Tómelo con reserva, pero corre el rumor que la Comisión Permanente del Congreso del Estado podría aprobar entre este viernes y el que viene el calendario de las comparecencias de algunos funcionarios ante los diputados y las diputadas como parte de la glosa del tercer informe de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.

 

 

Tal y como pasó el año pasado, la intención es desahogar ese ejercicio en la segunda quincena de este mes. La lista de los colaboradores de la mandataria que serán citados aún no está definida, pero los que no podrán faltar para rendir cuentas y dar explicaciones son el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, el responsable de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo y la titular de la Fiscalía General de Justicia, Ernestina Carro Roldán.

 

Se desconoce si ya hubo negociaciones con los diputados y las diputadas ajenas al grupo de Morena y sus aliados donde se pactó ciertos acuerdos a fin de evitar que las comparecencias se vuelvan rudas y hostiles, tal y como pasó en la anterior legislatura donde algunos integrantes de la oposición se mostraron más que tolerantes contra ciertos funcionarios lorenistas.

 

Por ejemplo, la diputada local del PRD, Laura Flores Lozano, lleva meses solicitando la presencia de Perea Marrufo y Carro Roldán, luego que la ola delictiva se encuentra imparable y que los homicidios dolosos y las ejecuciones son la constante en Tlaxcala, petición que también ha sido respaldada por la ex priista y hoy compañera de bancada del sol azteca, Blanca Águila Lima.

 

Los diputados morenistas y sus aliados (PT, Verde Ecologista, Fuerza por México, Nueva Alianza y Redes Sociales Progresistas) están dispuestos a facilitar la rendición de cuentas de los funcionarios lorenistas, sin embargo no asumirán, al menos todos, una postura de una férrea defensa y de probable encubrimiento, pues lo mejor que harán será callar y dejar pasar lo que sea imposible justificar.

 

Entre esos diputados y diputadas tlaxcaltecas existe una molestia silenciosa contra la mandataria Cuéllar, porque dejaron de recibir en diciembre ciertos estímulos económicos que en la anterior legislatura sí obtuvieron.

 

El argumento es que un número importante de legisladores fue bendecido o favorecido con la reelección y por ese simple hecho están más que recompensados, según ha expresado el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez, quien sutilmente recomienda a los diputados que muestran cierta inconformidad que expresen su discrepancia de manera individual a la mandataria, lo cual es una enmascarada que busca que los representantes populares no se unan para que en grupo pidan ser tratados como siempre.

 

Pero volviendo al tema de las comparecencias, se habla que una vez concluido este ejercicio algunos funcionarios podrían dejar la administración estatal para que la gobernadora Cuéllar pueda cumplir otros compromisos, toda vez que sólo quedan 32 meses de poder y los días están avanzando.

 

El que encabezaría la lista para ser relevado es el poblano Javier Marroquín Calderón, quien controla la Secretaría de Desarrollo Económico. También se habla de más ajustes en cargos de segundo nivel. Las colaboradoras de la mandataria estuvieron recabando información sobre ciertos puestos dentro de algunas dependencias y sobre los salarios que se pagaban a cierto personal, lo que hace suponer que estaban que habrá cambios.

 

Las comparecencias no serán tan fáciles como las de años anteriores. Hoy hay información y temas delicados que si los diputados de oposición aprovechan meterán en problemas a los funcionarios lorenistas.

 

Por ejemplo, quien asumirá la culpa y el fracaso del Instituto Tlaxcalteca Para Devolver Al Pueblo Lo Robado o quién explicará el fiasco que representó el anuncio del proyecto del Autotren o quién justificará la inútil inversión de 150 millones de pesos para el mejoramiento del margen del río Zahuapan en los municipios de Tlaxcala y Totolac.

 

O cómo justificarán que por tres años el gobierno negó la presencia del crimen organizado y recientemente el secretario de Seguridad Ciudadana aceptó que una célula de un cártel operaba en Apizaco.

 

Y me refiero a esos temas porque la gobernadora habló de logros y avances en tres años, pero no dedicó ni un solo párrafo a esos proyectos que sucumbieron.

 

En fin, en cuestión de días conoceremos en qué terminan las comparecencias de los funcionarios lorenistas.

 

*********************************************************************