Resulta que desde 2006 pudieron atrapar a este señor, pero lo dejaron, hasta que en Zapopan le echaron el guante… qué raro, verdad…


Con la reciente detención de Jaime Guzmán García, alias el Jimmy, en Zapopan, Jalisco, se abrió el espantoso capítulo que tanto se temía en Tlaxcala: por años estos grupos han operado en la región.

He viajado a Nanacamilpa, pues me dijeron que aquí, hace algún tiempo hubo un operativo que podría estar relacionado con los hechos de Zapopan.

En 2006, me entero, un movimiento inusitado de automóviles y patrullas acabó con el habitual solaz de la región. Este era encabezado por un vehículo Hummer gris y le seguían otros, un K, un PT Crusier, otros autos de lujo, según narra uno de nuestros informantes.

Su sobrino le ayuda a recordar que en aquella ocasión las autoridades organizaron un operativo para atraparlos, “hasta se llevaron a uno ,tío…”, dice a su familiar, al tiempo de citar a un tal “toques”, relacionado con la venta de drogas.

Y el apellido Guzmán sale a la luz. Y concluyo que Nanacamilpa podría ser sede del cartel encabezado por Ignacio Coronel, que hay muchas casas lujosas y que los contrastes entre la débil economía de esta comunidad son evidentes con el ir y venir de autos de lujo y de fulanos con clara apariencia de fuereños.

Se supone que aquella ocasión hubo una venta frustrada de drogas, por aquel tremendo operativo.

Pero esto tiene tres años y a penas sale a la luz, lo cual me lleva a pensar que durante todo este tiempo, o el cártel este fue tan hábil como para subsistir pese a la efectiva acción de la PGR o, un escenario opuesto al citado es el que priva en esta ala del estado, por cierto ubicada a unos pasos del arco norte, por lo tanto beneficiario de la extraordinaria red de caminos de la que tanto presumimos los tlaxcaltecas.

“No te acuerdas que al toques le recogieron un paquete”, dice al tío la sobrina secretaria, cuya memoria me impresiona. Pesaba trescientos y tantos gramos… se aventura a expresar.

A lo mejor por eso cuando leo los reportes de la autoridad, describiendo operativos donde se detiene a distribuidores de droga por la zona de Calpulalpan, percibo que no se hace todo lo que se podría, y cuando veo a los policías federales de caminos haciendo filas de camiones y tráileres para esquilmar a sus conductores, lamento que la lucha ordenada por el Presidente haga ricos a unos bajo un argumento muy desgastado.

Y si en Nanacamilpa se da esta operación y, si la droga, según reportes de la autoridad, aparece lo mismo en Huamantla que en Apizaco, en Tlaxcala que en Zacatelco, en Santa Ana que en San Pablo del Monte, oiga, pues estamos cundidos de esta madre.

Yo creo que hace falta que nos tomen menos el pelo a los tlaxcaltecas porque bien que nos damos cuenta de lo que pasa, y cuando nos aventamos la puntada de decir que somos el estado más seguro de la República, pues ofendemos la inteligencia del millón y tantos miles de personas que ya poblamos esta bendita tierra.