Si este fuese un estado como Querétaro, con exceso de oferta laboral o el Edomex, con importante flujo de inversión, entonces convendría gastar esa fortuna en promoción…

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Disponer de una respetable suma, más de 48 millones de pesos, para promocionar su imagen es una verdadera contradicción en las decisiones tomadas por el gobernador Mariano González Zarur, quien de súbito modificó su comportamiento, pára el cual la difusión es un asunto menor, los periodistas personajes pertenecientes a un submundo inexistente en el suyo y, la percepción colectiva de su desempeño, un detalle sin importancia para el político cuya estirpe, libanesa, pasa por alto la opinión de los demás.

Y por eso limita su lectura a plumas amigas, como las de Carlos Marín o Leo Suckerman.

Es decir, hoy ha visto, con un desfazamiento superior a los tres años que el presente y futuro de un político depende de la opinión de la gente.

Entonces da rienda suelta a escenarios ficticios, hablando de un tremento cambio tras diez años de retraso.

La política editorial de empresas como Aregional se topó con uno de esos clientes indeseables, y de los que hay que hablar bien pese a lo agreste de su panorama.

Este, que sería uno de los medios contratados ya dentro de aquél paquete adquirido con la partida de 48 millones, trastoca su ético comportamiento y da al traste con su credibilidad, hablando favorablemente de una entidad a la que por ejemplo, la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, encuentra como un sitio devastado en todos los órdenes.

Publicación dedicada al análisis detallado de las estrategias económicas, aquella publicación tuvo que dedicar ocho de sus páginas, a ser cautos con su espíritu crítico.

Algo hay que en esta precipitada etapa menguante del régimen mariano, se hace de todo para plasmar el verde y el rojo pardo de las manchigrecas, que hoy se pueden ver por ejemplo, en la fachada del Hospital Infantil de Tlaxcala, cuyos muros prefabricados tenían un color salmón de raíz que garantizaban generaciones sin necesidad de dar mantenimiento.

Es creencia popular que el dinero, en exceso hace daño.

Claro que perjudica, pues cómo no va a llamar la atención  que a la entidad en los últimos lugares en transparencia, en creación de empleos y en nivel de vida se le quiera dar una tendencia a lo supremo.

Un gobierno estatal que al hilo pierde las dos elecciones más importantes, ya se puede imaginar el concepto colectivo en que lo tiene el pueblo al cual sirve.

Y como colofón a esta urgencia de que hablen bien de él, últimamente le dio por lanzar esas molestas amenazas veladas que describen a un ente violento y vengativo, megalómano y despiadado.

¿Cómo hacerle una buena reputación?

Por eso reitero, ese exceso de dinero será dañino, pues no estamos hablando de un gobierno como el de Querétaro, donde la instalación de empresas es tan elevado que hoy se le señala como un sitio con excesiva oferta laboral; como el estado de México, donde su gobernador gasta verdaderas fortunas en apuntalar una imagen que por sí sola se sostiene en los cuernos de la luna, gracias a las inversiones de primer mundo y al los planes ininterrumpidos de crecimiento.

Si Mariano fuese como el mandatario verde de Chiapas, acaso el que más dinero gasta en su imagen, bueno pues habitaríamos un estado con alto nivel de vida y una seguridad incuestionable. Para nuestra desgracia no sucede ni lo uno, ni lo otro.

El PRIAN en el Congreso

Es una estrategia tan anquilosada como efectiva para sus miembros. Hablamos del pragmatismo con el cual puede trastocarse el valor de ser oposición, al cual por ejemplo Gómez Morín habría considerado como insustituible en ss legado. Pero eso no es negocio, como sí en cambio resulta vender de última hora el apoyo a líderes sin arrastre, tal como ocurre con Marco Antonio Mena Rodríguez, desesperado porque los muchachos estos del Congreso no responden según lo reclama la fuerte inversión gastada en ellos.

Ante esa ausencia de oficio, era lógico el surgimiento de una política-veleta pero muy interesada del grupo que lo mismo impulsó al G-18 y que cuando así convino a sus intereses le dio la espalda.

La política bajo los principiios de los fundadores del albiazul nada tiene que ver con el recuento de botines y mucho menos con el enriquecimiento efímero a costa de los daños permanentes que puede causar la pérdida de equilibrios en el Poder Legislativo.

Podría considerarse formidable esa sangre fría y calculadora. Buena para el negocio. Pero estamos hablando de conceptos superiores. y esos para desgracia de todos se han perdido.