¿Era necesaria tanta rudeza con los policías rebeldes? Lo que urgía era un verdadero análisis, pero, ello no abunda en la actual administración.
Entre la autoproclamación (innecesaria) de Jefe de la Seguridad en el estado, y la advertencia de volver a llamar a la Policía Federal cuantas veces sea necesario, puede apreciarse la debilidad que descansa en una permanente estimulación de autoestima, para sentir un poco de seguridad.
Dicha práctica ha tenido que acompañarse de auditorios llenos, como el del Centro de Convenciones, donde este martes 29 de junio el gobernador Mariano González Zarur, puso sobre la mesa el inicio de la homologación salarial de la policía estatal, un programa de vivienda a través del Infonavit y, el aseguramiento de la vida de mil 500 efectivos.
Estas, las principales demandas del gremio más inseguro –laboralmente hablando- costaron la módica cantidad de 85 ceses, es decir los elementos que se habían posesionado de la Escuela de Policía, como medida de presión para el cumplimiento de sus demandas.
Hoy son desempleados.
Lo poco que les quedaba lo gastaron para pagar la fianza.
¿Era necesario correrlos? He ahí la disyuntiva.
1.- Ochenta y cinco policías echados a la calle para sobrevivir como puedan en estos tiempos de crisis. Ya los federales los habían maltratado, el mutismo del gobierno les había permitido sentir el frío de quien está solo en la vida y lo único que posee, su trabajo va a perderse. Por eso, en un acto de desesperación pensaron en conformar un sindicato.
2.- Sin embargo, estamos ante un caso muy especial. A los policías los respalda su palabra, dentro del esquema dogmático en el cual la lealtad al Estado, es el delgado hilo que sostiene el alquiler de su persona e integridad para salvaguardar a sus semejantes y sus bienes.
Haber faltado a ella degradándola a los niveles de un movimiento laboral –como en cambio sí lo pueden efectuar otro tipo de empleados- les costó su trabajo. Y no lo pueden reclamar, pues cada mañana reafirmaban aquella lealtad, y controversialmente volvían a sellar su papeleta que los dejaba en completo estado de indefensión.
El problema demandaba inteligencia
Y lejos de contar con ella se topó con el autoritarismo de un gobernante débil, dependiente del sufrimiento de otros para atizar su hoguera de odios.
A Tlaxcala, partidos y candidatos la han querido ver como laboratorio político. La alternancia, sin embargo germinó aquí en 1998 –aunque fueron los mismos priístas quienes aceptaron participar en esa farsa- y llegó para demostrar el valor del voto de los tlaxcaltecas.
La ambivalencia, laboral/dogmática, de la policía estatal requiere de la capacidad de gobernantes sabios para encarar lo inédito de este conflicto. Bueno, a manchis le encantaban los foros, mas no en calidad de la búsqueda colectiva de soluciones, sino a manera de públicos reunidos ante los cuales pudiese lucir su atractiva figura de hombre maduro (aunque marchito por el tiempo y los excesos).
Tuvo en sus manos un problema cuya solución en los mejore términos le habría dado la relevancia nacional que tanto reclama.
Pero optó por levantar el teléfono y suplicar a Calderón el envío de tropas federales.
Presidente y gobernador, pasaron por el arco del triunfo que la PF sustenta su misma creación, en la lucha contra el crimen organizado, contra el narcotráfico, contra las migraciones masivas, la sedición en penales, pero no para aplastar un movimiento laboral de empleados del estado, ilusionados en encontrar mejores condiciones en su desempeño.
En esa ilegalidad radica la fuerza del señor manchis. Pero sus ojos no ven lo que no quiere. Y a sus oídos les ocurre lo mismo, más cuando su anacrónico vocero insiste en que las noticias en Intenet no afectan en nada la ya maltrecha imagen del amo.
Es mejor, para ese tipo de mando, deshacerse de 85 gendarmes, cuyo conocimiento en el manejo de las armas, en zonas inseguras, vamos hasta conocen a los delincuentes y sus familias (porque aquí en Tlaxcala todos nos conocemos).
Pero el amo no lo vio de esa forma.
De todas formas va a homologar su salario, a darles casa y seguro de vida.
El amo y su memoria de corto plazo, no recordaron la frase aquella de resarcir el tejido social… ¿pues quién la dijo que ya se me olvidó?
18 vividores fuera del Cobat
Es parte del fallo del Tribunal Laboral, y consecuencia de su falta de nivel académico para considerarse merecedores de las plazas mañosamente asignadas, luego de saciar sus bolsillos hasta que se hartaron.
Desde una oficial mayor que se desempeñaba adjudicando obra pública hasta un subprocurador, pasando ya sabe, por líderes sindicales, parientes poderosos y otra suerte de zánganos incrustados en el Colegio de Bachilleres.
Penosamente exhibieron sus nombres:
Rocío Gutiérrez Ortiz, Mahelet Lemus Pérez, Marco Tulio Varela Loyola, Teresita Salas Lozano, Enrique Gasca Ventura, Maximino Hernández Pulido, Esther Tovar Carrizales, José Armando Marceli Paredes Carreño, Ángel Chávez Maldonado, Adrián Grada Vázquez, Mónica Leonor Soriano Valtierra, María Victoria Ortega Corona, Jeimy Flores Sánchez, Neli Galicia Rojas, Juan Víctor Aguilar Castrillo, Daniela Gómez Domínguez, Daniel Hernández Sánchez y Joaquín Rojas Díaz.
Esperanzas en la Segob
A Noé Rodríguez Roldán, el secretario de Gobierno, se le ve activo no menos de veinte horas diarias. El resto de su tiempo lo dedica a auscultar al aparato que de súbito quedó bajo su responsabilidad.
Está poniendo orden, eso que tanta falta hace. Porque entre los García Portilla y los Capiz Jasso, habían convertido el gobierno en una pachanga. Hay que ver qué papel hace.
Ubaldo Velasco, el oficial mayor con gesto permanente de fuchi. A ver si da el ancho, hoy que tiene a un vecino de la talla del calpulalpense y la sinergia con la cual está moviendo el barcote este, del cual unos ya habían encontrado el modo de despacharse con la cuchara grande.
En el PRI, una tras otra
Cuentan con cierto rubor que la delegada del CEN, Yolanda González Hernández, toca puertas con cierto marasmo, pero algo tenía que hacer… reuniendo firmas de ciudadanos distinguidos, para publicar en el periódico de mayor circulación desplegados de apoyo a las acciones del señor manchis, y su reciente aventura con el calderonismo, para pedirle, suplicarle la presencia de la PF en Tlaxcala.
Debido a que es una dama de alcurnia (bueno eso trata de aparentar) algunos de los molestados le dan el beneficio de la duda; pero otros, que la conocen bien, pues le hacen el feo… sabe, una delegada con semejantes hechuras, como que no les genera confianza…
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