Este sábado, Luis Videgaray toma protesta a esta nueva corriente tricolor… las delegaciones, primer mensaje de la nueva política contra el estilo retro vigente.

La más reciente actualización sobre el tema que hoy mantiene loquitos a los priístas: el reparto de delegaciones federales (digo, ganó Peña Nieto, aunque aquí para nada) atrajo el nombre de Reynaldo Acoltzi Conde al escenario, y tal vez lo colocó por encima de los personajes cuyo protagonismo en la campaña les puede representar muchas cosas, menos una carta decente de presentación ante la nueva configuración del gobierno de la República.

Reynaldo, un destacado abogado tlaxcalteca con una respetable carrera en la masonería, ostenta el vínculo más claro con el poderoso Luis Videgaray Caso, coordinador de la Transición Gubernamental.

Y como vienen las cosas, hay evidencias para suponer que aquí se urde esa revolución en el PRI estatal, tan dejado de la mano de Dios por la dinastía González, pero dispuesto a reposicionarse mediante una especie de estructura paralela basada en la siguiente premisa: «los Sánchez Anaya los González y los Cisneros, no pueden seguir tomando las decisiones respecto al destino del partido».

¿Sabe usted de dónde proviene esa frase?

Pues de la nueva agrupación Fuerza Peñista Tlaxcalteca (FPT), a cuyos integrantes el propio Videgaray les tomará protesta, pasado mañana sábado seis de octubre en el auditorio de la Confederación de Trabajadores de México, aquí en Tlaxcala.

Encabezados por el ¿ex orticista? Jaime Montiel Coto, la nueva corriente tricolor (FPT) está integrada por: Felipe Ramírez Mote, Félix Bonifacio Gómez Carpinteiro, el propio Reynaldo Acoltzin Conde, Mariana Pérez García, Emeterio Piedras Ramírez, Jorge Siles Serrano y Eduardo Palafox.

Así que quien tome a la ligera a los peñistas comete el error de estar mal informado.

Para muestra: el botón de las delegaciones federales, cuya distribución incluiría a otra destacada masona: Beatriz Paredes. Ahora, que Acoltzi Conde y la ex gobernadora mantengan un vínculo estratégico en esta acción, eso está por definirse. Hay que ver los nombres propuestos para dichas extensiones del gobierno federal en Tlaxcala.

Nos dicen que la transición habrá de ser paulatina gracias a la excelente relación entre el presidente Felipe Calderón y el peñismo en pleno. En la cuenta de twitter de Videgaray apareció ayer el siguiente mensaje: «Saliendo de reunión en Los Pinos con @FelipeCalderon @EPN y el gabinete de seguridad. Muy productivo intercambio de información e ideas».

Si el coordinador de la Transición Gubernamental se apersona con Acoltzi Conde y compañía, puede usted estar seguro que a partir de entonces el partido dejará el actual rumbo errático y sometido por los González y, se aprestará a vivir una nueva historia, con nuevos liderazgos y políticas diametralmente opuestas al marianismo retro que al día de hoy lo tiene sumido en la peor depresión de su historia.

No pierda de vista nombres como Linda Marina Munive, Enrique Padilla, Cesar Carvajal, Javier García González y Ernesto García Sarmiento. Todos ellos con un común denominador: lealtad a Beatriz Paredes.

Vamos, hasta el nombre del profesor y licenciado (jeje) Fermín Sánchez Varela, habrá de irrumpir en este río revuelto llamado PRI, al cual le sobran reclamos y le falta presupuesto. Pero de que tendrá rumbo, eso no lo cuestione.

¿Es acaso el necesario renuevo generacional el anunciado cambio de rumbo en el PRI?

Puede ser, claro que puede ser.

Y dicho sea con la debida seriedad, la intervención de los libres pensadores en el partido trae consigo el fin de la incipiente época del marianismo y sus ocurrencias, su falta de brújula, su proxenetismo en el instituto político dilapidando un importante capital social (y creo que también económico).

El asunto de las delegaciones federales no sería el único encargo del peñismo. Viene el palomeo de candidaturas a diputados locales y alcaldes para la intermedia.

Con ello, también se acerca la venganza anunciada a sus íntimos por la influyente dupla conformada por Manlio Fabio Beltrones Rivera y Emilio Gamboa Patrón. Al primero se le impidió venir a apuntalar a los abanderados a diputados federales. Y como usted sabe, la química entre ambos va más allá de la vieja amistad rota con Mariano.

Con hechos, grupos y decisones, la nueva etapa del PRI avizora tiempos difíciles para su reciente destructor. Ni modo, no hay plazo que no se venza, ni fecha que no se cumpla.

El fabuloso trip a Colombia

Manejado como la invitación destacadísima del Parlamentarismo Colombiano a sus homólogos tlaxcaltecas, el reciente viaje a esas tierras, supuestamente financiado por el gobierno de aquél país, tuvo consecuencias favorables, no solo en el tema de la transparencia (se supone que ese fue el propósito).

Bueno, además sirvió para alivianar el odio entre el diputado verde, Gregorio Cervantes y el titular del Órgano Superior de Fiscalización, Crispín Corona, quienes de enemigos declarados, pasaron a tolerantes y civilizados protagonistas en el ámbito del análisis de las cuentas públicas.

Enhorabuena a ese par, porque siempre que culmina un conflicto entre personas al estado le irá mejor.

Ánimas porque así sea y, no solo se trate de una amistad trabada para superar un conflicto de poder que pase desapercibido para la verdadera necesidad de independencia en un ente tan importante como lo es el OFS, en el desempeño de nuestra querida entidad federativa.