Si al mero mero le sobra recurso y lo pone en bandeja de plata, por qué legisladoras y legisladores no han de aceptar su generosidad, aunque a la hora de obedecer las órdenes superiores, hagan como que la Virgen les habla…
Autonombrarse coordinador de los esfuerzos de los tlaxcaltecas es un título muy aventurado, en su búsqueda por acaparar voluntades para matizarlas según su proyecto personal.
Pues ese coordinador –proclive al autoritarismo- ha visto cómo el poder económico no es garante de influir en familias ajenas… en los panistas para ser más claros, quienes asomaron recién la parte amañada de su desempeño en el Congreso.
Supuso el gober resultados estrambóticos tras el generoso envío a los 32. Es más, llegó al extremo de dosificar la subvención –así se oye menos rasposo- aplicando criterios que evalúan logros a su causa.
Y brilló el nombre de Alejandro Aguilar López, para encabezar la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP). Tratándose del orticista más marianista de la época, era menester aprovechar sus mil formas para nulificar broncas –según la instrucción recibida- y así facilitar el tremendo avance a la reforma retro (¡!).
Luego de la suspensión temporal de las acciones maiceadoras (digo, a los diputados y a las mujeres, ni todo el amor ni todo el cariño, pensó) estaba seguro que ningún nombre, y menos el de la impetuosa e inflexible Lilia Caritina Olvera Coronel (casi General) sería impulsada desde la sede de Independencia, para alojarla en la principal oficina de gobierno del Poder Legislativo.
Y ándale, así sucedió.
¿Dónde quedó la coordinación de los esfuerzos de Mariano con los panistas?
Sencillamente le llegó la convicción de que con los azules de plano no cuenta. Fueron capaces (no todos, hay su honrosa excepción) de acudir a la cita para formar parte de la llamada fila ignominiosa para plasmar firmas y recibir cheques.
Pero a la hora de colocar en sus hombros la regordeta humanidad del copete más famoso de Huamantla (Alejandro Aguilar), se dijeron a si mismos: ¿y si mejor levantamos a la Cari?
Y que lo van haciendo.
Hoy disponen de trece votos para lograr su objetivo. Requieren otros cuatro para tener la mayoría calificada, indispensable para la unción.
Se trata de votos, desde luego azules, pero también de otros personajes como el perredista Efrén López, quien práctico como es pidió el Comité de Administración.
Puede que en el paquete también vaya el aliento de Héctor Martínez García, amigo más que personal de doña Cari y, con ciertos resentimientos a la absorbente y mandona figura de don Mariano González, para el cual el estilo personal (y muy beatricista, claro) del tal Martínez, como que no le cuadró desde un principio, porque pensó disponer de un viejo tricolor dispuesto a sacrificar sus relaciones y capacidades al grito de Viva Mariano Rey (como en los tiempos de Viva Cristo Rey).
Entonces la fuerte inversión económica para asegurar su éxito reformista, al día de hoy se encuentra en la cuerda floja.
Pese a tratarse de cuestiones de centavos (ok, de millones de pesos), nos encontramos ante las disonancias propias de la democracia, imposibles de sepultar por más intentos de imponer una política entre setentera y ochentera, cuando el PRI lo era todo y a la oposición se le veía hasta con gracia.
¡Pero si hoy no hay dinero!.
Al menos en eso consistió la mayor parte de las giras por el interior del estado, en decir a los pobres que ya se dejen de pedinches, que el campo valió gorro, que es el momento de apostar a la industrialización (¿?), que a los pensionados no les aguarda sino un destino aciago con aquello de sus mesadas.
Ah, pero para otras cosas sobra el efectivo
Ya lo vio… para tirarlo, siendo tan escaso, tratando de meter en su redil a unos señores y unas señoras, convencidos que en el difícil papel de contrapesos –por el cual fueron votados- también pueden darse el abastecimiento de la despensa y de la chequera.
Al día de hoy, esta es una maravillosa demostración de las acciones opuestas en lo particular, aunque en lo general quepa la posibilidad de compartir esa riqueza, limitada a una élite y, cada vez más alejada del campesino, del obrero, del ama de casa, quienes todos los días se preguntan, ¿qué es eso de la mejoría en el nivel de vida tan cacareado en esta administración?
Así como lo hicieron panistas y aliados, hay que esperar a la reacción de los priístas. Más de uno tiene pendientes que cobrar al coordinador de los esfuerzos. Como quien dice, le tienen reservado un tamal, para saborearlo a la hora de la hora (jeje).
Las nuevas atribuciones de Junior
Como el Nini salió flama pal negocio, ni tardo ni perezoso se apuntó a coordinar los esfuerzos (re-je) en la víspera del, “Informe Ciudadano”, como lo adelantamos hace poco, en el Centro de Convenciones de Tlaxcala, y con todos los lujos de los que se puede disponer en tan importante acontecimiento.
Varios, yo diría: numerosos empresarios se toparon con el nini-novillo en la Feria de Tlaxcala, para aceptar las condiciones de instalar algún negocio. La respuesta era afirmativa si aceptaban la remodelación de los locales a través de empresas, ¿manejadas por quién cree?, ah… le atinó… por Nini-novillo.
Bueno, para el ritual de culto a Mariano González, agendado el próximo 15 de los corrientes, pantallas, sonido, invitaciones y todo lo que deja lana será manejado por Junior.
Lo demás… que la trasmisión televisiva y radiofónica del evento, pues por el inge Parker y su che boluda. Y para coordinar los esfuerzos de la prensa (jojo) pues quién más, si no el lic Ray Vega Crespón, a quien si hay algo que le choque es trabajar para aminorar la pésima imagen de su amo, dentro y fuera del estado más pequeño del país, pero con reporteros bien preguntones, atrevidos y con la facultad del músculo del pensamiento.
Y eso a Veguita, no le cuadra en lo absoluto.
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