Todo cuadra, Asención Orihuela Bárcena, coordinador de la campaña de Fausto Vallejo en Michoacán y jefe de Mario Armando Mendoza, habría accedido a través de este al erario tlaxcalteca; hoy se dispone a hacer lo mismo pero el proyecto es el propio Chon al Congreso.
Para Noé Rodríguez Roldán transcurren los días más angustiantes de su carrera en el servicio público. Es un secretario de Gobierno de utilería, sin decisiones, sin presupuesto, sin siquiera la autorización para reunirse con grupos como Bases Magisteriales.
Son las consecuencias de su sumisión al gobernador de Tlaxcala Mariano González Zarur.
Es vivo ejemplo del destino cantado a cada uno de los subordinados del autollamado coordinador de los esfuerzos de los tlaxcaltecas.
Y conste que aún no se aprueba el paquete de reformas constitucionales del millón (por 32), lo que redundará en el poder omnímodo del Ejecutivo.
Es también el precio por haber adelantado sus planes en la política, en aquella parranda transcurrida en una cantina de Puebla, donde confesó a varios simpatizantes suyos las ganas de ir acumulando recursos y atributos para poder, eventualmente, ser el sucesor de quien hoy gobierna a Tlaxcala.
Debe irse antes del 14.
No aguanta un día más. Transpira a cadáver. Y aquél petate del muerto llamado Enrique Peña Nieto, sencillamente devaluó. Como en la fábula del pastor y el lobo, la gente dejó de creer en el calpulalpense, en tanto representante del precandidato del tricolor a la Presidencia de la República.
Pasó del sonriente sustituto de Anabel Ávalos Zempoalteca (primera secretaria de gobierno del marianismo) a angustiado, atemorizado y a veces hasta golpeado funcionario, quien tras las frecuentes explosiones del gober-ganadero, literalmente buscaba las tablas en los muros de las oficinas de la Segob.
No dejo de avergonzarme por este episodio retro en la vida de Tlaxcala. Mire que soportar los golpes del jefe, sin más reacción que el apanicamiento para esconderse temblando de esa violencia siendo el responsable de la política interna del estado, ha de inscribirse en los anales ignominiosos de esta querida tierra.
¿Es esa la reacción de un político?, ¿de un hombre?
En los próximos días veremos los estilos utilizados por Mario Armando Mendoza, para posesionarse del botín, con una pequeña diferencia (al menos así lo vislumbra): la disposición presupuestal para consolidar al régimen de las grecas MGZ en las fachadas de las escuelas.
Al poco tiempo de su arribo a la subsecretaría técnica, tendía para su información exclusiva el aparato de información e inteligencia del gobierno. Qué chueco ¿no?… así, podía adelantar tarjetas al jefe y hasta enterarse de acontecimientos de los cuales Noé nunca se enteró.
Siempre contó con el respaldo superior para hacerlo. Un raro estilo de sacrificar a los de casa, sobre todo al percibir el miedo en lugar de la energía ideal en un funcionario de tal envergadura.
Como parte de las reformas constitucionales, no dude usted una especie de encargado del despacho en la Segob para que el michoacano pueda fungir como secretario de Gobierno.
Ni modo, perdieron los marianistas y se impuso el poder de Asención Orihuela Bárcena, el auténtico superior de Mario Armando Mendoza y aspirante a una nueva diputación federal o a regresar al Senado de la República.
La influencia de esta dupla en el gobierno de Tlaxcala y, la firme creencia de haber sangrado al erario para apoyar la campaña de Fausto Vallejo, pudieron más que la lealtad y sumisión del minúsculo Noé Rodríguez Roldán, quien pese a esa mancha en su expediente, de todas formas tiene la convicción de participar en las elecciones de julio.
La nueva conformación del Poder Judicial
Si este día o en el transcurso de la semana se publica en el Periódico Oficial del Estado la reforma aprobada por los legisladores para reducir de catorce a nueve el número de magistrados del Tribunal Superior de Justicia (TSJET), el gobernador dará los segundos pasos para controlar el Poder Judicial de Tlaxcala.
Una vez que entre en vigor la reforma, los magistrados de la Sala Familiar, Felipe Nava Lemus, Ramón Rafael Rodríguez Mendoza y Amado Badillo Xilotl, así como los magistrados de la Sala Electoral Administrativa, Mariano Reyes Landa, Silvestre Lara Amador y Pedro Molina Flores dejarán de cobrar y se tendrán que reintegrar a sus actividades particulares o académicas.
La razón, es simple, porque con la reforma aprobada sus servicios ya no serán requeridos.
Fuentes bien informadas en el Poder Judicial aseguran que esos magistrados prácticamente tienen un pie fuera, pues hasta donde se sabe al interior de ese poder no existe la mínima intención de impugnar o presentar un recurso legal para detener dicho cambio.
Y otra magistrada que dejará su empleo, pero porque su plazo para el que fue designada se cumplió es la abogada María Esther Juanita Munguía Herrera, por cierto incondicional del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.
Si las cuentas no nos fallan, sólo quedarán siete magistrados en usos de sus derechos y facultades, por lo que para completar la nueva estructura del Tribunal se tendrá que elegir a dos nuevos integrantes del Poder Judicial.
Y lo interesante del caso, es que será el gobernador Mariano González Zarur, quien presente la terna al Congreso del estado, donde sólo darán trámite y validarán el dedazo que hará el hacendado gobernador.
Es una lástima que los diputados hayan dejado de tener la facultad de elegir a los magistrados a través de un proceso más transparente e imparcial, para conceder a González Zarur el derecho de imponer a los futuros magistrados.
Por lo que no descarte que el abogado Hugo Gaspar García Domínguez deje de ser representante del Ejecutivo en el Consejo de la Judicatura para convertirse en magistrado, para que junto con la magistrada marianista Elsa Cordero Martínez empiecen la guerra por tener el control del Poder Judicial.
Y si no me cree verá como en los próximos días la bisoña abogada Cordero dejará entrever sus intenciones de buscar la presidencia del TSJE.
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