Carece de cualquier perfil exigido en la SHyCP pero no de la exigencia calderonista para colocar a leales en puestos clave, aunque lleguen a regar el tepache… * Héctor Ortiz ya tiene los boletos para pasar merecidas vacaciones en Tokio… arigato!!
La coordinación de enlace con autoridades panistas en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) es el nuevo regalito de la singular política tlaxcalteca, Adriana Dávila Fernández.
Sin un perfil apropiado para atender la política tributaria entre la tesorería del país y las entidades y municipios administrados por militantes de dicho partido, hoy se limita a hacer una copiosa distribución de vistosas pulseras con carácter electorero, sinónimo del valemadrismo en la era calderonista por establecer límites entre la pachanga de un mal gobierno y las obligaciones constitucionales, a las cuales deben ceñirse los servidores públicos.
La cosa era dar chamba a la perdedora de la elección tlaxcalteca. Pasar por alto los millones tirados a la basura tratando de hacer popular a un proyecto de bajísimo perfil y, de paso, demostrar a los propios panistas que no a todos se les aplica el mismo rasero, por muy preparados o exitosos que sean.
¿Qué podría esperarse de las decisiones tomadas en el gobierno del aiga sido como aiga sido?
Pues apostar al retroceso del país con titulares como esta, creadora de la deschanclización en pleno discurso, apasionada y temperamental panista, “comunicóloga” incrustada ahora en un área fundamental para el desarrollo de importantes regiones en la República.
Por algo fue colocada en ese puesto.
Aparentemente es un acto de inmolación de Felipe Calderón.
Tiene ganas de conflictuar a sus correligionarios. Y lo va a lograr, porque la ex candidata rompedora de barreras en Tlaxcala, es una garantía, para destruir.
De vacaciones al Japón
El gobernador Héctor Ortiz Ortiz, hace maletas desde hace días para abordar el vuelo que lo lleve a Tokio, a pasar unas ¿merecidas vacaciones?, casi al terminar su administración.
Los viajes ilustran. Y a veces también dan un poco de envidia. Sobre todo a aquellos a quienes no les ha ido bien los últimos seis años.
Hoy, inevitablemente deben ver cómo el líder del malogrado cacicazgo de académicos en el poder, se apresta a dejar la obra, inconclusa en muchos ámbitos, pero generosa con ciertos factores amigos, cuya economía no verá sobresalto en las próximas generaciones.
Si lo hizo bien o mal, ya lo veremos.
Cuando Mariano González, tome el timón, habremos de convencernos si fue el mejor en la elección o, el menos malo.
Oiga usted, a estas alturas ya estamos cansados de la falta de calidad en los gobernantes.
Fíjese no dejaron (por fortuna) ser a Adriana Dávila. El famoso renuevo generacional topó con un juego lleno de dobleces, tan ad hoc para el interés del grupo que siempre gana, que muchos perdieron su patrimonio.
Pero de ello se ha escrito lo suficiente como para publicar varios libros, correspondientes a una biblioteca que podría llamarse “la inexplicable”.
Sólo Beatriz Paredes, el PRI y, sus descendientes políticos saben por qué no sueltan el poder y por qué no lo ejercen como lo merece un pueblo empobrecido, cansado y por si fuera poco, testigo de tremendos excesos, como este de irse a Tokio, nada más para echarse unos sakes en las rocas y con un poco de cocacola para que resbalen.
Atento aviso:
Señorío Tlaxcalteca volverá a publicarse el tres de enero de 2011. Pásela de maravilla en compañía de sus seres queridos y disfrute de una Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!
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