Está desincronizado. Se lo causa la obsesión compulsiva de adelantarse, siempre, para dar gusto a sus demandas y gustos de corto plazo. Generalmente pierde.
Los especialistas lo llamarían un caso, «obsesivo-compulsivo». Es tal el ansia por satisfacer el capricho, a la voz de ya, que la mayoría de las acciones realizadas caen en inconsistencias, y se desploman.
El estrepitoso fracaso de José Luis González Sarmiento, al frente de la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI es ejemplo vivo.
Una cadena de desaciertos -perder el litigio de la Plaza Bicentenario, por ejemplo- saturan el historial del gobernador de Tlaxcala y no le permiten una visión de largo plazo. Insisto, el caso del enorme complejo erigido donde antes había una primaria oficial y las viejas instalaciones de la Secretaría de Salud, causa una profunda molestia en cientos de ciudadanos que atestiguan cómo esa obra se desmorona.
Y esos cientos de ciudadanos votan. O dejan de hacerlo por el desencanto, por la molestia de contemplar clausurado, lo que debería habernos colocado como una entidad con una instalación amplia para impulsar el capítulo culutural.
¿Lo advirtió así el gobernador? Claro que no. ¿Como iba a permitir que la obra de un enemigo suyo, y luego en comodato a la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) quedase concluida, para el disfrute por cierto, de creativos y sus espectadores a los cuales poco o nada les interesa la política.
La cauda de inconsistencias es larga, como impedir la intervención de la senadora Lorena Cuéllar para ayudar a personas lesionadas aquél fatídico 15 de marzo. Ninguna ayuda, por valiosa que fuese la podía aceptar de semejante personaje… ¡no, que va!
Por el estilo fue el nombramiento de José Luis González Sarmiento en la dirigencia del PRI. Pasando por alto fechas fatales, con tal de tener contento al malhumorado tiaxca. «Yo digo que sea fulano y punto».
En la actualidad, esos desplantes a lo primero que se enfrentan es a los tribunales.
Y ya conoce usted la historia, Salvador Temoltzin vería en la inconsistencia de esa elección de la dirigencia tricolor una mina. Al interior del partido, incluso, corre la versión de una reunión entre Salvador y González Sarmiento.
Hablarían largo y tendido y en pocas palabras, diecen, el lioso exigió desde el número uno en las diputaciones plurinominales del partido, hasta múltiples primeras regidurías en los principales ayuntamientos.
¿Qué le respondieron? Algo relacionado con la seño su má.
O sea, es la crónica de un chantaje inconcluso, con más daños colaterales de los que cualquiera puede imaginar. Y hasta ahí llegó la productiva carrera de González Sarmiento, el más productivo comerciante que ha tenido Tlaxcala. ¿No qudaría mejor en la Secretaría de Desarrollo Económico?, Seríamos un éxito, porque todo lo venderíamos: derecho a andar por el zócalo (muy productivo), derecho a asear el calzado (soberbio), derecho a reunirse en sitios públicos (un pago generoso y necesario jeje).
Lo cortés no quita lo priísta
Han sido reiteradas las veces en que el rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), Víctor Job Paredes Cuahquentzi, como vulgares los silencios de los subordinados marianistas para responderle.
No han tenido la amabilidad para explicar las causas por las cuales no es recibido.
Bueno, estamos ante un caso muy particular. Ningún gobernador del país hace semejantes desplantes a la Máxima Casa de Estudios de su entidad, y sobre todo a su figura principal: el rector.
A veces creo que la inopia académica del conductor del marianismo es tan grave que ni siquiera le permite calcular las dimensiones de ese comportamiento errático.
Pues debe ser el orgullo, verdad… ¿orgullo, de qué?
Libertad de espresión, defendida en la más alta tribuna
Ayer la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados aprobó un exhorto para que se deroguen los delitos de prensa que aún se tipifican en los códigos penales de algunas entidades como Tlaxcala, debido a lo cual un grupo de ministeriales nos privó de la libertad el pasado siete de abril.
El dictamen original de la Comisión de Derechos Humanos era más amplio, pues no sólo planteaba lo anterior sino hacer un llamado al gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, para que respetara la libertad de expresión y la labor de los periodistas de esta entidad, puntos que finalmente fueron eliminados por petición expresa de algunos legisladores priístas.
Entre ellos, lamentablemente, la poblana Rocío García Olmedo.
No me pregunte por la consistencia ideológica y altura moral de esta marinista. Lo único que le sé decir es que entre miembros del tricolor, desatan la defensa de lo indefendible y no les importa el daño que ello representa a valores como la Libertad de Expresión.
Sus Motivos y Razones
Muy puntual, el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, presentó su libro Motivos y Razones, para aprovechar la ocasión de exhibir que mientras unos utilizan sus horas en confeccionar obras, factibles tras interminables sesiones de reflexión, otros, como Mariano, para quien esa prosa lleva dedicatoria, destacan por haber sustituido cacumen por ansia.
Tal vez ni el contenido tenga el peso de la presentación.
Otra vez, el atrevido personaje desafió al persecutor de todos, aplastando su voluminosa humanidad en el restaurante más céntrico de Tlaxcala, y hasta se dio el lujo de tener una prensa sobresaliente.
Pues yo creo que son estilos, verdad… uno, en el poder, muy del ambiente taurino y del ejercicio eterno, aunque muy discreto, para resarcir un tejido bien roto. El otro, pos haciendo un libro. Haga usted de cuenta que se trata de la historia de las manzanas… la de California y la panochera… las dos son manzanas.
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