Dejar ascéfala esa dependencia sin presentar de inmediato al nuevo responsable es un mal síntoma, un riesgo de inestabilidad política en la etapa complementaria del marianismo.
Era urgente la sustitución de Miguel Moctezuma Domínguez, en la Secretaría de Gobierno. Nadie duda que alguna vez fue un procurador dinámico -aunque con demasiados intereses- y que su paso por el gobierno federal lo haya hecho, en su momento, un funcionario eficiente.
Pero el tiempo es cruel, y por mucha lealtad a quien toma las decisiones, es imposible sostener el ritmo de trabajo que requiere la instancia encargada de la política interior.
Además, un enfrentamiento con las gentes leales a Mario Armando -insiste en quedarse y en mantener una discreta presencia- le originaron ser un funcionario con información deficiente u obsoleta. Cuando pasaba reportes al de arriba, esta ya lo conocía, incluso con más de una versión.
Enero de 2013. Moctezuma era nombrado titular de la Segob. Acababan de dejar el gabinete, Noé Rodriguez Roldán, asediado por una grilla interna que, como titular de la Segob siempre lo tuvo maniatado.Dirigía sus pasos al PRI, siguiendo ese protocolo mediante el cual prácticamente fue borrado del mapa político tlaxcaltecas. Hay quienes reponsabilizan a Ricardo García Portilla, acaso por el miedo y la incoodidad que su paisano calpulalpense le representaba.
Seguramente en unas cuantas horas el gobernador designará quién será su secretario de gobierno. Apuntado está Ernesto Ordóñez Carrera, encargado de gritar a los cuatro vientos que su jefe se la había prometido. Ya lo veremos.
Y otro que también sueña con el cargo es el actual Oficial Mayor, Ubaldo Velasco, pese a las manchas que su hijo Marco Antonio, puso en su nítido expediente marianista, cuando hizo y deshizo en la comisión de agua de Tlaxcala.
Quien quede, será el cuarto funcionario responsable de la política interna del estado. Han sido titulares, la abogada Anabell Ávalos Zempoalteca (actual delegada de Sedesol) y quien suena fuerte en su partido, el PRI para suceder a Mariano. Noé Rodríguez Roldán, quien mejor puso tierra de pormedio y dejó ascéfalo al PRI; y ahora, Miguel Moctezuma Domínguez, el más viejo de todos y parte de esas fuerzas vivas del priísmo echeverrista, donde dicen, haría fortuna durante la afectación de tierras para repartirlsas.
Morales se va a un año de la tragedia
Otro que concluyó su relación con el gobierno de Mariano González Zarur, es el petista Mateo Morales Flores, incapaz de impedir el atrincheramiento de su partido vía uno de los activistas más enfrentados a Mariano: el diputado local Silvano Garay.
De Mateo se dice que su proceso de aprendizaje fue lento y doloroso. Hizo un papel muy malo en aquella explosión de cientos de kilos de pólvora en Jesús Tepactepec, aquél aciago 15 de marzo del año anterior.
Pudo ser el funcionario con el perfíl más bajo en el marianismo. Y todo le perdonaron, hasta su ineficiencia. Pero en cuanto su partido dio muestras de rechazar la manipulación, entonces, cayó de la gracia mariana.
El secretario particular, también a volar
Una de las características de los funcionarios de González Zarur al estilo de su secretario particular, Roberto Armas Arámburu, es el desprecio con el cual trataba a aquél con deseos de acercarse al mandatario tlaxcalteca. En realidad, su función fue la de alejar a todo ciudadano con ganas de entrevistarse con su patrón.
Ni idea tenía de lo que el futuro le deparaba. Ahora, del otro lado del escritorio, va a extrañar el poder y sobre todo va a pasar trabajos para encontrar empleo.
Venido del orticismo, donde se desempeñaba como funcionario medio en la Secretaría de Desarrollo Económico, Armas cambió de grupo y juró lealtad al marianismo.
Vacío de poder
La dimisión de Moctezuma no vino acompañada por su reemplazo, lo cual ha generado desde el sábado un vacío de poder.
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