No son muchas las razones para celebrar este día, y menos sabiendo que el responsable del decaimiento estatal hizo maletas, casi nos pintó un violín y la emprendió a la tierra de Obama.
¿Qué podríamos celebrar hoy primero de mayo en Tlaxcala?, ¿el desdeñoso pero muy orondo desdén del oficial mayor de gobierno ante los despidos masivos… para poder cumplir con los programas?, ¿la estrepitosa caída en el nivel de vida de las clases medias, castigadas por ese inexplicable odio mariano, contenedor de resentimientos a los que la mayoría somos ajenos?
Hoy, en el mundo se registran movimientos obreros de reivindicación. Se afianza el derecho a una jornada laboral de ocho horas; se exigen condiciones dignas en el desempeño del bendito derecho al trabajo.
Pero hoy, aquí en Tlaxcala tenemos otra cosa que celebrar.
Hoy, tras abrumadores ejercicios de tumbar cabezas, nuestro mandamás ha iniciado un merecido período vacacional. El enésimo. Esta vez con rumbo a los Estados Unidos, pero sin la presión de convocar a inversiones o sentarse con grupos interesados en conocer las bellezas del estado más chirris de la República Mexicana.
O sea, este es el merecido descanso en pleno año de la consolidación.
Y ya hay versiones.
Por ejemplo el diputado de Alianza Ciudadana, Serafín Ortiz Ortiz, ha visto a esta administración como la caracterizada por: “desempleo, pobreza, oprobio, agravio y todo tipo de maleficios”.
Otra óptica es la del panista Ángelo Gutiérrez Hernández… “este no es el año de la consolidación sino el de las clausuras”, haciendo referencia a los dolorosos cierres (yo diría que es sopa de su propio chocolate) de las ciudades judicial y de la salud.
Por cierto, nos dicen que las clausuras podrían seguir porque, el gobierno intolerante con su antecesor y con otros personajes, cayó en su propia trampa. El contador amante del orden sucumbió ante subordinados bien chafas (nadie está hablando de un tal David Lima, y menos de otro tal Romano) a quienes se les pasó que para construir, primero debes contar con la autorización correspondiente.
Pero por qué meternos en otros asuntos si lo que estamos celebrando son las merecidas vacaciones del jefe (¡!).
Lo gracioso es que inicien precisamente hoy, día del trabajo, y con la venia de la bola de diputados, unos priístas y otros no tanto, a quienes enloquecen los manchi caprichos, porque sin hacer absolutamente nada, les llueve en su milpa.
Pero un día de reivindicación de los trabajadores sin el protagonista a quien deben dirigirse las consignas, es como una torta sin jamón… como un taco sin picante… como un café sin azúcar.
Otro implicado en el escándalo del fertilizante
En el juzgado de Manuel Jiménez Casco, rinde hoy, en unos minutos, declaración otro implicado en el la desaparición de los miles de sacos de fertilizante (ya quedamos verdad, a la venta en El Semillero y en Libres, Pue.)
Con tres amparos bajo el brazo (contra auto de formal prisión, contra presentación y anexas) el otro implicado (un tal Miguel Ángel) ha visto en el infortunio de Misael Palafox, el protocolo de actuación de quienes en mejores condiciones fungieron como generosos jefes.
Los nombres, decíamos en entregas anteriores ya comenzaron a develarse, aunque en raras condiciones porque, todos sabemos que las escaleras se barren de arriba hacia abajo.
Locura en el feudo de Romano
Tras el involucramiento –en calidad de prestanombres- de una hija del titular de obras del gobierno, fueron encendidas las luces rojas en ese feudo tan permeable, tan lleno de hoyos, y tan atiborrado de dineros malhabidos.
Supimos que la arqui esa de la que le hablamos ya fue avisada que lo primero con lo que debe contar es con los amparos suficientes como para no ser víctima de una desconocida de parte de quien en mejores condiciones (je) fungió como el jefe de su jefe.
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