus intenciones de contender en la lucha por la gubernatura. Llaman la atención sus aliados… por un lado el senador Manlio Fabio Beltrones, compañero suyo en aquél Sector Popular del PRI en el que tanto convivieron; por el otro, su compañero de bancada, el ex gobernador poblano Manuel Barttlet Díaz, y desde luego AMLO, quien de plano se ha inclinado por legisladora tlaxcalteca para tratar de repetir el éxito electoral obtenido en plazas bien conocidas por él, como la Ciudad de México.
3- Adriana Dávila Fernández. El callo logrado por la senadora calderonista, llena de claridad sus planteamientos… alianzas, tal vez, pero con nuevos personajes, no con esos viejos ex gobernadores, Ortiz y Sánchez Anaya. Hartazgo, seguro, de personajes como Beatriz Paredes Rangel, ¿acaso no hay otros tlaxcaltecas libres del legado de Emilio Sánchez Piedras? Haber perdido en 2010 no la achica… hoy por ejemplo ironiza: no quiero ser candidata… quiero ser gobernadora. Es hasta el momento quien mayor contundencia ha dado a sus planes para ocupar el despacho grande de Palacio. No deja sus responsabilidades en el Senado, en la intensa lucha contra la trata y como defensora de los derechos humanos, pero se da tiempo para venir a Tlaxcala y mantenerse en el imaginario colectivo.
4- Serafín Ortiz Ortiz. Comenzó por limpiar de escoria al Partido Alianza Ciudadana (PAC) punto de partida para conseguir las alianzas que hagan realidad su tesis: solo con los pequeños porcentajes alcanzados en pactos con grupos y otros partidos podrá sumar los votos necesarios para ganar la elección de 2016. La derrota de su candidata a diputada federal, su sobrina Alejandra Ramírez Ortiz, sirvió para diagnosticar los puntos que requieren ajustes en el respaldo social con el que cuentan. Con Ortiz, la poderosa comunidad universitaria se entusiasma y apresta a reagruparse tan pronto noten la voz de arranque de lo que será la nueva apuesta de cambio en lo que hasta hoy les ha significado el estrangulamiento presupuestal sin precedente, de parte de un ejecutivo, bien claro en combatirlos.
5- Lorena Cuéllar Cisneros. Utiliza su creatividad para sortear la crisis perredista que, partiendo de la sumisión de los chuchos a los intereses de Peña Nieto, va a necesitar fuertes liderazgos, sobre todo con credibilidad para resarcir su relación con una militancia de Izquierda, confundida con las decisiones de su dirigencia. Así que la senadora perredista no pierde tiempo y ha dedicado buena parte de su gestión a recorrer el estado, sobre todo en puntos vulnerables, donde la pobreza en grado extremo lacera a una sociedad que no se repone de una cuando, otra crisis ya la afecta. Es el contacto con la gente lo que a la legisladora le permite aguardar mejores momentos en su partido, y son los grupos amarillos que actualmente hacen gobierno, objetivo infranqueable de la ex priísta.
Cuestiones técnicas
Dada la cercanía del proceso electoral y la falta de claridad en la legislación –cuya reforma parece irrealizable- uno de los asuntos de mayor relevancia, el del género en las candidaturas, corre el riesgo de quedar solo en buenos propósitos.
Tienen ya partidos y grupos que proponer cinco candidatas por cada diez puestos (alcaldías o diputaciones) en juego. Así que las mujeres tienden a copar espacios que por decenios han sido considerados casi exclusivos para los hombres.
Por eso urge que los diputados se pongan las pilas.
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