El plan para pulverizar y desactivar el crecimiento político electoral de los aliados de Morena está en marcha.
El creador o creadora de ese zopenco plan aún no se tiene preciso, aunque sí existe una idea de quién sería la responsable de operar esa malísima decisión que, en caso de consumarse, mandará una pésima y negativa señal a los aliados y a los grupos políticos interesados en sumarse a Morena en las próximas elecciones rumbo a la gubernatura.
Resulta que ahora el partido guinda está arrepentido de haber cedido “candidaturas de más” a sus aliados como a Redes Sociales Progresistas, Nueva Alianza y a Fuerza por México que lograron convertirse en bancadas en la actual legislatura local. El primero con dos diputados y los otros con tres cada uno.
Se trata de partidos con registro estatal que se aliaron con la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y Morena, pero que después de casi cinco meses de transitar juntos en el Congreso del Estado, hoy la “diputada 26” como se conoce a Marcela González Castillo, quien oficialmente se desempeña como líder en Tlaxcala del partido guinda y el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, buscarían acertar un golpe a sus asociados que confiaron en ella y en los acuerdos establecidos antes y durante los pasados comicios locales.
La intención según cuentan, es hacer crecer la bancada de Movimiento de Regeneración Nacional y presumir que en Tlaxcala ese partido tiene una mayoría que le permite tener el control absoluto del Poder Legislativo, lo cual se da sin la necesidad de tener una fracción parlamentaria robusta.
Actualmente los legisladores tlaxcaltecas de Morena son Ever Alejandro Campech Avelar, Brenda Cecilia Villantes Rodríguez, Gabriela Hernández Islas, Madai Pérez Carrillo, María Ana Bertha Mastranzo Corona, Miguel Ángel Caballero Yonca y Vicente Morales Pérez.
Y se espera que a esa bancada se sume de Nueva Alianza Bladimir Zainos Flores y Lorena Ruiz García, de Redes Sociales Progresista el engreído junior Emilio de la Peña Aponte y de Fuerza por México la bisoña política Anel Martínez Pérez y David Martínez del Razo.
De concretarse esos movimientos que no se tiene la certeza que estén avalados por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, Nueva Alianza, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México dejarían de ser bancadas y se quedarían como legisladoras Engracia Morales Delgado, María Aurora Villeda Temoltzin y Reyna Flor Báez Lozano, respectivamente.
A Morena le faltaría un diputado más para conseguir la mayoría simple en el Congreso del Estado que se logra con 13 representantes populares y a cinco más para asegurar la mayoría calificada, lo cual siempre la obtienen porque suelen sumarse por conveniencia los legisladores locales del PVEM (3), el PT (2) y el PAC (1).
Dicen que no sería raro que el próximo viernes cuando se den a conocer esos cambios se revele otro más que hasta ahora no se tiene confirmado.
Seguramente a los aliados lorenistas no les gustarán esos movimientos, porque carecen de lógica y sentido común, además de que rompen los acuerdos establecidos, sobre todo cuando las bancadas de esos partidos venían apoyando las propuestas legislativas de Morena y las de la mandataria estatal.
Dudo que la gobernadora Cuéllar esté alentando esos cambios que dañará los intereses de sus aliados que la han acompañado por años. Ese movimiento será un grave error que tarde o temprano alguien lo lamentará en caso de que se realice, porque sencillamente mandará un pésimo mensaje de que el actual grupo en el poder sencillamente no cumple acuerdos ni respeta a sus asociados.
Ahora habrá que esperar y verificar sí esos ajustes se dan al interior del Congreso del Estado, pues obviamente esta historia de maltrato a los aliados tendrá sus consecuencias.
Al tiempo.
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