Hoy vence el plazo para conformar los comités de evaluación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los cuales tendrán la responsabilidad de decir quiénes serán las abogadas y los abogados que participarán en la elección de magistrados y jueces de Tlaxcala.
De acuerdo con varias fuentes, los nombres de los integrantes de esos tres comités ya están consensuados y aprobados, por lo que en el transcurso de las próximas horas se conocerán los quiénes son los especialistas y expertos que decidirán la lista final de los litigantes que irán a las urnas el 1 de junio de este año.
Sobre esa elección existen muchas dudas y la información es confusa e imprecisa, empezando porque hasta ahora nadie sabe cuánto costará el proceso que estará a cargo del desprestigiado Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).
Cómo si no fuera básico y fundamental tener la información del presupuesto que se requiere para tales comicios, el consejero presidente del ITE, Emmanuel Ávila González, declaró recientemente que se trabaja en el tema y que será a finales de este mes cuando quizá se tenga una cifra, la cual deberá ser nuevamente revisada para que finalmente se autorice una ampliación financiera al organismo electoral.
Si bien nos va, será a mediados de febrero o finales cuando se pueda decir que el presupuesto está avalado y que éste empezará a fluir para el ITE que tendrá que trabajar a marchas forzadas para recuperar el tiempo perdido.
En Tlaxcala seguramente se operará con prisas y de manera improvisada porque es obvio que no se percibe una adecuada planeación, lo cual obviamente restará credibilidad y seriedad a ese proceso que se llevará a cabo en 130 días.
Si a nivel nacional existe una preocupación por la baja participación ciudadana que tendrá la elección de ministros, magistrados y jueces, lo más probable es que ese fenómeno se replique en Tlaxcala donde no existe ninguna campaña para dar a conocer ese ejercicio y muchos menos para invitar a concursar.
En la entidad se elegirá a cuatro de los siete magistrados del Tribunal Superior de Justicia, así como a los tres magistrados integrantes del Tribunal de Justicia Administrativa y a otros tres magistrados del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, así como a 23 jueces y juezas, de los cuales 13 están en funciones en estos momentos.
Una vez instalado el comité de evaluación del Poder Judicial de Tlaxcala se estará en condiciones de saber cuántos de los jueces y juezas en funciones irán a la elección y cuántos optarán por solicitar su indemnización, la cual en algunos casos será representativa debido a que hay quienes tienen 20 años en el cargo.
El problema será para las finanzas del Tribunal Superior de Justicia del Estado, ya que no cuenta con el presupuesto para cubrir el pago de esas liquidaciones.
Por lo que respecta al comité del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, será interesante no sólo ver quiénes lo integran, sino quiénes serán los abogados y abogadas afines al lorenismo que participarán y buscarán ser magistrados y jueces, porque puede haber uno o varios que tengan buena fama y un respaldo ciudadanos importante que les facilite obtener el triunfo en las urnas.
En cuanto a la operatividad, hasta el momento se desconoce el número de casillas que se instalarán en Tlaxcala y el número de boletas electorales que se imprimirán. Tampoco se tiene claro si los funcionarios que se inscriban podrán hacer campaña sin renunciar a su puesto o si éstos tendrán que pedir licencia.
Lo real es que existen muchas dudas sobre la elección de magistrados y jueces en Tlaxcala, pero pareciera que eso no importa porque se da como un hecho que el proceso tendrá una baja participación, será desaseado y contará con muchas inconsistencias.
Lamentable, pero así están las cosas.
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