Entre la ignorancia y la intolerancia de los diputados hay un vínculo, se llama Limac

Me parece que es loable el esfuerzo del diputado local de Tlaxcala, Roberto Núñez Baelón, para procurarle conocimientos a los comunicadores, mas corre el riesgo de atascar su intento, si se muestra receptivo a la hilarante sugerencia de normar la libertad de expresión.

La libertad de expresión no es un factor de norma. Ni es más, ni menos, es un valor, es el valor que los periodistas ejercen y los lectores exigen. Y quizás hablar de ética en los comunicadores debería acompañarse por el mismo concepto aplicado a la conducta de los señores y las señoras diputados.

No debería el leproso criticar las pecas de su adjunto, pero sí los diputados de Tlaxcala, simular que les preocupa si los comunicadores informan o no con ética. ¿quiénes son los legisladores para poder reclamar ética a la conciencia colectiva llamada prensa?

¿Qué autoridad moral tienen Roberto Núñez Baleón, Víctor Briones Loranca, José Juan Temoltzin Durante, otro diputado de apellido Carvajal y el megalómano llamado Orlando Santacruz, para llamar a la ética a los comunicadores?

Ninguna.

Al contrario. Tienen que explicar cómo han sido capaces de manipular el servidor de El Congreso a través de el responsable de informática (el inge. Alejandro) para que este medio no pueda verse en las computadoras de diputados y funcionarios en la sede legislativa.

La súbita amigable crítica del congreso, Perla López Gallardo, condenó cualquier forma de intimidación a los medios. ¿Y qué es bloquear la señal de un periódico digital, sino un vulgar atentado contra la libertad de expresión?

En consecuencia qué credibilidad nos merece tras este acto simulatorio la “enérgica” voz de Limac, al demostrar que tras nueve meses de distancia puede cambiar su concepto respecto al poder legislativo, reprobado con cero en materia de transparencia, y, hacerlos públicos sin el menor rubor de entronarse como un ente bien informado, como para no hacer el papelazo de sentarse a la casa del intolerante congreso tlaxcalteca a exigir ética a los periodistas.

Eso es pitorreo.

Emplazamos al diputado Roberto Núñez Baleón a hacer un pronunciamiento público respecto a las causas que llevaron a sus ya citados colegas de la grilla en el Congreso, a bloquearnos en los cubículos.

No se puede silbar e ir en la procesión. No se puede ser un corrupto y alegar que los periodistas deben conducirse con ética. Al día de hoy, primero de junio, este medio considera a los diputados de Tlaxcala de la actual legislatura como la única en la historia capaz de evadirse de un medio de comunicación y, capaz también de declararse el mesías de la democracia.

Debieran hacer un alto en el camino porque en su interior hay gente que vale. Conste que no me refiero a Víctor Briones, o a José Juan Temoltzin o al híbrido empresario de apellido Carvajal.

Así como van nuestros señores legisladores, se animan a anunciar acciones para normar la libertad de expresión.

Como dice Beatriz Paredes…. Son tan, pero tan p…. que no se dan cuenta de lo p… que son….