La disputa por las principales candidaturas a los diferentes cargos de elección popular que estarán en juego en los comicios del 2024 es ya una realidad.
Ese fenómeno no sólo se observa en el partido oficial y en el poder de Morena, sino en el resto de las fuerzas políticas que hoy representan la oposición.
En el PRD, Juan Manuel Cambrón Soria, actual diputado local, será la carta que jugará la dirigencia nacional para negociar la primera posición de la fórmula al Senado para Tlaxcala.
En pasado fin de semana, durante la celebración del aniversario 34 de ese partido, Cambrón Soria demostró ante los líderes nacionales que el PRD tiene fuerza y presencia en Tlaxcala, de ahí que en el proceso de negociación que establezca el sol azteca con el PRI y el PAN pondrá sobre la mesa la propuesta de encabezar con el aún diputado local la fórmula para el Senado.
Se dice que Juan Manuel Cambrón concretó esa posibilidad y que ya cuenta con el respaldo de la dirigencia nacional de su partido, de ahí que habrá que ver si el PRI y el PAN están dispuestos a ceder tal posición.
Anabell Ávalos Zempoalteca, dirigente estatal del PRI en Tlaxcala, ha sacrificado su prestigio y credibilidad con tal de amarrar su incierto futuro político, pues se volvió una defensora y cómplice del desacreditado Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del CEN del tricolor, quien esta semana convocó a la LXIV sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional para lograr el respaldo que necesitaba para mantenerse como líder del tricolor y entregar las candidaturas a sus subordinados y no a los militantes más competitivos.
La ex presidenta municipal de la capital y ex candidata a la gubernatura está obsesionada con encabezar la fórmula al Senado de la alianza que muy seguramente armará el PRI, el PAN y el PRD, ya que si bien no obtiene el triunfo aseguraría su llegada a la Cámara Alta al ubicarse como la cabeza de la segunda fórmula con más votación.
El rumor en el PRI es que Anabell Ávalos será la opción que se pondrá en la mesa de las negociaciones. Está descartado el nombre del ex gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, a quien si bien no le cerrarán la puerta para participar como candidato, si la posibilidad de encabezar la fórmula al Senado por la alianza opositora.
El PAN ha sido más discreto y sigue sin mostrar que militante será su carta para el Senado. Si bien le interesa presidir esa fórmula, tampoco está cerrado a utilizar esa posición como una moneda de cambio en otra entidad o para obtener otras candidaturas en la alianza opositora que le representen más posibilidades de triunfo y beneficios políticos.
Los panistas le siguen apostando al bajo perfil y a esconder su propuesta, pues es muy probable que consideren que aún no es tiempo de mostrar cómo y con quién piensan jugar.
En Morena, los pollitos de mamá gallina están desatados y éstos siguen sin escuchar las recomendaciones de no hacer proselitismo utilizando su cargo y la infraestructura del gobierno del estado. Alfonso Sánchez García, secretario de Infraestructura no deja de tener reuniones y prometer obras y programas sociales para ganar simpatías, mientras que Sergio González Hernández, secretario de Gobierno, hace lo mismo, pero con el respaldo de funcionarios federales.
El activismo de ambos personajes está desbordado y no hay nadie que les ponga un límite a sus adelantadas y ambiciosas aspiraciones. Por ejemplo, este día el ruco Sergio González ofrecerá en el hotel Jeroc’s un desayuno a las madres de su dependencia y de otras áreas del gobierno donde tiene influencia, con el propósito de promover su imagen, sin embargo lo curioso es que el año pasado no organizó ningún evento de ese tipo para festejar a las mamás.
Otros morenistas como el presidente municipal de Tlaxcala, Jorge Corichi Fragoso, le están apostando al trabajo y a su activismo nacional. El edil sabe que localmente la gobernadora Cuéllar influirá en las decisiones de las candidaturas al Senado y a las diputaciones federales, pero también conoce que muchas nominaciones dependen de circunstancias y acuerdos que se analizan y toman en la Ciudad de México.
Tan es así, que la diputada federal, Dulce Silva Hernández, reanudó su activismo en Tlaxcala y no pierde oportunidad para acercarse a grupos que estarían dispuestos a respaldar sus aspiraciones para convertirse en candidata al Senado, sobre todo cuando el lorenismo carece de cuadros y figuras femeninas que puedan disputar a la legisladora esa posición.
En Morena la disputa por la candidatura presidencial es real y las diferencias entre los equipos cada vez son más evidentes.
El activismo que mostró en la entidad hace unos días el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, generó celos y preocupación en las otras dos corcholatas presidenciales, quienes respondieron con ciertas artimañas, es decir, empezaron a borrar bardas de su contrincante para pintar espacios alusivos a Claudia Sheinbaum Pardo y a Marcelo Ebrard Casaubón, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el secretario de Relaciones Exteriores, respectivamente.
Cómo se trata de un asunto interno y de hasta posibles actos anticipados de campaña, los equipos de las corcholatas no han denunciado la constante desaparición de bardas, pero de que se están haciendo maldades es una realidad.
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