La gobernadora Cuéllar no quiere que haya reforma electoral y por esa razón no se discutirán ni se aprobarán posibles cambios en las leyes de esa materia, fue la respuesta que la diputada local morenista Marcela González Castillo, presidenta de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, dio al legislador del PRD, Juan Manuel Cambrón Soria, encargado de la Comisión de Asuntos Electorales.

 

 

Al cerrarse ayer el periodo ordinario de sesiones, los diputados cancelaron la posibilidad de llevar a cabo una reforma electoral en materia constitucional y ahora, habrá que esperar, si la mandataria tlaxcalteca Lorena Cuéllar Cisneros, según las palabras de la subordinada diputada Marcela González, autoriza o no una renovación, enmienda, reparación, reajuste, arreglo, reestructuración o reorganización de la norma para garantizar en el 2024 unos comicios locales ejemplares y austeros en la entidad.

 

De acuerdo con los trabajos previos que realizó la Comisión de Asuntos Electorales y el legislador Juan Manuel Cambrón, hay un consenso generalizado para concretar una reforma electoral en Tlaxcala no sólo de los partidos políticos, sino de académicos, organizaciones civiles y de diferentes actores, incluso uno de los más interesados es que se concrete un cambio a la actual norma es Emmanuel Ávila González, Consejero Presidente del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.

 

Puede ser que por capricho se omita o se deseche la posibilidad de realizar cambios en materia electoral, lo cual dejará muy mal parada a la actual legislatura que cada día demuestra que perdió su autonomía, el valor para fungir como contrapeso y su independencia para actuar por el bien del pueblo.

 

El siguiente año habrá elecciones locales para elegir diputados, alcaldes y presidentes de comunidad. Es evidente que se requiere revisar y actualizar la norma, sobre todo para estar en sintonía con la nueva dinámica que pondrá el INE en la organización de los comicios para presidente de México, senadores y diputados federales.

 

Ayer, Juan Manuel Cambrón evidenció que el Congreso del Estado actúa de manera dispareja al agilizar algunas iniciativas que pasan muy rápido el proceso legislativo mientras que otras de igual o mayor relevancia, se van a la congeladora.

 

Prueba de ello, agregó el perredista en la tribuna del Poder Legislativo, es que el 11 de mayo se presentaron las iniciativas de ley de Residuos Sólidos del Estado y la de reformas a la Ley Electoral del Estado, siendo aprobada en tiempo récord la primera y la segunda se envió a la congeladora por instrucciones de la gobernadora Lorena Cuéllar.

 

En unos meses más veremos si la obediencia ciega que han mostrado los diputados y las diputadas tendrá una recompensa, ya que muchos están seguros que tendrán el aval de la mandataria para buscar la reelección o alguna presidencia municipal o incluso algunos hasta andan presumiendo que se incorporarán al gabinetazo lorenista por su “destacado y brillante” trabajo que han tenido como legisladores.

 

Pero antes, algunos diputados deberán reintegrar recursos o solventar observaciones del Órgano de Fiscalización Superior al haber contratado servicios que nunca se concretaron y por los que se pagó anticipadamente. Otros tendrán que mostrar una vez más su obediencia ciega y avalar, sin chistar, la propuesta que haga la gobernadora Lorena Cuéllar para ocupar el cargo de auditor general del OFS.

 

Y aunque parezca increíble, se habla que la actual legislatura ha recurrido a los servicios de una consultoría ligada a un personaje que opera la relación entre los diputados y la mandataria tlaxcalteca para otorgar asesoría, cuyo costo implicará el desembolso de casi un millón y medio de pesos.

 

Por cierto, le cuento que desde ahora algunos diputados ya se están moviendo para seguir conservando el poder. Marcela González está operando para conservar la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política, mientras que el priista Fabricio Mena Rodríguez quiere presidir el último año el Comité de Administración del Congreso de Estado, para lo cual dice que cuenta con el respaldo de su cuñada la gobernadora.

 

Será cuestión de tiempo para ver si se concretan esos asuntos y para conocer cuántos diputados y diputadas deciden solicitar licencia para separarse del cargo en busca de otro cargo de elección popular. Aunque se ha mencionado que al menos 15 legisladores locales podrían dejar su curul, en realidad son pocos los que tienen la posibilidad de hacer realidad su sueño, pero de eso hablaremos otro día.

 

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