Por si fuera poco, hay quejas de productos en mal estado, y así los servirían en prácticamente todos los hospitales del sistema.

De nueva cuenta la Secretaría de Salud se halla en la polémica. Información que de plano se desborda al interior de la institución, sugiere el pésimo servicio de un proveedor, al grado que productos alimenticios utilizados en las dietas de pacientes y otros, estarían en un evidente mal estado.

¿Es posible que el órgano rector del gobierno en materia de vigilancia de los asuntos sanitarios, se haga de la vista gorda?

Si el responsable fuese un particular le aseguro que la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya habría procedido a la clausura, y hecho un escándalo.

Una investigación de e-consulta, coloca en el ojo del huracán a la directora administrativa, Karen Rojas Rodríguez y al titular de adquisiciones de recursos Materiales y servicios del gobierno estatal, Jorge Capiz Jasso, quienes habrían favorecido a la empresa: “proveedor de productos mexicanos Jace S.A. de C.V.”, cuyo representante legal es José Antonio Álvarez López.

Información de dicho proveedor en línea la describe con una conducta intachable: “… inició sus operaciones en 1990. En este tiempo hemos logrado a través de nuestro que hacer cotidiano alcanzar altos estándares de servicio, buscando en todo momento la excelencia a través de la comunicación sincera y constante con nuestros clientes”,  puede leerse en el sitio ppmjace.com.

Su especialidad son los comedores industriales, proveeduría de alimentos, cafeterías, servicio de banquetes y máquinas expendedoras; en tanto que sus clientes más afamados son, desde luego el gobierno de Tlaxcala, el de Tamaulipas, la Comisión Nacional del Agua, la Universidad del Valle de México, ICA, Tec de Monterrey, la agencia San Martín de General Motors y la armadora Mabe.

Este, que es el principal y único proveedor de Tlaxcala, asegura cumplir con la norma ISO 9000/2000 a través de sistema de gestión de la calidad, “que hemos implementado, así como las normas oficiales mexicanas NOM 093, NOM 120, implícitas en todos nuestros procesos”.

Para este año, Jace aseguró ventas por 16.2 millones de pesos a los hospitales: General de Calpulalpan, al de Natívitas, al General de Huamantla, al de la Mujer, al Comunitario de San Pablo del Monte, al Hospital General de Tlaxcala y al Regional de Tzompantepec.

Otros proveedores no dan crédito a la visible ventaja con la cual permeó en el sistema tlaxcalteca la empresa representada por Álvarez López.

Héctor Martínez: quien a dos amos sirve…

Cuando al laberintoso legislador tricolor, Héctor Martínez García, lo desbancó su compañero de partido Silvestre Velázquez Guevara, como cabeza de la bancada tricolor, su necesario protagonismo (y hasta los cálidos abrazos a la diputada o empleada que se dejase), pues ya no pudieron seguir.

Entonces la emprendió contra el orticista-marianista ex alcalde de Tlaxco, cuya resistencia a las reprimendas marianistas resultó la clave para que hasta hoy siga con el hueso.

¿Cómo, si tan a menudo se les ve tomados del brazo, previo al tradicional arrumaco acostumbrado por cierta especie de dinos?

Ah, pues interesado en descalificar ante el tlatoani, “a su muy estimado compañero de partido” impulsó y consiguió una comisión plural para sacar el rezago legislativo.

Entonces, el legislador de las frecuentes chamaqueadas (o sea Silvestre) diría a sus íntimos… oye de qué se trata, acaso estoy pintado. Y su encabronamiento no es para menos, pues a veces por indicaciones superiores, o por la característica hueva de los diputados que se quedaron con las ganas de contender en la próxima elección, lo mejor para él era administrar ese rezago.

En cambio, el complejo Héctor alzó la mano como diciéndole a su otro querido amigo, el gobernador: “ya ves, yo era el bueno al frente de la bancada pero nunca me comprendiste”.

Por lo pronto, asuntos que dormían –con el beneplácito del criador de reses bravas- el sueño de los justos ya se desempolvaron.

Y Héctor Martínez, brinca de contento…

Se cumplió la profecía de Josefina

Porque después del debate de anoche, la disputa por la Presidencia será entre dos: el abanderado tricolor, Enrique Peña Nieto (cuyo bronceado se llevó la noche) y el del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador (quien a sus 58 luce más viejo porque lo aflojaron en terracería).

Ambos privilegiaron las propuestas, se comportaron como sintiéndose con un pie en los Pinos y hasta aportaron un plus, como en el caso de AMLO, quien presentó una parte de lo que sería un sólido gabinete, encabezado por Marcelo Ebrard (Gobernación), Juan Ramón de la Fuente (SEP) y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, a PEMEX.

En cambio, la panista no desperdició los espacios para barrer con todos, hasta con Gabriel Quadri de la Torre, quien por su lado mostró una imagen con Vázquez Mota, Calderón y Elba Esther, abrazados como los grandes amigos.

No hay duda. Entre los dos primeros se acorta la distancia. Hasta hubo medios que aseguraron una pequeña ventaja a Andrés Manuel.

Mientras en Guadalajara los cuatro candidatos participaban en el último debate organizado por el IFE, en la ciudad de México cerca de 100 mil integrantes de #Yo soy 132, mostraban su repudio por Peña Nieto y Televisa.

Lo mismo ocurrió en 13 ciudades, incluida la nuestra, donde un grupo de integrantes de dicho movimiento marchó por la Avenida Juárez y llegó hasta las instalaciones de El Sol de Tlaxcala, donde colocaron consignas de reprobación por lo que consideran un manejo sesgado de la información.

Zambrano en Tlaxcala

Con una organización sobresaliente y la típica condescendencia del líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), este fin de semana Jesús Zambrano, llamó a los medios de comunicación a conformar un movimiento parecido al #Yo soy 132, hablando de la necesaria democratización en el medio.

Una de las primeras iniciativas de esa suerte de colectivo no agachado, dedicado a la información, pudiera ser la organización de un debate entre los candidatos a puestos de elección popular.

Esta iniciativa fue también una de las exigencias planteadas en la manifestación registrada ayer domingo.

Pero urge aterrizarla. Medios dispuestos y talento no faltan. Lo necesario es la aceptación de los candidatos.

La primera que dijo sí fue Lorena Cuéllar Cisneros, la candidata del Movimiento Progresista.

Qué interesante sería verla debatiendo con su tío, el priísta Joaquín Cisneros Fernández y con la ex candidata panista a la gubernatura, Adriana Dávila Fernández.

La propuesta esta hecha. Pero no puede pasar más tiempo.

Es la oportunidad de eliminar el marasmo del que no se salvan las campañas.