Estamos ante el uso del aiga sido como aiga sido, para enmascarar un problema político-laboral que llevó al mandatario de Tlaxcala, a trastocar sus alardes tricolores, su orfandad política y su falta de voluntad para soltar un peso más a sus subordinados.

El saldo del movimiento político-laboral de la policía estatal deja a un elemento muerto, el líder del movimiento, Guadalupe Ballesteros preso, a la Policía Federal (PF) custodiando las calles de Tlaxcala y, ningún avance en las demandas de los uniformados.

El encarcelamiento de noventa y una personas, tres civiles y ochenta y ocho policías, apoyado en la fuerza federal, es acaso la respuesta del marianismo a un problema local que exhibió la pobreza del gremio y su imposibilidad para exigir mejores ingresos y otras prestaciones.

Pero, ¿la presencia de la PF en Tlaxcala es gratuita?

Conste, es la fuerza de esta lo que aplastó el movimiento. Y en ella descansa, “la autoridad sin autoritarismo” esgrimida por funcionarios rebasados, quienes se vieron orillados a clamar apoyo al gobierno panista de Calderón.

Y lo hizo a seis días de la elección de gobernador en el estado de México, donde su obsesión por apoyar la causa electoral del mandatario Enrique Peña Nieto, afectó la credibilidad de su estrategia de gobierno, y desde luego del discurso ese, cada vez más inverosímil, del tejido social en malas condiciones.

Así que, ¿cuánto costará el traslado, el operativo y la permanencia de la PF en Tlaxcala hasta el restablecimiento del orden, como lo anticipó el secretario de Gobierno, Noé Rodríguez Roldán?

Cuando esto concluya –ojalá muy pronto-, se habrá confirmado la inutilidad de las autoridades no dispuestas a escuchar el reclamo laboral del gremio dedicado a salvaguardar la integridad de todos, desde el mismo mandatario hasta la persona más humilde.

El desgastado argumento de culpar al ex gobernador por esta crisis resultó más amplio que sus instancias de diálogo e inteligencia. ¿Es Ortiz tan influyente o el marianismo tan incapaz?

Y si el ex mandatario realmente es culpable de estos desfiguros, ¿Por qué Mariano no lo encarcela y lo hace pagar por sus fechorías?

Al día de hoy, es muy clara la inutilidad de gobernantes autoritarios. Ninguna parte del tejido social va a aceptarlos como patrones. Al contrario, la masa entera los considera sus empleados.

Eso son en realidad, servidores públicos que le deben al voto popular su asenso al poder.

En los hechos no funciona así. Mire que el mote de hacendado no es una crítica de moda.

Vea operar a Mariano con Joaquín. Trasládelo al movimiento estudiantil de 1968. Establezca parámetros de represión y, actualice esa visión. Trasládela a junio de 2011.

Nos gobiernan los cachorros envejecidos, con todo el rencor hacia el tejido social que doce años fuera de Palacio, convirtió ahora en venganza.

¿Contra quién?

Contra aquél que se mueva. Yo creo que por eso vemos tantos frentes abiertos. Tocó el turno a los policías y en lugar de obtener un beneficio del gobierno hacendado, les pasaron la charola para depositar en ella, de dos mil a cuatro mil quinientos pesos por cabeza.

Esa es una ganancia en la que pocos se habían fijado. Así actúa un cierto estrato en contra de los pobres entre los pobres. Les quita lejos de darles.

Seis meses antes de rendir protesta, Mariano debió aplicar su aparato de inteligencia a analizar el problema de la policía estatal.

¿Cómo, si sus patrocinadores le habían indicado colocar a Valentín Romano en ese sitio?

Con todo y su presunto involucramiento en las fosas clandestinas de Durango. Con todo y su presunta comunicación fluida con los zetas.

Los hechos nos hablan de un inusual incremento de criminalidad en Tlaxcala durante su gestión. Y entre la tropa cundió un rechazo que concluyó con su dimisión.

Pero eso no lo evaluó González. Disponía de la sensibilidad de los pobres entre los pobres para poder actuar. Prefirió recurrir al panista Calderón e involucrarse en la tesis del aiga sido como aiga sido.

¿Se ha dado cuenta que esa es la percepción pretendida del encarcelamiento de tropas?

“Aiga sido como aiga sido”, aun humillándome ante el enemigo número uno de mi partido, les demostré a estos descamisados que en Tlaxcala sí hay mando.

Nadie lo ha dudado. Sí en cambio han puesto en evidencia la toma de decisiones, precipitadas, inexplicables, impensadas, violentas, amenazantes.

Usted cree que con semejante origen, esta autoridad va a entender la compleja problemática de los policías tlaxcaltecas.

Los he visto aseando calzado, vendiendo paletas, trabajando como cargadores en el tianguis. Los he visto desesperados por no tener para comer porque su escaso ingreso se va en alguna emergencia surgida entre sus seres queridos.

Eso no lo sabe el gobernador. Tal vez ni se lo imagina.

De lo que en cambio, está convencido es que debe darse un castigo ejemplar a estos muertos de hambre para que no se les ocurra seguir con su movimiento.

Ahí tiene usted a la procuradora autómata. A Ballesteros, lo señalan de haber robado un arma que según su hermano, cayó de la cintura de algún participante en una de las manifestaciones.

En cambio, a la turba de Tenancingo, a punto de linchar a dos jóvenes sorprendidos merodeando, la autómata Fragoso la pasó por alto, o tal vez se sintió indispuesta  para involucrarse en esa clase, tan agresiva, de tejido social (en cambio se ensañan con los más vulnerables y que además los tienen en sus manos).

Una de Perlita

Lo pongo al tanto; el poderoso priísmo tlaxcalteca (versión manchis, je) envió a la talentosísima Perlita López Loyo (jeje) al frente mexiquense a ayudar a Eruviel. Le encargaron Chalco.

Pero con estas lluvias y la fragilidad de la diputada de los folders, llegó al cuartel general de los priístas de allá, la inconformidad de la potentada tlaxcalteca, para que le den labores menos molestas, como esas de andar haciendo campaña por donde se desborda el canal y cosas por el estilo.

De no escuchar su petición… muy en serio estaría pensando en revertir su cambio de chaqueta para regresar al PAN, donde todo era dulzura desde que levantó el brazo de Adrianita Dávila.

Lo mismo le pasó con Moreno Valle en Puebla. Como la pusieron a chambear en serio, fue entonces cuando tomó la decisión de volverse priísta….