Interminables rollos oficiales describen once meses de gobierno, de andar de aquí para allá, jalando a una bola de panzones funcionarios que en la vida imaginaron comunidades como a las que llegan, a saquear como si anduviesen descubriendo un México Insólito.


Si consideramos el diezmo (a veces doble) que las agencias automotrices dan a los gobiernos que les compran patrullas, las sesenta unidades adquiridas y repartidas entre municipios, generaron una ganancia de por lo menos seis patrullas.

Así que asignar sólo una a municipios de la talla de Apizaco, por tener un alcalde panista, suena a desquite marianista.

Aquello del gobierno solidario adquiere una resonancia hueca pues pese a ser dicha demarcación el ojo de actividades comerciales en el centro del estado, y por si fuera poco la tierra del gobernador Mariano González Zarur, no puede sino interpretarse como la víscera antepuesta a decisiones tomadas en el marco de la Tlaxcala transformada (para conveniencia del grupo en el poder).

De eso se trataba: concentrar las decisiones en una sola persona en tanto poderoso señor –hoy de merecidas vacaciones- actuando de acuerdo con sus muy personales intereses, con una nula planeación y sin considerar criterios poblacionales, movimiento registrado y por tanto, requerimiento de equipo.

Hay de inversiones a inversiones

Por ejemplo, una nueva pavimentación –tal vez era suficiente un buen bacheo- se observa en Ciudad Industrial Xicohtencatl. Y uno se admira de la cantidad de material utilizado en esta obra.

A los empresarios les pareció de lo mejor, aunque ellos mismos tenían una opinión distinta: “hacían falta otras acciones, inversión en seguridad, en el tratamiento de aguas residuales, y no el tremendo gasto millonario que significó reencarpetar una vía que va a dar derechito a las tierras del señor gobernador”.

Tienen razón. Ese es el camino a Rancho Seco. Pasa por Coaxamalucan y por todas las propiedades de los González.

Pues qué bueno, verdad… al fin y al cabo se trata de apizaquenses destacados (y muy ricos) con quienes el gobierno de Mariano se mostró solidario.

No entiendo entonces por qué a Apizaco, nada más le tocó una patrulla.

Se trata de los nuevos criterios del marianismo y difícilmente los vamos a entender sin antes saber del profundo resentimiento que data de la época del reparto agrario, cuando los terratenientes –hoy en el poder- tuvieron que vender miles de hectáreas al gobierno federal para que este equilibrase el ofensivo feudo que era Tlaxcala… completito, en manos de unas cuantas familias.

Por cierto, el encargado de realizar esas compras fue uno más de la lista de ricos, entonces todo un junior con dinero y poder: Joaquín Cisneros Fernández.

La plática con el espejo

Por eso, cuando la oficina de prensa de gobierno envía larguísimos rollos que hablan de la corresponsabilidad y la solidaridad, se da uno cuenta del diálogo de sordos en que ha devenido la relación entre autoridad y pueblo.

La primera, repite hasta el cansancio –y hasta se lo cree- que Tlaxcala ha recuperado el rumbo, que lleva una dirección adecuada y que, el gobierno como nunca está cerca de la gente, porque Mariano pasea a sus botijones subordinados por todo el territorio estatal.

Lo que no se advierte es que esas curiosas giras son algo así como un picnic para la gente en cuya cabeza ni siquiera se asomaba la mínima idea de la existencia de esos pueblecitos, a cuyos habitantes, llenos de necesidades se les maltrata o de plano se les toma el pelo.

Recordemos como en uno de esos paseos, el patrón repartió pelotas a los alumnos de un plantel educativo. Como no eran más de diez, advirtió a los niños que las recibían que, pues las pelotitas, verdad, eran para compartirlas con sus demás compañeritos.

¿En eso consisten las giras?

No. Además les dijo que nunca como hoy, las escuelas lucen tan bien pintaditas, con la greca de MGZ… hecho con un profundo significado:

1.- Uno de los gustos del criador de reses bravas es observar a sus esclavos colocando el hierro de su ganadería a los hatos de su propiedad.

2.- Si usted compara la greca en las fachadas de las escuelas con las cicatrices en la panza de los toros de Rancho Seco, hay una tremenda similitud.

3.- Por lo tanto, observar sus iniciales en las fachadas de los colegios, es uno de los gustos, bizarro si quiere usted, pero al fin gustos caros del amo, cuyos recorridos por el interior de Tlaxcala, acompañado por los barrigones de sus súbditos funcionarios, tiene como propósito revisar sus planteles-reses. Y luego si hay modo, hasta gorrear la comida a algún miembro de la perrada (así suelen llamar a los pobres), con el gusto de recibir en su casa al señor gobernador y gañotes que lo acompañan.

Empeora crisis en Zacatelco

Ahora resulta que Rubén Darío Domínguez y guajiros que lo acompañan en la ordeña de este maltrecho municipio, exigen tres millones de pesos a la alcaldesa priísta Blanca Águila Lima, para organizar la feria anual, parte del botín logrado tras el caos que a punto estuvo de costarle el cargo a la química-enfermera.

Y ante la falta de recursos para darlos a semejante camarilla cuasi delincuencial, entonces otro conflicto está en puerta, ese sí emanado de la molestia del pueblo zacatelquense: mayordomos y demás estructura social que año con año se esmeran en los festejos a Santa Inés, se encuentran atados de manos ante la inacción de los ladrones esos que le platico, quienes a su vez ponen cara de, ¿y yo de dónde?, porque el ayuntamiento no los financia, sencillamente porque no dispone de lana para tirarla de esa forma.

Trascendió

–          Que habría sendas órdenes de aprehensión en contra del ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, y del ex titular del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, Silvano Báez García.