Luis Mariano Andalco y Alejandro Martínez, los promotores de Mariano González Zarur, como candidato externo del PRD.
Entre los grupos del PRD en Tlaxcala, es posible advertir el rumbo, según el comportamiento de líderes y sus seguidores.
Hay dos vertientes. La encabezada por la senadora Minerva Hernández Ramos que, al reencontrarse políticamente con el también senador, Alfonso Sánchez Anaya, avanzó un trecho importante en la unificación de criterios, y el pretendido registro como externo, del diputado priísta Mariano González Zarur.
Esta última tiene como sus principales promotores al diputado federal Alejandro Martínez y al ex dirigente del partido, Luis Mariano Andalco López.
Es cierto que estos dos viven un proceso de aislamiento, puede que por su valentía, pero también por una especie de doble moral parecida a la que tienen aquellos destinados a dormir con parejas distintas, a sentarse a la mesa con familias distintas…
A lo mejor esto toma fuerza por aquello de la crianza de toros bravos y la afición de ambos a esta actividad.
Lo cierto es que hasta antes de julio el factor MGZ era útil a ASA, para una eventual sustracción de activos a Minerva, quien hasta ese momento se comportaba como su más frontal adversaria, luego de haber sido su pupila y colaboradora por muchos años.
Y a partir de la cumbre realizada en el restaurante del Hotel Misión entre ambos senadores perredistas el escenario se modificó sustancialmente.
Ambos pusieron sus canicas donde la mayoría de grupos las ha colocado.
Pero al interior de un partido caracterizado por su apego a la democracia, no todas las voces iban a ser homogéneas.
Y si a ASA no le interesó más apoyar a Marianito (así llama el ex gobernador al criador de reses bravas) a otros, sí. A esos sirve la pareja Andalco-Martínez.
Lo cierto es que con habilidad, y con incomparables ayudas (como la de Rubén Flores Leal <a> la peseta), Mariano González Zarur, dispone de un lugar en Convergencia y de otro en el Partido del Trabajo (en manos de pillos como Jorge Romero).
Pero la cercanía con 2010 hace que las izquierdas en México busquen aliarse, primero para subsistir y luego como el inexorable ejercicio de limar asperezas entre los principales líderes: AMLO, con el reconocimiento de todos y, Chucho Ortega, porque le tocó la mejor circunstancia y se hizo presidente del PRD.
Algunos opinan que Marcelo Ebrard podría concitar los intereses de uno y otro bandos y, con su incuestionable liderazgo podría alzarse como el gran candidato para 2012.
Mientras llega esa fecha, en Tlaxcala se gesta una analogía: Minerva Hernández, con una versión muy propia del PRD (que desde luego supera al chuchismo) ha logrado el acuerdo más importante de su proyecto: pactar con Sánchez Anaya.
Así como Ebrard puede ser el gran candidato de las izquierdas, Minerva está en las mismas.
Ah, pero faltan algunas piezas en este ajedrez: el PT y Convergencia. Entonces, la verdadera disputa es por esos brazos de la izquierda, a los cuales también se cuelga el apéndice del Partido Social Demócrata.
Por eso, para Mariano González ha sido tan importante adquirir activos en el Partido Verde. Lo digo en forma metafórica, pero de que el diputado federal, junto con su talentoso hijo Marianito (otro que también acusa la doble moral) han previsto varios escenarios, nadie lo duda.
Detalles del acto organizado por Yenisei Flores, de la Sala Electoral
Seguro que se acuerda del acto organizado por Yenisei Flores, funcionaria en activo de la Sala Electoral del Poder Judicial, quien debería ser más cuidadosa de su credibilidad.
Bueno, atestado de abogados, aquel evento contó con discursos, unos buenos y otros peores (¿?) de Ricardo Amaro Ramírez (CEDHT), Alicia Fragoso, Arturo Cerón y, pues no podía faltar el pelo en la sopa, Cuauhtémoc Lima López, el ex oficial mayor del Congreso que, del eterno aspirante tricolor, pasó al frívolo ajonjolí de todos los moles.
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