Se trata del gurú de la comuna… cierto oriundo de Chiapas, pero con más intereses de los que usted y yo imaginamos; sobre todo con los afectos de Mariano, vía su papí, el doctor Loncha, querido compadre del señor gobernador…
Con un perfil de menos a más, el nombre de Jorge Luis Vásquez Rodríguez -actual secretario técnico del Ayuntamiento de Apizaco-, ha tenido que dejar a un lado la discreción con la cual inició funciones, para asumirse como el delfín del alcalde Orlando Santacruz Carreño.
Media una especie de maduración en los orígenes políticos del grupo al que ambos encabezan, si bien surgido del orticismo, sus circunstancias ante el abierto interés del gobernador Mariano González Zarur, para contribuir al crecimiento de esta, su tierra natal, los orilló a procurar una sana distancia del ex mandatario, aunque su resistencia por marianizarse los mete de lleno en el impulso de una tercera vía, a la cual llamaremos orlandismo.
Santacruz Carreño y Vásquez Rodríguez, procuran caminar en la delgada cuerda que les significa el papel del primero en aquella férrea defensa en 2004 del triunfo electoral de Ortiz sobre Mariano, aunque hoy los una la profunda amistad del mandatario en turno con el verdadero secretario de Salud, Jorge Luis Vásquez Soto, conocido por sus íntimos como La Loncha, titular entre otros negocios de un sistema farmacéutico proveedor del gobierno estatal.
Y todo se da en el cuartel general conocido como Hospital Central de Apizaco, donde el doctor Loncha, realiza labores de copropietario, encabezando al equipo de ginecólogos con un pié en el nosocomio dirigido por el gastroenterólogo Fernando León Nava -frustrado candidato suplente a senador de la República por el PRI- y esposo de la accionista mayoritaria de dicho centro de salud.
Digamos que el orlandismo guarda para sí el nexo que le significa la alianza Hospital Central de Apizaco- Hospital Infantil de Tlaxcala, la cual hoy por hoy es exactamente lo mismo, comparte personal, combina patrimonio y despierta desconfianzas, en la nueva etapa del control férreo de la política de salud, donde quizás el personaje de utilería tiene un nombre y un respetable desempeño: Jesús Fragoso Bernal.
Así que en Apízaco, se ha ubicado frente a la presidencia municipal y a cualquier costo, la farmacia del feudo Vásquez-Soto-Rodríguez, con réplicas ya en la capital del estado.
Médico como su papá el doctor Loncha, el joven Loncha, gurú de la comuna rielera y parte fundamental de la dupla política con una apreciable ventaja en la sucesión, hace lo que está a su alcance para guardar en el baúl del olvido, aquella decidida defensa legal de Ortiz que, al inicio de la actual administración llegó a enrarecer la profunda amistad de Vásquez Soto con González Zarur.
Dicen los políticos que alcalde no pone alcalde. Mas en el caso de Apizaco estamos ante el tejido fino de un orticista para seducir al marianismo con la ambivalencia de un elemento entre cuyas virtudes podemos observar la abierta decisión de buscar el correctivo al tristemente célebre ex alcalde panista, Alex Ortiz Zamora y a quien fungió como su tesorero, señalados de un delicado daño patrimonial por una cifra cercana al cuarto de millón de pesos, avalado por la Auditoría Superior de la Federación.
También afirman que el hijo será incapaz de superar al doctor Loncha, en el dominio de su especialidad: la ginecología, aunque también hay indicativos de que la gran pasión de ambos, la política, les significa hoy el reto mayúsculo de alivianar el temperamento del formidable criador de reses bravas, sometido al castigo de su exceso de años y tal vez demandante de la mejor receta, incluyendo fármacos de vitalidad y paz interna, lógico, de fácil adquisición en alguna de sus farmacias.
Beatriz, la humillación
La paisana tal vez no hizo su mejor esfuerzo en la elección de jefe de gobierno en el DF, pero alivianó estoicamente a sus demonios cuando la decisión de su partido vio en Enrique Peña Nieto, al personaje indicado y no a ella para lanzarla a la lucha del pasado primero de julio.
Su no inclusión en el equipo de transición del mexiquense es una clara muestra de que el terreno allanado por los dinos rebeldes: Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, habrán seguramente condicionado el disciplinarse ante el hoy todo poderoso Peña, a cambio de mantener a la huamantleca a buen resguardo.
No queda mas que buscar la embajada en Río. Ese acariciado sueño que en realidad no lo desaba la hija de Luis Manuel Pelayo, a quien la no decisión de su partido le ha significado el peor fracaso de su vida política, la sumisión en lo más profundo de los infiernos, aunque valiente, como lo es consigo misma, pudimos verla con sus abultados bordados en aquella inolvidable Noche que nadie duerme. Aunque esta vez, Enrique Padilla Sánchez, el insustituible cargador de bultos de la doña, no fue convocado. Al contrario, su ausencia fue prueba del rencor despertado por su imbécil actitud de creerse sucesor de Mariano, cuando ni siquiera había ganado la elección de julio.
La nueva estrategia de los abogados
Parece que el pretendido estilo de los recién contratados integrantes de la firma Romero Beristáin, viene con acciones harto novedosas, como aquello de ofrecer dinerito a los notarios 2010 para que dimitan en la encarnizada defensa de su patrimonio.
Nos dicen que los ortinotarios, al conocer la nueva postura del despacho sucesor de Maldonado Villagómez Inc., se hicieron los interesantes y en pocas palabras los mandaron a volar.
Oiga usted, dínero a manos llenas para el primer despacho, la misma dosis para el segundo y ahora, más carretillas para los notarios de la pesadilla marianista.
Me resisto a creer que en Tlaxcala haya pobres. Con toda esa lana nuestro nivel de vida, sin duda sería otro. Pero seguimos en esa rara constante de, mal y de malas.
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