Poco o de nada sirve que el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros se esfuerce y destine importantes cantidades de recursos públicos para combatir la delincuencia, si hay funcionarios estatales que mienten y minimizan los hechos o los distorsionan o si hay alcaldes incapaces, ausentes y valemadristas que olímpicamente se han desatendido del problema de la inseguridad al igual que las policías municipales.
En Tlaxcala mienten los funcionarios cuando presumen coordinación y cuando hablan de que existe un trabajo conjunto. Los hechos demuestran lo contrario y confirman que la estrategia implementada por el “académico” metido a policía, Ramón Celaya Gamboa, encargado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, no está funcionando porque los delitos de alto impacto van a la alza, así como los homicidios dolosos.
A nivel nacional se enfrenta una oleada de inseguridad que afecta a todos los estados del país y Tlaxcala no ha sido la excepción, sin embargo lo que es un hecho es que aquí la gobernadora Cuéllar pareciera estar sola y sin el respaldo de los ineficientes presidentes municipales que están convertidos en simples espectadores porque no hacen nada para reforzar la seguridad en sus poblaciones.
En los últimos días nos hemos enterado de varios hechos que preocupan como la presencia de dos cadáveres que estaban maniatados y con golpes en los municipios de Españita y Zacatelco, así como un lamentable feminicidio reportado en Tenancingo y un nuevo linchamiento de un presunto ladrón en Santa Cruz Tlaxcala.
Hechos a los que se debe sumar al ejecutado de San Pablo del Monte y al hombre que fue baleado en el municipio de Tepetitla.
Como ya es costumbre en la entidad, no hubo ningún detenido y ahora corresponderá a la Procuraduría General de Justicia del Estado investigar y tratar de aclarar esos hechos para intentar llevar ante la justicia a los probables responsables de esos delitos.
Pero mientras eso sucede, resulta lamentable escuchar las declaraciones de ciertas autoridades tlaxcaltecas que sólo justifican su ineptitud y la falta de resultados, como el gastado secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, quien dijo que resulta preocupante la constante localización de cuerpos en la entidad.
Lo anterior lo trató de minimizar el ex panista con el trivial argumento de que Tlaxcala está rodeada por estados en donde se cometen los crímenes y posteriormente los delincuentes “dejan los restos aquí” para despistar a las autoridades y retrasar las investigaciones.
Y de plano hay otras autoridades como el ineficiente secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya, que se esconden y no dan la cara para enfrentar su responsabilidad y tratar de explicar qué es lo que está pasando en Tlaxcala y por qué está fallando la estrategia que en otros delitos si está dando resultados.
Nadie se explica por qué razones el presidente municipal de Tlaltelulco, Marco Antonio Pluma Meléndez, sigue en el cargo cuando a él y a su hermano Mario Pluma Meléndez se les ha relacionado con presuntas actividades ilícitas como la posesión de automóviles robados y el traslado de 1.5 millones de pesos en dinero en efectivo, hecho por el que se detuvo a dos personas el pasado fin de semana.
Los últimos acontecimientos sin lugar a dudas están empañando o restando importancia a uno de los logros más destacables de la actual administración y que tiene que ver con la próxima inauguración y operación del C5, un área con nueva tecnología y cámaras de vigilancia que viene a reforzar la seguridad y la estrategia para combatir a los criminales.
Si antes había alrededor de 1,100 cámaras de vigilancia, se espera que en los próximos días estén operando más de 1,500 y que para finales del año se sumen otras más a través de los C2 que se instalarán en 15 municipios de la entidad.
Tlaxcala se ubicará en el primer lugar nacional como la entidad con la mayor cobertura de cámaras de vigilancia en lo que se refiere a las entradas y salidas del estado, además de que destacará por la operación de un número importante de arcos de seguridad que ayudan a detectar a automóviles con reporte de robo.
Esas acciones demuestran que el gobierno de Lorena Cuéllar sí está dedicado y ocupado en mejorar la seguridad y que sí hay áreas y funcionarios estatales que sí están trabajando en dar resultados, sin embargo esos esfuerzos e inversión de nada servirá si los involucrados en el tema de seguridad no hacen su tarea y se comprometen con el proyecto de las autoridades estatales.
En fin, veremos qué pasa.
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