Pero Mariano es capaz de todo, hasta de pedir a la UNAM un campus nuevito, con tal de no hacer las paces con la universidad pública de casa, y menos de reunirse con Lorena.

¿Cómo que el rector Job Paredes, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) ya se reunió con senadoras y diputados federales de la Izquierda antes que el gobernador Mariano González Zarur?

Dos momentos:

Con los años llega el miedo

¿Recuerda la historia: «El pastor y el lobo»? Donde un muchacho perdió la confianza de los hombres y mujeres que acudían preocupados a atender sus estruendosos lamentos porque el lobo lo atacaba, pero no era cierto.

Pues muy parecido ocurre con el gobernador de Tlaxcala, a saber: Ha dicho en privado y en público estar hasta la coronilla de su, «brillante» vocero Vega… y parece decir a sus adentros, «hoy sí lo corro», pero le falta valor y hélo ahí, rapaz y valemadrero ante un mandatario que aparenta ser muy gruñón, pero a la hora se arruga.

Ese miedo lo ha invadido como para convocar a las nuevas senadoras y a los nuevos diputados federales, para urdir con ellos estrategias que permitan el flujo de más recursos a Tlaxcala.

Ya lo veo, diciéndose a sí mismo: «que tal si los invito y no vienen», ó: «yo no los invito… ellos que me busquen», ó: «sí los invito…» (¿recuerda al ridículo Chapulín Colorado?

El reacomodo de fuerzas

Ver reunidos al rector, Job Paredes, con la sendadoras Lorena Cuéllar Cisneros y Martha Palafox Gutiérrez, acompañados por los diputados federales Vega y Agredo, me dibuja escenarios de próximas batallas electorales.

¿Los adversarios? Por un lado, esta novedosa Izquierda a la que vimos en la UAT, la propia institución como semillero y cuarto de guerra, el orticismo y una interesante porción de priístas de los llamados peñanietistas, beatricistas y militantes dispuestos a lo que sea, menos a jalar con Mariano.

Yo diría que en esta alianza está por verse hacia dónde jalan las diputadas federales panistas, Leonor Romero y Aurora Aguilar… no las veo con Mariano, como en cambio sí ocurre, o eso dicen, con la senadora Adriana Dávila Fernández, promotora del PRIAN.

Bueno, en esta guerra hay que ver con qué armas se cuenta.

Yo diría que una de las principales está en manos de Lorena Cuéllar, presidenta de la Comisión de Desarrollo Social del Senado. No porque a la sobrina de Joaquín le aguarda, no lo dudo, la disputa por la gubernatura de Tlaxcala.

En el lado contrario, Adriana Dávila es presidenta de la Comisión contra la trata de personas. Notable diferencia, no en la cantidad de trabajo, pero preguntémonos por qué a la Cuéllar le llovieron ofertas millonarias de grupos y gobiernos para ceder su liderazgo en Desarrollo Social.

En cambio, a nadie estimula encabezar la comisión creada expresamente para la calderonista.

¿Hasta dónde llega?

Atrincherado y atribulado, Mariano ha sido capaz de varias cosas, antes de, hacer química con la UAT, y lograr lo mismo con senadoras y diputados de la Izquierda, y con las dos legisladoras panistas, Aguilar y Romero.

Por ejemplo, elucubra con un campus de la UNAM, ¡hombre, legítima ilusión!, pero sin superar el distanciamiento con la universidad pública de casa… bueno, quien sabe si el rector José Narro Robles, acceda a hacer política aquí en la parcela, enviando personal y recursos a robustecer los odios del, ¿egresado de Contaduría de la UNAM?

Bueno, ante la insistencia del antiguo titular de la USET para contar con dicho campus, Narro estableció parámetros: «con gran responsabilidad estudiaré ese planteamiento para, poder tomar una decisión».

Lo expuesto a continuación no sé si tomarlo como el elogio del estadista al gobernador que le ha dotado de información parcial, o si se trata de una advertencia investida de cálidas expresiones de quien suele ver más allá de miradas que pudieran llevar jiribilla:

«Mariano González Zarur a un gobernante que tiene una gran sensibilidad con su pueblo, con la educación y con el desarrollo de su Estado».

Insisto, cómo debe Mariano tomar estas expresiones, porque lo siguiente sería demoledor para alguien con un mínimo de conciencia y de vergüenza al ejercer el cargo más importante en el estado:

«Es el Gobernador de Tlaxcala un gestor incansable, en todo momento está pensando y viendo qué puede hacer para fortalecer el programa de gobierno, qué recursos puede atraer de todo tipo, a veces intelectuales, a veces financieros y a veces materiales para beneficiar al estado de Tlaxcala y yo celebro su compromiso»…

Yo también…

La Feria cumple medio siglo

Y muchos imaginaríamos que semejante aniversario animaría a los viejecitos integrantes del Patronato de Feria a organizar algo inolvidable, con gran contenido cultural pero sin hacer a un lado la algarabía tlaxcalteca por celebrar a los muertos, por tener las mejores corridas de toros, y el escaparate del progreso del estado.

Puros cantantes muy medianitos, o peores…

Y los relativamente buenos, han agotado los boletos o se hallan a punto de cancelar.

Lo más ofensivo es que el mismo, Joaquín Cisneros, perdedor de la elección a senador y factor de desánimo a la militancia del PRI, sí ese mismo, vuelve a estar al frente de la feria de la opacidad y el trago.

La gran cantina de Tlaxcala, como debería llamarse a la feria, no tiene más atractivo que ofrecer a los mismos beneficiarios de año con año, sacando hasta el último billete de las carteras de quienes con familia o con los cuates, cometen el error de meterse a alguno de los negocios, llenos de papel picado y de precios tasados en libras esterlinas.

Esa es la feria del cincuentenario.

En manos de un centenario…