Van 40 meses de la actual administración y el problema de la inseguridad es un lastre para el gobierno lorenista que sigue sin encontrar la fórmula para recuperar la paz y la tranquilidad.

 

 

A partir de mañana, al gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros le quedarán 32 meses para dar resultados palpables y comprobables en el combate a la delincuencia, la cual ha venido ganando terreno ante las torpezas e ineficiencia del secretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, Alberto Perea Marrufo, quien está rebasado por los criminales.

 

Ya nadie se siente seguro en la entidad, porque lo mismo puede ser que te asalten en un restaurante o que un comando te atraque en tu casa o en la calle. Los asesinatos o ajusticiamientos son la constante, vaya ni los ricos que viven en fraccionamientos de lujo de Apizaco como el notario Francisco Velázquez Nava se salvan.

 

Y tanta es la desconfianza del fedatario a la Fiscalía General de Justicia de Tlaxcala que al parecer optó por no presentar la denuncia correspondiente, por lo que ese hecho quedará impune como muchos más.

 

Las cifras demuestran que los criminales han ganado presencia y territorio en el estado. Van más de 142 homicidios en este año que hoy fenece, es decir, al mes matan a casi 12 personas, lo que quiere decir que cada dos días un tlaxcalteca pierde la vida por un hecho violento.

 

El robo de automóviles y motocicletas en tan sólo once meses de este año es de mil 599 unidades, lo que equivale a un promedio mensual de 145 vehículos, atracos que suelen cometerse con violencia según los reportes de las autoridades.

 

Lo grave, es que ese tipo de delito no es privativo de los municipios grandes o de mayor desarrollo, sino que prácticamente ya se llevan a cabo en todo el territorio tlaxcalteca sin que los policías de Alberto Perea hayan podido detener a las bandas dedicadas a esos atracos.

 

El clima de inseguridad sigue ganando terreno y esa situación está afectando los logros y avances que ha alcanzado el gobierno lorenista en más de tres años de administración, razón por la cual es urgente que esa problemática reciba un trato diferente con un probable relevo del funcionario encargado de la seguridad.

 

A Tlaxcala le vendría bien un cambio, pues es apremiante que a la Secretaría de Seguridad Ciudadana llegue un mando eficiente y comprometido que pueda garantizar la coordinación con el poderoso Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.

 

Ojalá los Reyes Magos traigan ese regalo a los tlaxcaltecas y se termine la era de ineptitud del marino Perea Marrufo.

 

Por cierto, con la visita que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo el domingo a Tlaxcala, donde aprovechó para destacar el trabajo de la gobernadora Lorena Cuéllar, se eliminó el rumor de que la mandataria podría dejar su cargo para asumir una responsabilidad en la administración federal.

 

Sheinbaum Pardo dejó muy claro que está contenta con el trabajo de Cuéllar Cisneros como gobernadora y por lo tanto ya no crea en ese rumor de que la mandataria no concluirá su periodo que legalmente vence el agosto del 2027.

 

Así de simple las cosas.

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